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EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN EN LA COMUNIDAD DE MADRID

11.000 universitarios se quedan sin plaza pública en la carrera elegida

Un total de 11.187 estudiantes de la región que aprobaron la selectividad en junio deberán cursar una carrera que no quieren o acudir a una universidad privada. Otros 24.336, el 68,5% de los admitidos, han tenido más suerte: su nota les permitirá entrar en la titulación elegida como primera opción. Los estudios que más gente dejarán en la calle son los biosanitarios, periodismo e informática. El año pasado sólo el 58% de los admitidos cursó la carrera solicitada.

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Las seis universidades públicas registraron 45.595 preinscripciones de estudiantes tras la selectividad de junio. A ellos hay que sumar los 3.255 que optaban a las plazas de distrito compartido -un porcentaje de hasta un 10% de los pupitres que los centros deben reservar para alumnos procedentes de otras regiones-, de los que sólo consiguió plaza el 49%. De los más de 45.000 inscritos, 35.523 han entrado en primer curso, y otros 10.072 no han sido admitidos.La mayoría de estos últimos no había pasado por la selectividad, según la vicerrectora de la Universidad Complutense, María Teresa Fernández-Pacheco, sino que eran alumnos de formación profesional (que tiene reservado un 15% de las plazas de cada titulación), licenciados que quieren cursar una segunda carrera (1% de las plazas reservadas), mayores de 25 años (1%), extranjeros (1%), discapacitados (3%) y deportistas de alto nivel (1%). Pero de los 35.523 admitidos "la gran mayoría" son aprobados de selectividad, aclara Fernández-Pacheco.

Y es en este grupo, el de los afortunados que pasan los exámenes de acceso, en el que el destino de los alumnos se divide fatalmente: el 68% (24.336 personas)podrá entrar en la carrera que marcó como primera opción; el 32% restante -uno de cada tres, 11.187 estudiantes-, deberá conformarse con estudiar una segunda, tercera o sucesiva opción, o desviarse a la universidad privada. Y eso aunque las plazas son más cada año, y los candidatos a ocuparlas, cada vez menos.

La Universidad Complutense facilitó ayer estos datos y se felicitó porque el porcentaje de estudiantes que ven frustrada su vocación es significativamente menor que el año pasado: un 32% frente al 42% de 1999. Pero María Teresa Fernández-Pacheco es consciente de que el objetivo último es eliminar el cupo de frustrados y aumentar el de, al menos en primer curso, satisfechos. El problema es que "no basta con aumentar las plazas", que ya se hace. "El mayor número de casos de alumnos que no pueden cursar la titulación elegida se da en las carreras biosanitarias -Medicina, Veterinaria, Fisioterapia, Odontología-", afirma la vicerrectora.

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Estudios todos que, una vez formado el estudiante y aterrizado en el mercado laboral, no encuentran una oferta de puestos de trabajo similar a la de plazas de universidad: "Hay demasiados veterinarios, demasiados médicos. Tampoco sería justo hacer más sitio en los centros y luego decirles a estas personas que no hay salida laboral para su profesión", opina Fernández-Pacheco.

Pero no son sólo los aspirantes a médicos u odontólogos quienes pasan por el difícil trago de tener que renunciar a su opción o pagar la plaza en un centro privado. Otras dos carreras que acaparan el cupo de frustrados son Periodismo e Informática. "El caso de Periodismo es paradigmático", explica la vicerrectora de la Complutense, "hay una auténtica avalancha de futuros periodistas; aunque, en realidad, la ha habido siempre", recuerda. "Y este año hay más plazas y en más centros, pero ni con esas".En Humanidades -donde quedan siempre sillas libres para los examinados en septiembre, y aún así sobran después-, Sociales -exceptuando Periodismo- y Ciencias Experimentales -Matemáticas, Física, Química-, no hay problemas. De hecho, en varias de estas carreras, por primera vez, han quedado vacantes para los que lleguen tras la selectividad de septiembre. Como también han sobrado en Derecho y en varias ingenierías.

La segunda ronda de los exámenes de acceso a la universidad, que se realizará durante los días 20, 21 y 22 de este mes, convocará a los más de 6.000 candidatos que no aprobaron en junio, y que quieran repetir la experiencia, y a quienes suspendieron el bachillerato entonces y no pudieron presentarse a las pruebas.

El número de plazas vacantes de primer curso en las universidades públicas se distribuye de la siguiente manera: la Complutense cuenta con 4.346 sillas (ha asignado ya otras 16.939); en la Autónoma hay 2.893 sin ocupar (y 5.753 con dueño); la Universidad de Alcalá de Henares ofrece 2.047 plazas (ha asignado 3.787); la Politécnica cuenta con 477 (más otras 7.487 ya ocupadas) y a la Carlos III no le quedan más que "cuarenta o cincuenta", según el consejero de Educación, Gustavo Villapalos, que no dispone de los datos referentes a la Universidad Rey Juan Carlos, de reciente creación. Hay, por tanto y en principio, más plazas que aspirantes. Pero también menos variedad de oferta.

Las titulaciones más solicitadas en junio fueron Administración y Dirección de Empresas, Periodismo, Informática, Psicología y Derecho. Las menos, las filologías Románica, Hebrea, Eslava e Italiana y la carrera de Magisterio de Lengua Extranjera en Francés. Un año más, la nota de corte -calificación mínima de acceso- más alta se la llevó Fisioterapia (8,2), acompañada en el podio por Telecomunicaciones (8,05) y Medicina (7,91). Por primera vez, este año el expediente de bachillerato cuenta más (un 60%) que la nota de selectividad (un 40%).

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