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GUERRA EN YUGOSLAVIA El procesamiento de Milosevic

Belgrado sigue sin reconocer la jurisdicción del organismo

El Gobierno de Slobodan Milosevic calificó ayer de "parcial" la decisión de acusar al líder yugoslavo de crímenes de guerra y llevar el caso ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya. La primera reacción de Belgrado ante un paso que transforma a Milosevic en el primer jefe de Estado en funciones en ser acusado de crímenes de guerra fue contenida.Goran Matic, ministro sin cartera del Gobierno federal y un personaje influyente del régimen, dijo que la acusación es una maniobra política y, por tanto, Belgrado no reconoce la jurisdicción del Tribunal de La Haya.

"Es un tribunal privado creado por Madelaine Albright, Wesley Clark y James Rubin para encausar a aquella gente que no piensa como ellos", dijo Matic refiriéndose a la secretaria de Estado norteamericana, el comandante supremo de la OTAN en Europa y el portavoz del Departamento de Estado.

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La acusación contra Milosevic planteó inesperadamente un dilema en el de por sí delicado proceso de negociaciones políticas para poner fin a los devastadores ataques aliados iniciados el 24 de marzo. ¿Pueden los líderes de la OTAN negociar con un criminal de guerra?

Milosevic se reunió ayer con el ex primer ministro griego Constantino Miksotakis. "Yugoslavia, persistentemente, está por la paz, lo que significa que la solución de los problemas debe transferirse del plano militar a la esfera política", dijo Milosevic, según la agencia oficial Tanjug. Ésta le atribuyó otro llamamiento a favor de la suspensión inmediata de los bombardeos aliados. En la reunión también estuvo presente Milan Milutinovic, uno de los cinco acusados de crímenes de guerra.

En medios próximos al Gobierno se describía ayer la acusación contra Milosevic y los otros cuatro altos cargos yugoslavos como un rudo golpe para la estrategia política del acosado presidente. "Milosevic estaba dispuesto a hacer concesiones. Ahora las cosas se han complicado en un grado que sólo hace suponer lo peor", dijo un funcionario con acceso al reducido círculo de colaboradores del presidente.

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"Una de las cuestiones en las que Milosevic insistía para hallar una salida era la obtención de garantías para que no se le juzgue como criminal de guerra. Hoy todo ha cambiado. El endurecimiento de la posición de Belgrado es inevitable", añadió.

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