María Orán y la España verídica
La presencia en el Festival de París de María Orán, como protagonista en la ópera de Falla La vida breve, interpretada el pasado viernes, renueva la actualidad de esta soprano singular. Formada en España, pronto se advirtieron las cualidades de la cantante. Gian Carlo Menotti, cuando dirigió el montaje de su ópera El cónsul, en Madrid, encontró su personaje en María Orán, después de probar a otras muchas intérpretes. Si el éxito fue grande, cobró mayor importancia para la carrera de la Orán, pues nos descubrió una artista operística de gran vuelo.Otra característica de nuestra soprano: el mantenimiento del mismo alto nivel cualitativo en el repertorio operístico y en el lied, en el oratorio o en la canción francesa. Una vez divulgado el nombre de María Orán en Italia, Inglaterra, Francia, Bélgica, y otros muchos países, la Escuela Superior de Música de Freiburg la llama a su cuadro de catedráticos en 1978. Centro importante las grandes actividades pedagógicas no impiden a María Orán permanecer activa en el mundo del concierto y el teatro musical. Es más: por voz, por comprensión, por hondura, cada nueva salida a escena de María Orán nos admira en mayor grado. Hace unos meses fue su prodigiosa versión de Las ilumínaciones, de Britten; ahora, esta Salud de La vida breve, de un verismo a la española, sutil, rebelde e idealizado, que convierte al personaje, en muchos aspectos, en la contrafigura de Carmen.
Sin duda alguna, la creación de la pequeña gran figura fallesca ha sido lo mejor que don Manuel ha recibido del Festival de París, que tiene a España como invitada principal. María Orán -y con ella Manuel Cid- supo identificarse con la visión que de la gran partitura tiene el compositor y director Cristóbal Halffter, heredero directo, por vía de sus tíos, Rodolfo y Ernesto, de una tradición musical españolista y universal proclamada por Barbieri y Pedrell y hecha realidad en el plano de Albéniz y en la obra auténtica de Falla.
