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Calleja narra la otra cara de la duquesa de Alba y reconstruye el siglo XVIII

María Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba, vivió sólo 40 años pero su nombre está envuelto en el halo de misterio de los personajes que forman parte de la leyenda. Alabada y denostada, objeto de escándalos y conjeturas, fue una mujer desdichada. Así lo cree la historiadora Concepción Calleja, que se ha acercado al lado más humano de la duquesa en su biografía El último beso de Cayetana de Alba, presentada ayer en Sevilla.

Calleja (Barcelona, 1964) ha partido de hechos reales y documentos originales para reconstruir el último tercio del siglo XVIII español y sus acontecimientos más importantes a través de la realidad cotidiana de sus protagonistas: Carlos III, María Luisa de Parma, Manuel de Godoy, Carlos IV, Francisco de Goya y la duquesa de Alba (1762-1802)."Se ha especulado mucho sobre su vida y sus amoríos, se le ha tachado de frívola, pero a mí me interesaba mostrar otra cara. Creo que para juzgar a una persona hay que conocerla en todas su facetas, y Cayetana de Alba fue una mujer culta, mecenas de artistas y generosa con los sirvientes" dijo ayer la autora en la presentación de la obra -publicada por Espasa- en la sede la Fundación Winterthur, a la que asistieron Cayetana Fitz-James Stuart y el duque de Lugo, presidente de la fundación.

"Cayetana de Alba fue una muy triste, con una infancia carente del cariño de sus padres, los duques de Huéscar. Fue una ausencia que la dejó marcada, pues ella sólo contó con la figura de su abuelo paterno, Fernando de Silva Álvarez de Toledo, y de su aya, que la crió", señaló Calleja, que ha incluido en el libro el testamento de la duquesa. "Es cierto que dejó gran parte de su herencia a los criados", declaró.

El asunto de la herencia dio pábulo a conjeturas sobre su enigmática muerte: se pensaba que podía haber sido envenenada por sus sirvientes, pero también por la reina, María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV, con quien se disputó el amor de Juan de Pignatelli. "La segunda exhumación del cadáver en 1945 demuestra que murió de meningitis", precisó.

La biografía, que le ha llevado dos años de investigación, no olvida las supuestas relaciones amorosas con Godoy o Goya, pero deja la duda. "La relación con el pintor no está probada, pero Goya llega a la casa de la duquesa en Sanlúcar de Barrameda solo. De Los Caprichos se deduce que pudo haber intimidad entre ambos", opina. Casada a la edad de 12 años, Cayetana de Alba vivió, según la escritora, en una eterna adolescencia.

Para el periodista José Luis Balbín, que presentó el libro, esta biografía va más allá del mito que rodea a la duquesa "porque traspasa la barrera de aureola del personaje y se adentra en la personalidad de una mujer que no se mereció tanto escándalo". Balbín, quien describió a Cayetana de Alba como una mujer "más valiente que insensata", resaltó la descripción del Madrid de la época y su rigor histórico.

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El libro está prologado por la actual duquesa de Alba, presidenta de honor de la Asociación Sevillana de Esclerosis Múltiple y a cuyo beneficio se vendieron los ejemplares que se llevaron al Winterthur.

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