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Martín arrolla, Márquez y Bagnaia colisionan y Acosta sube al podio en un trepidante GP de Portugal

El subcampeón del mundo emerge por primera vez en su carrera como líder del certamen, el novato maravilla y los campeones de Ducati abren la caja de los truenos

Jorge Martin celebra su victoria en Portimao.
Jorge Martin celebra su victoria en Portimao.Rodrigo Antunes (REUTERS)

Jorge Martín lleva ya dos temporadas sintiendo que ha hecho méritos de sobras para subir al equipo oficial de Ducati. En su tercera y última intentona, ha empezado mejor que nunca, emergiendo del segundo fin de semana de competición en 2024 como líder del campeonato. Después de arrasar este domingo en el GP de Portugal, colocándose líder en la primera curva tras partir tercero, el madrileño de 26 años parece haber encontrado la constancia que se pedía a sí mismo tras rozar la corona el año pasado. El piloto del Pramac es el único que no se ha bajado del podio todavía, y después de un final de carrera trepidante estuvo acompañado por Enea Bastianini, quien ocupa el puesto que el madrileño anhela, y el novato Pedro Acosta, el tercer piloto más joven de la historia en subirse al cajón a sus 19 años.

“He sacado el martillo, demostrando vuelta a vuelta mi ritmo, volver a ganar es fantástico”, celebraba el cabecilla del certamen. Es su sexta victoria en MotoGP, y otro recordatorio para la fábrica de que quiere vestir, en 2025, de rojo. “Yo ya he demostrado lo que tenía que demostrar, y seguiré demostrando”, presumía el de San Sebastián de los Reyes.

El explosivo desenlace despertó del letargo a los espectadores, salvados por el descaro de Acosta, el debutante de GasGas, que sin saberlo abrió la caja de los truenos en Ducati con su adelantamiento al campeón Pecco Bagnaia a cinco vueltas del final. Tras una larga persecución, el murciano cazó al número uno después de zamparse sin gran dificultad a sus dos compañeros de KTM y al ocho veces campeón del mundo, Marc Márquez. Es la segunda vez que le adelanta en dos grandes premios. El nuevo miembro de la familia Ducati, sin embargo, se pegó al ‘Tiburón’ de Mazarrón y olió sangre cuando se vio detrás del defensor de la corona.

Márquez le metió la moto en dos ocasiones con una maniobra al límite, la misma que usó sobre Martín en la jornada previa para llevarse la segunda plaza en el ‘sprint’. Este domingo rozó la tragedia en la primera intentona, y a la segunda se fue algo largo, bloqueando el paso de Bagnaia a tres vueltas de la conclusión y cuando peleaban por la quinta plaza. Cuando intentó cerrar la trayectoria, allí estaba la Ducati roja del vigente campeón, que no cedió ni un centímetro: el impacto del casco de Marc en el carenado de la moto de Pecco desestabilizó a ambos pilotos, que se fueron al suelo abriendo la primera crisis de lugartenientes en el seno de la fábrica que marca el paso en la categoría reina.

Hubo aspavientos, lamentos y un considerable enfado del número uno, visiblemente molesto con la agresividad del nuevo e incómodo miembro de la familia. Desde su llegada, todos los responsables de la marca de Borgo Panigale temían este momento, que ha llegado en el segundo de 21 grandes premios. Márquez, un maestro a la hora de buscar las cosquillas a sus rivales, agitó el corral a la primera que se topó de tú a tú con el gallo ‘rosso’. Bagnaia abandonó, los ojos vidriosos una vez en el garaje, todavía incrédulo. Y aunque pudo recuperar la Gresini de la grava, el catalán cruzó decimosexto en línea de meta y terminó el fin de semana acumulando cuatro caídas en tres jornadas. Los comisarios estudiaron la acción de la polémica y descartaron cualquier sanción: lance de carrera y un buen castigo: marcharse a casa sin puntos.

Por si fuera poco, por delante todavía quedaba un último giro de guion en la montaña rusa, literal y figurada, de Portimao. El cambio de marchas de la Aprilia de Maverick Viñales, ganador de la ‘sprint’ el sábado, decía basta en el último paso por línea de meta y le mandaba al suelo en la vuelta definitiva, arrebatándole un podio con el que hubiera completado su mejor fin de semana de carreras en más de tres años. El fallo técnico aupó a Bastianini, compañero de Bagnaia, hasta la segunda plaza tras haber salido en ‘pole’, y entregó el podio en bandeja a Acosta. El chaval aspira a convertirse en el piloto más joven de la historia de MotoGP en llevarse la victoria. Tiene hasta la décima cita del curso en Alemania para conseguirlo y batir a Marc Márquez, uno de los pocos que resiste en las comparaciones. “Sabíamos que no sería fácil, pero ya tenemos la primera en la saca”, celebraba el debutante tras remontar cinco plazas en la prueba, siendo el gran animador de la carrera como ya lo fue en su estreno en Qatar.

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