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Disney pagará más de 20.000 millones a un antiguo ejecutivo

Fin de una embarazosa batalla en Hollywood

Un acuerdo extrajudicial con 20.000 millones de pesetas de por medio ha puesto fin a la batalla más embarazosa de Hollywood: la que mantenía la compañía Walt Disney con su antiguo directivo Jeffrey Katzenberg, que trataba de hacer valer un contrato blindado. Disney pagará a Katzenberg un porcentaje de los beneficios obtenidos por los productos lanzados en los años que este ejecutivo estuvo al frente la empresa, entre 1984 y 1994.

La cantidad exacta que percibirá Katzenberg no se ha difundido, aunque se da por hecho que supera los 120 millones de dólares (casi 20.000 millones de pesetas). Katzenberg se marchó voluntariamente de Disney por disputas personales con el presidente de la compañía, Michael Eisner, que se negó a nombrarle número dos de la empresa cuando falleció el directivo que ocupaba ese lugar. A los pocos meses, Katzenberg se alió con Steven Spielberg y David Geffen para crear la productora Dreamworks SKG, que recientemente ha competido contra Disney con la película de animación El Príncipe de Egipto. Katzenberg presentó una demanda contra Walt Disney al entender que en su contrato quedaba estipulado que recibiría el 2% de los beneficios presentes y futuros de todos los productos lanzados bajo su supervisión; algunos de ellos, como las películas La Bella y la Bestia y El Rey León, sacaron del ostracismo a la compañía cuando atravesaba un mal momento. Katzenberg aseguraba que ese 2% ascendía a 580 millones de dólares (más de 90.000 millones de pesetas).

Un juez estableció en mayo que Katzenberg merecía, en efecto, una parte de los beneficios. La segunda fase del juicio, que debía haber comenzado la próxima semana, iba a establecer a cuánto ascendía esa cantidad. Paradójicamente los directivos de Walt Disney se habían esforzado en argumentar la supuestamente escasa rentabilidad de sus productos para tratar de ahorrar millones de dólares en el pago de la indemnización. Katzenberg ya había recibido otros 117 millones de dólares (19.000 millones de pesetas) en concepto de primas por los beneficios obtenidos.

El juicio ha puesto sobre la mesa dos de los elementos más comunes en la industria del entretenimiento: el blindaje de contratos multimillonarios de los altos cargos y las amargas luchas de poder. Cuando el presidente de Disney, Michael Eisner, testificó durante el juicio, reconoció que en una ocasión se refirió a Katzenberg con la frase "odio a este enanito".

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