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SALUD

Un especialista advierte de los riesgos para la salud por la instalación sin control de antenas de telefonía

La ausencia de una normativa que regule la instalación de antenas para telefonía móvil empieza a generar protestas vecinales y advertencias de especialistas sobre los posibles riesgos para la salud. Así, vecinos del barrio La Calera de Torrevieja se manifestaron ayer para exigir que se traslade una antena de Telefónica instalada hace cuatro años, informa Pilar Girona. Los vecinos aseguran que han aumentado los casos de cáncer y depresiones, y reclaman que se aleje la antena de las viviendas. Por su parte, el responsable de la Unidad de Investigación del Hospital La Fe de Valencia, Claudio Gómez-Perretta, reclama de las administraciones una normativa para la telefonía móvil sobre la "base de la prevención del riesgo", y que acabe con la instalación indiscriminada de antenas en los centros urbanos. El doctor e investigador afirma contundente: "Si alguien me pregunta si quiero que me instalen una antena, yo le respondo que el síndrome microondas existe, y que puede producir graves alteraciones en el organismo". El síndrome microondas se asocia a la fatiga, irritabilidad, cefaleas, nauseas, modificaciones de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, somnolencia, insomnio y alteraciones sensoriales, y puede derivar en alteraciones electroencefalográficas y perturbaciones en los estimuladores cardíacos, según el experto. Además se dispara la posibilidad de padecer ciertos tipos de cáncer y se incrementa el riesgo de tumores cerebrales.

Desde el hospital La Fe de Valencia se trabaja ahora en diversos estudios epidemiológicos relacionados con el tema. Son muchas las personas que acuden a la unidad para informarse sobre las consecuencias de instalar una antena de telefonía móvil en sus azoteas. Gómez-Perretta recuerda que en países como Dinamarca, Suecia o Suiza, donde la ciudadanía se ha movilizado en contra de las antenas, los gobiernos actúan con cautela a la hora de tomar decisiones relacionadas con la telefonía móvil. En España ocurre lo contrario, ya que no hay normativas o se aprueban disposiciones como la del Ayuntamiento de León, que permite la instalación de antenas a seis metros de una vivienda y a 52 de un colegio, cuando diversos estudios científicos sitúan la distancia prudencial entre 300 y 500 metros.

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