Manuel Oñorbe, médico
El doctor Manuel Oñorbe Garbayo falleció el pasado martes día 9 de febrero en Madrid, en su domicilio, a los 93 años de edad, súbitamente y con una salud envidiable hasta su muerte. Era navarro de Tudela y médico del Cuerpo de Sanidad Nacional, y como tal contribuyó decisivamente a la puesta en marcha del seguro obligatorio de enfermedad (SOE) y de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social, base del actual Sistema Nacional de Salud (SNS) español.Cuando a principios de los años cuarenta se creó el seguro obligatorio de enfermedad, un grupo de médicos de Sanidad constituyó el Cuerpo de Médicos Inspectores del INP (SS), y, bajo el liderazgo del doctor Primitivo de la Quintana, apostó por el desarrollo del entonces incipiente seguro. Desde el SOE primero y luego desde el INP, pusieron las bases de un edificio cuya evolución futura nadie entonces podía prever. En este grupo, el doctor Juan Pedro de la Cámara diseña lo que sería la moderna red de hospitales de la SS con su plan nacional de instalaciones, y el doctor Oñorbe, junto con el doctor Díaz de Rada, su gran amigo, ponen en pie la singular arquitectura organizativo-asistencial de los ambulatorios de la Seguridad Social, con sus cupos médicos, los especialistas de referencia, pirámide de especialistas que corresponden a cada médico, la retribución en función de las cartillas, su dedicación a tiempo parcial, etcétera (un sistema que parcialmente todavía pervive hoy).
El doctor Oñorbe tuvo un especial protagonismo en la ordenación del personal médico de la Seguridad Social, tan decisiva para la consolidación del modelo asistencial. En primer lugar, con la creación de la Escala Nacional de 1950, que estableció el sistema de medicina ambulatoria de la SS, y con la importante decisión en 1947 (conjunta con su amigo el doctor Díaz de Rada, éste desde el rival Ministerio de Gobernación) de que los médicos rurales (APD) fueran también los médicos generales del seguro de sus localidades. En segundo lugar, a través de la organización de las
plantillas médicas de los servicios de la incipiente red de hospitales de la SS, con su vertebración según especialidades y con la jerarquización de sus equipos médicos. De toda esta etapa de la construcción del SNS español queda muy poco escrito, y existe, desgraciadamente, muy poca información. El doctor Oñorbe, durante los últimos años, con la ayuda de sus hijos sanitarios, aportó con entusiasmo sus archivos y los datos de su excelente memoria para su reconstrucción (ver la excelente tesis de la profesora A. Guillén, publicada por la Fundación J. March).
Sirva este recuerdo del doctor Oñorbe de homenaje a la generación de sanitarios que, con las muchas limitaciones de los años en los que les tocó vivir, aportaron y contribuyeron decisivamente a la construcción de la actual sanidad pública de nuestro país. Con sus defectos, pero también con algunas de sus mejores virtudes. A nosotros nos toca consolidarlas y mejorarlas. Descanse en paz el doctor Oñorbe.-
