La ONU hace concesiones a EE UU para salvar el pacto del clima

Los sumideros -un término que se refiere a la capacidad de absorción de CO2 de la vegetación en determinadas condicio-nes- y cómo contabilizar su efecto en el volumen de emisiones de cada país, son la brecha que separó en la cumbre de noviembre pasado en La Haya a los principales países negociadores del clima: EE UU y la UE. Esta brecha provocó el descalabro de dicha cumbre del clima, que presidió Pronk. Tras el fracaso, la VI Conferencia de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático se pospuso a una segunda cita, que se celebrará en Bonn en julio.

En la fase de preparación de ese segundo encuentro y tras el reciente rechazo del presidente estadounidense al Protocolo de Kioto, el documento de Pronk intenta reconducir las negociaciones. Se trata de un informe de 24 páginas que el jueves se hizo público y que fue enviado el día 9 a los países que asistirán a una reunión preparatoria de alto nivel el 20 y el 21 en Nueva York.

Además del punto de lo sumideros, el documento aborda otros asuntos clave pendientes, como las medidas para garantizar el cumplimiento del protocolo y la ayuda financiera de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo en este ámbito. Propone en concreto un fondo anual de 1.000 millones de dólares al año.

Acuerdo entre las partes

'No sé si [el documento] hace suficientes concesiones a Estados Unidos o a la Unión Europea para poner de acuerdo a las dos partes', comentó ayer Olivier Deleuze, ministro de energía de Bélgica y uno de los miembros de la delegación europea que acaba de concluir una ronda de visitas internacionales para evaluar la situación y hacer presión a favor del Protocolo de Kioto, informa Reuters.

En la introducción al documento, Pronk advierte que el objetivo inicial al reanudarse las negociaciones debería seguir siendo el conjunto de las cuestiones políticas, y que una vez alcanzado el consenso se abrirá el camino hacia la aprobación de las decisiones que están sobre la mesa. El presidente de la conferencia de la Haya también puntualiza que en la redacción del documento ha tenido en cuenta todas las consultas realizadas con las partes de la negociación.

Lo que está pendiente, tras el acuerdo en 1997 sobre el Protocolo de Kioto, es reglamentar sus detalles, es decir, especificar qué puede y no puede hacer cada país obligado a reducir sus emisiones de efecto invernadero para cumplir su compromiso. Son 38 países desarrollados que deben reducir de media un 5,2% antes de 2012 con relación a 1990.

Contabilidad flexible

Una muy flexible utilización de los sumideros, técnicamente denominados Lulucf (siglas en inglés de Uso de la Tierra y Cambios del Uso de la Tierra y Forestación), es la principal exigencia de EE UU. La contabilización favorable del efecto del manejo de bosques y cultivos aligeraría bastante la carga de reducción de emisones que corresponde a ese país.

Frente a esta pretensión, la UE argumenta que hay todavía demasiadas incertidumbres científicas sobre el efecto sumidero y que acceder a las exigencias de EE UU supondría un alto riesgo de quitar toda efectividad al Protocolo de Kioto. Se desconoce hasta qué punto esa redacción favorable interesa ahora a EE UU, después de que George W. Bush ha rechazado de plano el total del Protocolo de Kioto.

El documento de Pronk puntualiza que 'las decisiones sobre las actividades de Lulucf deben basarse sobre ciencia sólida', y agrega: 'Hace falta más trabajo científico y metodológico'. Señala también que 'no deben cambiar el efecto global del Protocolo de Kioto, que es limitar el cambio climático'.

Pronk propone unos baremos para que los países puedan descontarse en sus emisiones el efecto de las actividades Lulucf. Los países más beneficiados se agrupan bajo el liderazgo de Washington en las negociaciones del clima: Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Rusia. Estos países, sin embargo, no han secundado el rechazo de Bush al conjunto del protocolo.Una anciana de 85 años ha muerto y otras dos personas están ingresadas por legionelosis en el Hospital Cruz Roja de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), según informó el jueves el departamento de Sanidad de la Generalitat. Además de la anciana, que falleció el 7 de abril, los afectados son un hombre de 67 años, que ingresó el pasado 28 de marzo, y un joven de 22, hospitalizado desde hace tres días, todos residentes de L'Hospitalet. el pasado día 7, el mismo hospital dio el alta a un hombre de 68 años que padeció la misma infección y vive en la misma calle que el joven internado de 22.

Según el doctor Amat Palou, director médico del Hospital Cruz Roja, los ingresados progresan muy favorablemente y se está a la espera de los resultados de los análisis. 'Si las bacterias son del mismo tipo, habría un foco común de la enfermedad, pero pueden ser diferentes y tratarse de una simple casualidad', precisó Palou.

Paralelamente, la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento y el departamento de Sanidad de la Generalitat han iniciado los análisis ambientales para tratar de localizar el foco o focos de la infección. De momento, han tomado muestras de instalaciones situadas en la zona donde viven los pacientes afectados.