Venecia quiere recuperar los restos de Giacomo Casanova
Venecia quiere que el Gobierno de Praga le devuelva los restos mortales de su hijo Giacomo Casanova, nacido el 5 de abril de 1725 y expulsado de su ciudad en 1782. Las autoridades de la ciudad de los canales han decidido además dedicarle el próximo carnaval, recordando que Casanova no había sido sólo un gran libertino, sino también un gran erudito.
La idea de recuperar a Casanova y de resucitar su mito ha sido, paradójicamente, del concejal democristiano y católico, responsable del turismo, Augusto Salvadori, ya famoso por haber sido el que meses atrás había declarado la guerra a los jóvenes que llegaban a Venecía con sus sacos de dormir, acusándoles de haber convertido la fantástica plaza de San Marcos en un inmenso dormitorio-comedor. Salvatori fue también quien había prohibido a los gondoleros el cantar a los turistas las románticas canciones napolitanas, sustituyéndolas por las coplas venecianas, según el concejal no menos sentimentales y melódicas.Ahora, con un nuevo gesto espectacular, el concejal responsable de turismo quiere que las cenizas del ilustre amador vuelvan a su ciudad natal como desagravio a que 16 años antes de su muerte. Venecia lo había expulsado con motivo de la publicación de su obra Ni amores ni mujeres, que revelaba los secretos picantes de algunos nobles venecianos de aquella época.
En realidad, la vida del gran Casanova, primero clérigo y secretario del cardenal Acquaviva y más tarde encarcelado por la Santa Inquisición, acusado de haber participado en el rapto de una jovencita y de practicar la brujería, había sido muy agitada: había frecuentado, tras haber abandonado los hábitos, las principales cortes de Europa, había sido encarcelado en España, expulsado de París, donde había introducido el juego de la lotería, y en su misma Venecia había gustado el amargor de la durísima mazmorra situada detrás del palacio de los Dogos.
Antecesor de Verne
Los restos mortales de Casanova descansan en el pueblecito de Dux, en Bohemia, cerca de Bratislavia, a 100 kilómetros de Praga. Había muerto allí a la edad de 73 años, tras haber pasado por la última aventura de escritor. Allí, en efecto, escribió en francés la obra Memorie y una novela en la que se imagina un viaje en torno al mundo, que algunos consideran como una anticipación de los libros de Julio Veme.Si se llevara a cabo el proyecto de dedicarle el carnaval tras haber conseguido el traslado de sus restos desde Praga a Venecia, no cabe duda de que el ya famoso carnaval veneciano atraerá aún más la atención internacional, ya que la intención es la de representar "el proceso y glorificación" del mítico aventurero, impenitente, culto y libertino abad Casanova.
