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Scariolo maquina la España sin Ricky Rubio

La ausencia del base, un referente en la visibilización de los problemas de salud mental, trastoca el plan del técnico para el Mundial, que incorpora al joven Juan Núñez a la lista de 16

El seleccionador español de baloncesto, Sergio Scariolo y el jugador Ricky Rubio, el pasado 29 de julio durante un entrenamiento de la selección española.
El seleccionador español de baloncesto, Sergio Scariolo y el jugador Ricky Rubio, el pasado 29 de julio durante un entrenamiento de la selección española.MARISCAL (EFE)
Víctor Delgado

Asimilado el varapalo de conocer que Ricky Rubio no estará en el próximo Mundial de baloncesto para cuidar su salud mental, la selección española ya busca soluciones. Sergio Scariolo, un especialista en optimizar recursos cuando parece que no da para más, ha comparecido este lunes ante los medios. Junto a él, el incansable capitán Rudy Fernández, de 38 años. Ambos cierran filas entorno a La Familia, que defiende título en una cita que arrancará en sólo tres semanas.

“Lo que ha pasado es un tema muy personal. Tenemos que estar todo lo cerca que podamos para animarle y apoyarle. Ricky no es sólo un jugador de este equipo, es como un sobrino para mí y eso es lo que cuenta”, valoró Scariolo tras el entrenamiento en Málaga. Por su parte, Rudy ha dicho sentirse fastidiado por no darse cuenta de la situación “para estar con él en ese momento que tanto nos necesitaba”. Aunque a su juicio, la sensible baja no cambiará nada en la preparación: “Ricky está trabajando ahora mismo en su bienestar y tenemos a 16 jugadores que van a dar el 100% y merecen el mismo respeto”.

Rubio fue el MVP del Mundial de China en 2019 y apuntaba a ser una de las estrellas del Mundial. Su ausencia se suma a la del lesionado Lorenzo Brown, que fue clave en el pasado Eurobasket, donde la selección se alzó con el título. Sin los dos jugadores con más renombre para esa posición, Scariolo sólo dispone del joven Alberto Díaz y del veterano Sergio Llull para la gran cita en Japón, Filipinas e Indonesia. Tanto el del Unicaja como el del Real Madrid dieron un gran rendimiento en el Eurobasket, aunque el técnico italiano entiende que no debe pedirles más por la ausencia del catalán: “¿Puede que Alberto [Díaz] tenga algún minuto más? Puede que sí. Pero es un tema de presencia en campo, no tanto de que tenga que hacer cosas diferentes”.

El principal candidato para sustituir a Ricky se llama Juan Núñez. El base de 19 años que juega para el Ulm alemán ya se quedó a un paso de ir al último Eurobasket. Fue el último descarte de la plantilla antes de viajar a Georgia. Esta vez no había entrado en la lista inicial, pero iba a ser uno de los jóvenes que ayudarían en los entrenamientos de la Selección dentro del proyecto Golden Boys 2.0. Su llegada la pasada semana ya indicaba que algo iba mal con Rubio, y vislumbraba que Scariolo lo ve como su sustituto natural.

Núñez dispuso de minutos en el amistoso ante Venezuela, anotó tres puntos y se ha incorporado a la lista de 16. Aunque el joven no es la única opción para reemplazar a Ricky. Al puesto se podrían adaptar también Jaime Fernández y Alberto Abalde. El primero ha jugado principalmente de escolta en Málaga y en Tenerife, aunque en el inicio de su carrera jugó como base. A Abalde tampoco le es extraña esta posición, ya que en momentos donde había muchas bajas en el Real Madrid, ha llegado a desempeñar el rol de dirigir el juego.

Lo que sí ha descartado el propio Scariolo es incorporar a algún jugador más: “No tenemos posibilidad de incorporar a nadie, hay que mirar hacia adelante. De este grupo de 16, saldrán los 12 que estarán en el mundial. No tenemos mucho margen más que tener confianza en los jugadores que están. No hay fórmulas mágicas”.

Se trata de un gran desafío para la selección de Scariolo de agrandar su leyenda ante las adversidades y ante rivales de la talla de Estados Unidos, Eslovenia, Serbia o Francia. El técnico remarca la importancia del trabajo en equipo. “Si no ponemos ese plus, que casi siempre hemos conseguido, seremos un equipo normalito. A nivel de talento vamos normalito”, zanjó.

Los obstáculos del ‘Niño Maravilla’

La carrera de Ricky Rubio, un talento precoz como pocos, no ha sido ningún camino de rosas. Tras ser el jugador más joven en debutar en la ACB, no tardó en despuntar en el Joventut, el Barça y la selección española, alcanzando el sueño de la NBA en 2011. Allí ha pasado por Minnesota, Utah, Phoenix y Cleveland.

En 2016, el base de El Masnou pasó por una depresión. Fue cuando perdió a su madre a causa de un cáncer de pulmón. En 2019, lo hizo público en una carta. “Culpé a la gente de mi alrededor. Culpe al baloncesto. El baloncesto es muy importante para mí, pero pasó a un segundo plano. Sé que puedo ser muchas otras cosas”, remarcó entonces.

Tampoco tuvo tapujos en destapar la parte negativa de la NBA, una liga tan magnética y ansiada por los jugadores como ingrata con ellos y que en ocasiones los trata como pura mercancía. “No es plato de buen gusto que cuando estás involucrado en un proyecto, te dejas la piel y ves que vas funcionando, a la primera de cambio te tengas que ir”, dijo tras ser traspasado en 2020.

En una entrevista para EL PAÍS en 2021, reconocía que dudó mucho en asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio: “Ya había decidido que no iba porque había sido un año muy duro y había sido padre. Pero me costaba incluso dormir. Mi mujer, que me conoce mejor que nadie, me convenció. Al fin y al cabo unos Juegos son una situación especial”.

Después, llegó una inoportuna y grave lesión que le llevó a perderse el final de la temporada 2021-2022 y el Eurobasket. Y tras recuperarse, Ricky ha llegado nuevamente al límite y se ha visto obligado a parar.

El catalán es un referente en la visibilización de los problemas de salud mental, un tema que va dejando de ser tabú en el deporte. La gimnasta Simone Biles, que ha regresado recientemente a la máxima competición, fue otra de las abanderadas dando a conocer el problema en los últimos Juegos. Michael Phelps, el deportista olímpico con más oros de todos los tiempos, reveló haber pasado por al menos tres o cuatro períodos de depresión que llegaron a poner su vida en peligro. En España le pasó a todo un Andrés Iniesta y también a Álex Abrines, compañero de Ricky Rubio en la selección española: “Simplemente, perdí la ilusión y las ganas de jugar”, reveló el jugador del Barça, que sí que defenderá a La Familia en busca de su tercer título mundial.

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