Las jugadoras de voleiplaya se niegan a competir en minibiquini
¿Qué dirían las atletas olímpicas si se las obligara a competir en minúsculos biquinis? La reacción de los organizadores y de las jugadoras del Campeonato Nacional de Voleiplaya, que ha empezado en Sidney esta semana, ante la normativa de la Federación Internacional de Voleibol ha sido contundente: han ignorado por completo las nuevas reglas en lo que a indumentaria se refiere. Las jugadoras han decidido ellas mismas qué ponerse para salir a jugar. En el torneo que se acaba de celebrar en la playa de Manly, las participantes han podido vestir shorts en lugar de biquinis, contrariamente a lo que se establece en el del reglamento aprobado por la Federacion Internacional de Voleibol el año pasado y que entraba en vigor este mes.La decisión de los organizadores ha sido dejar libertad de indumentaria a los equipos, siempre que no choque con los intereses deportivos y de los patrocinadores. Los promotores de esta competición han considerado sexista y retrógrada las medidas de la Federacion Internacional, según las cuales el uso de biquinis en las competiciones es obligatorio, y la tira de las caderas no debe tener un ancho superior a los seis centímetros.
En las competiciones australianas, las jugadoras suelen llevar dos piezas (shorts y camiseta, de manga corta o larga), o bodies. Los organizadores han interpretado la normativa como una forma de potenciar el sex appeal de las atletas. Cuando se aprobó hace un año, ya creó controversia. Para el entrenador del equipo nacional de voleibol femenino, Brad Saindon, "la medida es un paso atrás en el deporte femenino. Esta norma parece más pensada para favorecer modelos de pasarela que a atletas".
La medalla de bronce australiana en los Juegos de Atlanta y número uno del voleiplaya, de 24 años, ha declarado que "muchas jugadoras más jóvenes pueden sentirse intimidadas porque lo habitual en Australia es jugar en shorts y camiseta, y no enseñarlo todo".
El voleiplaya es deporte olímpico desde los Juegos de Atlanta en 1996. En las playas australianas, donde el deporte estrella es el surf, es menos popular que en las de California, pero es también sinónimo de cuerpos bronceados, ágiles, fuertes, bien esculpidos y de dieta sana que hace que las jugadoras parezcan modelos de portada de revista. Ello explica el gran auge que ha tenido en televisión desde la década de los ochenta.
