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Ciclos, laboratorios clandestinos y mercado negro

Un ciclo, en la jerga de los culturistas, consiste en un corto e intenso periodo de entrenamiento -entre seis y ocho semanas- que se combina con la administración por vía oral o intravenosa de fármacos que estimulan el aumento de la masa muscular. Durante un ciclo, un culturista puede necesitar varias cajas de esteroides anabolizantes. Si la dosis recomendada de Winstrol es de una inyección a la semana, un culturista puede inyectarse todos los días durante uno de estos ciclos.

'He visto transformaciones increíbles', afirma el dueño de un céntrico gimnasio de Valencia que se conoce bien el percal: 'Aquí ha venido gente preguntando si le preparaba un ciclo y cuando les he dicho que yo sólo tenía productos naturales (complejos vitamínicos y proteínicos) se han ido. Me consta que en muchos gimnasios especializados en culturismo es el propio monitor quien surte de anabolizantes a los clientes. En el mercado negro puedes encontrar lo que quieras'.

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Sanidad no ejerce control alguno sobre la venta de esteroides anabolizantes en las farmacias

El consumo de esteroides anabolizantes es una práctica corriente en los gimnasios. Conscientes de que su venta sin receta médica está prohibida, de los efectos nocivos que tiene su consumo, los culturistas hablan a regañadientes. 'El problema de esto es la ignorancia. Mucha gente quiere ponerse fuerte sin apenas entrenar: conseguir en dos meses lo que otros han logrado en años de sacrificio y entrenamiento'.

Durante un ciclo, un culturista puede engordar 20 kilos de masa muscular. Sin embargo, cuando interrumpe el consumo de esteroides anabolizantes pierde un 80% del peso ganado. 'La gente se obsesiona con el peso. Se miran al espejo y en cuanto pierden un kilo se vuelven locos', dice un culturista, quien cuenta que durante un tiempo aparecieron en el mercado negro fármacos 'rumanos y rusos' ante la dificultad para adquirir en las farmacias grandes cantidades de esteroides anabolizantes: 'En la farmacia te pueden vender una caja o dos sin receta, pero nunca ocho o diez, como necesitamos en los ciclos'.

En el círculo de los gimnasios también se habla de laboratorios clandestinos: 'Miran la composición de los medicamentos y luego tratan de copiarlos. Pero la gente que se toma eso está loca. Es veneno. Hay algunos que han perdido la cabeza de las guarradas que se toman'.

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