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Hika presenta en Vitoria la obra infantil "Xagukumeak"

El grupo Hika Antzerki Taldea presenta mañana en el Teatro Principal de Vitoria la obra Xagukumeak, en euskera y dirigida a un público de entre 5 y 12 años. Con sólo tres actores, la compañía crea un montaje "vistoso, con elementos como luces, globos, humo y canciones en directo", que consigue implicar al público hasta el punto de que "muchas veces", según explicó la actriz Belén Cruz, "las voces y gritos de los niños impiden que se nos escuche". La intérprete comparte escenario con Miren Gojenola y Mikel Laskurain. La directora es Agurtzane Intxaurraga. La obra cuenta la historia de "dos ratoncitas que se escapan de su casa para acudir a la plaza de su pueblo en fiestas a ver una obra de teatro y allí son perseguidas por un cazador de ratones". El público de Vitoria verá la versión para interior de una pieza creada inicialmente para ser representada en la calle. Hika Antzerki Taldea estrenó Xagukumeak el pasado mes de julio en el festival de teatro de calle de Lekeitio. Tras representar la obra en diferentes localidades de Euskadi todo el verano, la modificó para poder presentarla en teatros y la presentó en las Jornadas de Teatro de Getxo, en el mes de octubre. Sólo en euskera Desde entonces la compañía ha alternado las actuaciones en espacios abiertos y cerrados. El entorno condiciona la forma de presentación del montaje ya que incorpora diferentes elementos según el lugar: pirotecnia y ejercicios semiacrobáticos en bicicleta en la calle, y luces y globos que caen sobre el público en teatros y colegios. La obra sólo tiene versión en euskera. Belén Cruz señaló en este sentido: "Al limitar a Euskadi nuestro ámbito de actuación, no merece la pena hacer el esfuerzo de ensayar una versión en castellano". En sus dos anteriores montajes, la compañía empleó ambos idiomas y comprobó que "no era rentable porque el porcentaje de representaciones en castellano fue mínimo". Además de participar activamente en la obra como coro de las canciones de los protagonistas, los niños reciben un crucigrama que, una vez resuelto, deben envíar al grupo de teatro. Los miembros del colectivo les remiten entonces una postal a la que los jóvenes espectadores pueden pegar su foto.

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