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Insulina y disciplina

"Cuando te diagnostican diabetes es una situación increíble de desconcierto, sobre todo porque te dicen que no se cura y que debes llevar una calidad de vida perfecta para que el organismo no tenga consecuencias", cuenta Marta Victorio, quien a sus 25 años es desde hace 10 insulinodependiente. "Te dicen que tu vida depende de la insulina y no te planteas si te da asco o no; piensas: "Me lo tengo que poner por narices", y lo asumes de una forma bastante maja". En cifras aproximadas, en España hay actualmente un millón y medio de diabéticos, de los cuales, un tercio consumen insulina, ya que, además de los 150.000 insulinodependientes con diabetes tipo I, necesitan tratamiento con insulina un 30% de los de tipo II.

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El endocrinólogo Julio Freíjanes explica que "los avances en tratamiento, más que conceptuales, se orientan en comodidad para el paciente, haciéndole la vida más fácil".

Marta Victorio lo confirma: "Cuando empecé, las jeringuillas eran jabalinas, y ahora son tan finas como un pelo, te das un pellizquito y aprietas el boli, ni te duele ni nada; y los reflectómetros, que antes eran una carga enorme, ahora son diminutos".

En general, los insulinodependientes deben hacer cinco comidas ligeras e inyectarse tres dosis de insulina cada día, dependiendo las cantidades del ejercicio físico que hagan, una disciplina que Marta Victorio compara con la de los deportistas de elite: "Somos fórmulas uno, continuamente en revisión y continuamente a punto. El día a día es un poco tedioso de aprender, pero fácilmente llevadero, no te trastoca la vida para nada", y pone un ejemplo: "Cuando te lavas los dientes no piensas que si no lo haces vas a tener caries; lo haces por inercia, y lo nuestro es exactamente igual".

A diferencia de la diabetes tipo II, que suele presentarse en mayores de 40 años, la tipo I aparece a menudo en la pubertad. Sobre las repercusiones psicológicas de una a aparición tan temprana, Marta Victorio cuenta que "es un proceso acelerado de maduración y educación, te obliga a ser responsable desde los 14 años del cuidado de tu cuerpo, y tienes que aprender a nutrirte; al fin y al cabo, nuestros hábitos de vida son los de cualquiera que se cuide, sobre todo hoy, con tanto culto al cuerpo".

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