_
_
_
_
_

La UE confirma un nuevo clima de entendimiento con el Gobierno de Ankara

Xavier Vidal-Folch

La Unión Europea (UE) y Turquía continúan su acercamiento. Los quince ministros de Exteriores escucharon ayer en su Consejo formal a su homólogo turco, Ismail Cem, en el que éste lanzó promesas de democratización y reconoció "la necesidad de cierto progreso" en el ámbito de los derechos humanos y el Estado de derecho."Nos hemos sentido estimulados porque el Gobierno turco entiende que debe realizar avances", reaccionó la finlandesa Tarha Halonen, presidenta de turno. "Hay un verdadero cambio de clima", añadió el francés Hubert Védrine.

Sin buscar en ello "ni excusa ni pretexto", Cem sostuvo que "las dificultades que hemos debido afrontar en el desarrollo de ciertos aspectos de nuestra democracia son debidas, principalmente, a la terrible campaña de terrorismo" sufrida en los últimos 15 años.

Pero desde hace tres meses Bulent Ecevit encabeza el Gobierno con una "sólida mayoría parlamentaria", acelerando las reformas. Ha enmendado la Constitución para excluir a los militares de los tribunales de seguridad, ha aumentado las penas a los torturadores y ha aplazado los procesos a los acusados de incitación al secesionismo, ejemplificó Cem. A menos terrorismo, más rapidez democratizadora, prometió.

Es lo que de momento querían oír sus interlocutores, por lo que confirmaron a su huésped el deshielo. Éste acabó de fraguarse el pasado día 4, cuando Yorgos Papandreu solemnizó el viraje de la política griega asegurando que no planteaba objeciones de principio a considerar a Turquía como candidata al ingreso en la UE, y los Quince pactaron un paquete de ayuda a la reconstrucción tras el terremoto, confeccionado por la propia Atenas y la Comisión, aprobado ayer.

Hay buenas palabras y mucho dinero. Pero aún escasean los avances democráticos concretos, aparte de los legales, en asuntos como la invasión de Chipre, el trato a los kurdos y el contencioso del Egeo. Grecia y otros esperan "un gesto". Todos, sin anunciarlo -para no herir el orgullo turco- saben que sin el indulto al líder kurdo Abdulá Ocalan, condenado a muerte, el acercamiento se estancará. Se lo dicen en privado. Lo callan diplomáticamente en público, esperando que Ankara reaccione espontáneamente. Al preguntársele a Cem en la sala de prensa por el indulto a Ocalan, contesta diciendo que no ha pactado "una relación de compromisos", y se escabulle. Pero Turquía deberá mover pieza si quiere que la cumbre de Helsinki le otorgue en diciembre el estatuto de candidato.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Batalla diplomática

Los Quince decidieron instruir al Comité de Representantes Permanentes (Coreper) para que presente propuestas concretas que disuelvan la batalla idiomática de los Consejos informales. España e Italia insisten en que, si se emplea el alemán, además del francés y el inglés, debe emplearse también el español y el italiano. Los ministros ya enviaron el asunto a sus embajadores el pasado día 4, en el Consejo informal de Saariselkä, para que "estudiasen el litigio". Pero éstos no lograron otro acuerdo que el de devolverles la patata caliente. Ahora, los ministros se la devuelven otra vez con la instrucción de que formulen propuestas. España ha amenazado en el Coreper con un boicoteo a los Consejos informales, siempre viable porque deben convocarse por unanimidad, pero ayer no reiteró esa amenaza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_