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POLÍTICA CIENTÍFICA

El escaso gasto en I+D de algunos países dificulta la estrategia europea

"La inversión europea en investigación es un 1,8% del producto interior bruto (PIB) como media, muy por detrás del 2,8% de Estados Unidos y del casi 3% de Japón, y varias economías emergentes están camino de alcanzarnos. Es más, hay una amplia divergencia entre los países miembros de la UE que dificultan la definición de objetivos comunes", alertó la semana pasada Jorma Routti, director general de Investigación de la Comisión Europea, en una conferencia pronunciada en el Reino Unido acerca de la política europea de investigación. España dedicó en 1998 un 0,9% de su PIB a investigación y desarrollo.Además, Routti destacó la debilidad de las invenciones tecnológicas europeas patentables en comparación con Estados Unidos. "Pero, probablemente, los problemas fundamentales de la política de investigación europea no están a nivel comunitario, sino nacional", añadió.

La colaboración europea en investigación representa todavía una fina capa de actividad en los diferentes programas nacionales, explicó el finlandés Routti, ya que cuatro quintas partes de la investigación realizada con inversión pública se desenvuelven en estructuras nacionales organizadas según normas administrativas y legales diferentes. "Nos encontramos, pues, en una situación en que, aunque la investigación europea como tal ha crecido, no hay todavía una política europea para la mayor parte del gasto en investigación", dijo el director general, puntualizando que la estandarización absoluta de los sistemas nacionales no es ni realista ni deseable.

Dudosa sabiduría

En la elaborada conferencia que impartió en la Universidad de Southampton, Routti reconoció que muchos científicos dudan de la sabiduría de los políticos como gestores de la ciencia. Sin embargo, argumentó que la politización de la gestión de la investigación está relacionada con los cambios de paradigma en la ciencia y su interacción con la sociedad. Recordó que la investigación básica impulsada sencillamente por la curiosidad "ha generado y sigue generando descubrimientos significativos y a menudo inesperados de gran valor económico e industrial". Por ello, "está plenamente justificado continuar por este camino y proporcionar apoyo a los proyectos e investigaciones de ciencia básica más merecedores, empleando la evaluación entre pares".Pero actualmente esto no es todo, añadió Routti. "Hoy día la ciencia y la tecnología son también las fuerzas principales que impulsan a nuestras sociedades y su desarrollo industrial, económico y social". Así, "los nuevos retos han conducido a nuevas políticas científicas relacionadas con el crecimiento económico, la competitividad y el empleo".

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