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Donde hay comercio hay vida JOSU JON IMAZ

Aboga el autor por alcanzar un modelo comercial de equilibrio entre la gran superficie y el pequeño comercio urbano.

En vísperas de que el Gobierno presente un nuevo decreto que reordene el equilibrio entre el comercio urbano y las grandes superficies, se ha desatado dentro del sector un debate sobre la bondad de la nueva propuesta. El proyecto parece contar de antemano con la aprobación del comerciante urbano, ha sido recibido con neutralidad desde entidades representativas del sector en su conjunto y calificado de ingenuo por quienes entienden que difícilmente se puede ir desde la Administración pública en contra de la libre competencia que establecen las leyes del mercado.El diagnóstico del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, al que corresponde la función de fomentar y ordenar la actividad comercial, parte de la premisa de que el sector de distribución se encuentra sumido en una problemática compleja, ocasionada esencialmente por la transformación de los mercados a los nuevos entornos de negocio. La liberalización del comercio internacional, la ampliación de mercados, los procesos de fusión y concentración entre las empresas del sector, la aparición de nuevas tipologías comerciales, el incremento de grandes superficies, la adopción de nuevas formas por parte de las grandes empresas de la distribución, las innovaciones tecnológicas y los cambios en los hábitos de los consumidores, entre otras cuestiones, están obligando al sector a encarar situaciones complicadas que requieren de un decidido impulso a la transformación de las fórmulas más tradicionales del comercio. Paralelamente, los efectos de desertización comercial, provocados en determinadas áreas urbanas como consecuencia de la evolución urbanística y la aparición de los grandes formatos comerciales en la periferia de las ciudades hacen necesario el desarrollo de una serie de programas que contribuya a potenciar la capacidad de atracción de la demanda comercial urbana, sin olvidar, a la hora de planificar los futuros entornos, las sinergias que producen en el comercio otros sectores de actividad económica complementarios como son el turismo o el ocio.

Para responder a esta situación, el Plan de Promoción Económica que el Departamento de Industria, Comercio y Turismo, en colaboración con las tres Diputaciones Forales, está preparando para el sector comercial contempla cuatro líneas estratégicas de actuación:

- La primera, relativa a la modernización de la estructura comercial y de la especialización sectorial, quiere incidir en la mejora de las técnicas de comercialización y en una mayor racionalización y/o reducción de costes en el proceso de distribución. A tal efecto, la Administración plantea apoyos financieros a proyectos de inversión y desarrollo del comercio electrónico.

- Con respecto a la promoción y adaptación a las nuevas tecnologías, se entiende que la adecuación del comercio a las necesidades del mercado no sólo exige inversiones en mejoras físicas, también se requiere incrementar la capacidad productiva e invertir en la innovación tecnológica, por lo que se establecerán planes informáticos para el comercio, formación específica, programas de sensibilización y generación de centros I+D en la distribución.La estructura del sector comercial es determinante en la configuración de las villas y ciudades, y afecta al desarrollo de los núcleos urbanos. Los Planes Especiales de Revitalización Comercial buscan un equilibrio económico y social entre los centros urbanos y los polos comerciales más periféricos. A tal efecto la Administración elaborará estudios de revitalización urbana, programas de cofinanciación y sensibilización sobre la función vertebradora del comercio y su incidencia en los modelos urbanos.

- La formación es un intangible determinante en el éxito comercial. No sólo es necesario invertir en equipamientos físicos y tecnológicos sino que es ineludible invertir en profesionalización y conocimiento. Se trata de ayudas financieras a la formación, asistencia técnica, formación de especialistas, planes de becas y fomento del asociacionismo.

- Finalmente, ya que el sector de distribución comercial, junto con la banca y la hostelería, actuará de introductor e interlocutor ante los consumidores con relación al euro, el objetivo es que el sector esté preparado para que la introducción de la nueva moneda suponga más una oportunidad que una amenaza.

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Por todo ello, en el Departamento de Industria, Comercio y Turismo entendemos que la Administración debe velar por el mantenimiento de un sistema que garantice el equilibrio entre grandes y pequeñas empresas, la existencia de un equipamiento comercial adecuado, una oferta en condiciones de calidad, variedad y precio, y la competencia entre empresas, evitando situaciones de dominio de mercado.

En este sentido, los pequeños empresarios están llamados a adaptarse a la nueva situación, redefiniendo, en cada caso, su estrategia de mercado, su línea de negocio y sus productos. El tamaño de las empresas no supone per se una ventaja, pero también es cierto que sin una dimensión adecuada no se puede competir adecuadamente. Ahora más que nunca, la innovación tecnológica, la formación adecuada, el servicio personalizado y las centrales de compra, entre otros, constituyen herramientas que garantizan la supervivencia del pequeño comercio.

Precisamente, para velar por el mantenimiento de un sistema que garantice el equilibrio entre grandes y pequeñas empresas, la existencia de un equipamiento comercial adecuado y la competencia entre empresas, evitando situaciones de dominio de mercado, es por lo que en breve el Gobierno Vasco aprobará determinadas modificaciones con respecto a la normativa ahora vigente.

Las modificaciones más significativas van a ser: Nueva definición de cuanto se entiende por gran empresa; determinación del área de impacto comarcal; ampliación sectorial, que incluyan los equipamientos de hogar, personal, deportes y otros, además del ámbito alimentario; y la creación de una Comisión de Equipamientos Comerciales que actúe de encuentro para analizar los objetivos.

Apostamos, en definitiva, por un sector comercial pujante, de gran fortaleza económica, capaz de ofrecer diversidad y calidad, que responda a la demanda de los consumidores y que posibilite, al mismo tiempo, un habitat comercial urbano agradable y atractivo. Donde

hay comercio, hay vida.

Josu Jon Imaz es consejero de Industria, Comercio y Turismo.

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