El oxígeno y las neuronas
José López Barneo ha sido elegido como destinatario de la multimillonaria beca de la Fundación Juan March por su trabajo de investigación básica, del que derivaron precisamente las aplicaciones clínicas relacionadas con el Parkinson. "Desde 1988 estamos estudiando el mecanismo de detección del nivel de oxígeno en la sangre, y por eso somos los más conocidos en la comunidad científica internacional", explicó ayer. Se trata de saber cómo una célula detecta el oxígeno, lo mide y luego reacciona en consecuencia. Se han detectado canales iónicos en la pared celular que se abren y cierran en función del nivel de oxígeno, pero todavía quedan cosas por descubrir que pueden llevar a nuevos medicamentos. Es un campo que ha avanzado mucho desde entonces."Cuando se conozca bien cómo se detecta el oxígeno y cuál es el funcionamiento celular, esto será una herramienta farmacológica muy importante", dice López Barneo. Una posible aplicación de este conocimiento básico sería impedir el crecimiento de tumores cortándoles el suministro de sangre, que depende de la presión del oxígeno.
La utilización de determinadas células (las del cuerpo carotídeo) en el tratamiento del Parkinson deriva de esta investigación, ya que durante ella se encontró que producen dopamina, el neurotransmisor que falta en esta enfermedad. Pero ahora se ha presentado una nueva incógnita. Estas células trasplantadas al cerebro son tan longevas que los científicos no se lo explican, y López Barneo y su equipo piensan dedicarse ahora a estudiar el mecanismo de degeneración neuronal partiendo de estas células que no se degeneran.
La ayuda de la Fundación March se concederá todos los años a un científico español menor de 50 años que esté desarrollando en España una investigación original y creativa. En este primer año se ha elegido la biología como área.
