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Sergio Scariolo: “A veces es más difícil hacer un equipo con muchas estrellas”

El seleccionador analiza el éxito de España en el Eurobasket y el papel de los protagonistas del conjunto nacional

Scariolo, con su cuarto trofeo de campeón del Eurobasket.Foto: ALBERTO NEVADO | Vídeo: europa press
Juan Morenilla

Cuatro Europeos ha ganado España y los cuatro con Sergio Scariolo en el banquillo (2009, 2011, 2015 y 2022). El seleccionador en la banda y Rudy Fernández en la cancha son el hilo conductor entre la generación de oro y los recién llegados. En este Eurobasket ha pilotado la renovación hacia un éxito que apenas nadie podía imaginar. Scariolo (Brescia, 61 años) ha sumado con la victoria en el campeonato su octava medalla en 10 grandes citas. Tiene contrato hasta los Juegos de 2024, el punto culminante de este ciclo marcado por el relevo generacional. En el avión de vuelta de Berlín a Madrid, el preparador analiza el éxito de un grupo nuevo y el papel de sus protagonistas. El cansancio no ahoga la emoción.

Pregunta. ¿Este es uno de los torneos en los que se ha sentido más entrenador?

Respuesta. Ser entrenador conlleva muchas facetas, gestionar, de liderazgo, técnicas, tácticas, de responsabilidad... No puedo decir que un aspecto sea más importante que otro, pero sí que cada equipo igual necesita un poco más del uno o un poco del otro. En otros años hemos expresado un baloncesto de mucha calidad, por el talento individual que teníamos en el equipo. Lo que hemos logrado ahora, este oro con un equipo que tenía una cantidad de talento muy diferente al de otras veces, habla mucho de la capacidad que han tenido los jugadores de cohesionarse tan bien como para que estos componentes individuales hayan funcionado como multiplicador del rendimiento de cada uno. En otras ocasiones, he tenido una dificultad personal mayor en este tipo de gestión, porque los jugadores tenían que aceptar dejar de lado sus egos y entrar en unos roles. Por eso decía que ahora he podido hacer baloncesto con unos jugadores a los que nunca he tenido una dificultad de pedirles más. Todos han hecho equipo. Ha sido muy gratificante.

P. ¿Le ha sorprendido cómo el equipo ha superado sus propios límites?

R. Me ha sorprendido el resultado y si hay uno que dice que no, miente. Pero cuando uno los conoce tan bien, los ha entrenado tantas veces y los ha seguido desde niños, sabe qué se puede encontrar. Claro que luego los juntas y el resultado colectivo final depende de la química, de las decisiones que se toman... Estamos aquí para que los jugadores se puedan conjuntar, pero no puede saberse de antemano cómo va a funcionar eso. Ahora, estos factores que dependían del trabajo sí han encajado cien por cien y el resultado colectivo final ha sido de alto nivel.

P. La selección española provoca una gran admiración por sus resultados. ¿Usted se siente también admirado?

R. Al margen mío este año, el trabajo del entrenador está sometido a la valoración de personas que en la mayor parte de los casos no tienen conocimientos profundos para poderlo hacer. Aquí al final valen simpatías, antipatías y resultados. Cuando lo asumes, te quitas un poco de ese debate. Ni para bien ni para mal eso me interesa más de lo normal. Si estuviera pendiente de eso, ni tendría a nivel personal el equilibrio emocional para vivir ni para poder liderar bajo presión grupos de este tipo. Honestamente, me preocupa relativamente.

P. ¿Cuánto le ha ayudado Rudy como ejemplo de trabajo para los más jóvenes?

R. Muchísimo. Ha sido increíble cómo con 37 años ha sabido dar la mejor versión de sí mismo entrando rápidamente en un rol que no tenía, porque hasta hace poco Rudy era un líder de ejemplo en la cancha, pero los líderes visibles, vocales y públicos eran otros. Rudy ha entendido rápidamente la diferencia de la situación, ha entrado en el papel como otras veces le ha pasado superando incluso momentos difíciles a nivel personal. Estaba entre el hermano mayor y el padre de algunos. Lo que ha sido sorprendente es cómo le veías jugar con las maquinitas y ponerse como sentado en el parque jugando con los niños. Esa era la imagen con los niños de 20 o 21 años que tenemos. Impresionante.

P. En cuanto a Willy, ¿cree que estaba listo para tener más protagonismo ya antes de este Eurobasket?

R. Es el precio dulce que hemos pagado. Y algunos no han tenido la suerte como Willy de tener todavía un momento con plena madurez en el que finalmente les tocaba dar el paso adelante. Algunos se han quedado al margen e incluso han salido sin tener esta oportunidad. Willy, con inteligencia, ha entendido que tenía delante dos leyendas [Pau y Marc Gasol] y ha esperado su momento. Ya el año pasado tuvo un crecimiento y sabíamos que ahora tenía que asumir este rol. Lo ha hecho y es una asunción de responsabilidad de cara al futuro. Willy es un jugador que tiene margen de mejora y al que los compañeros le mirarán con otros ojos porque esperarán que todos los días, todos los partidos, sea un líder, un ejemplo y una referencia. Ese es el dulce precio que hay que pagar a cambio de un estatus.

P. ¿Por qué dijo que en el caso de Lorenzo Brown y su nacionalización ha habido xenofobia?

R . Es un tema que ahora mismo no viene a cuento tratar. Lo trataremos en su momento porque merece la pena. Todas las experiencias tienen que enseñar cosas. Ahora es el momento de no quitar protagonismo al éxito del equipo.

P. ¿Por qué ha encajado tan bien Brown?

R. Cuando tú conoces bien a un equipo, sabes lo que el equipo necesita. Deportivamente, estamos encantados de su prestación. Lo que ha sido sorprendente es cómo se ha adaptado un jugador que ha estado en la NBA y la Euroliga, que pide jugar para la selección española porque es su sueño deportivo, sin cobrar un duro, renunciando al pasaporte americano, que no es un poco. Y desde el día uno con una humildad, una disponibilidad a entrar en el grupo aprendiendo, escuchando, respetando a los veteranos, los códigos, hasta jugando a la pocha. Esto sí que ha superado cualquier imaginación. Era poner dentro del grupo algo diferente como formación respecto al resto y la manera en la que ha encajado ha sido impresionante.

Scariolo, durante el Eurobasket.
Scariolo, durante el Eurobasket.FILIP SINGER (EFE)

P. ¿Qué supone la victoria de España?

R. Una vez más se confirma que este es un deporte de equipo, en el que gana el equipo que lo hace mejor. Normalmente, el equipo con más talento consigue también conjuntarse y rendir. Y no es más fácil. Puede ser hasta más difícil cuando hay muchas estrellas, que tienen que encontrar un rol más pequeño. Otros igual no lo han conseguido. Nosotros, sí, con una ventaja, que muchos de estos jugadores llevan tiempo jugando juntos, creciendo, haciendo las mismas cosas, dentro del mismo sistema y la misma forma de convivir. Esta cohesión, por el trabajo de todos estos años, nos dio ventaja.

P. ¿Entiende que haya jugadores que hayan renunciado a jugar con España?

R. Es una elección libre, voluntaria. No puedo yo juzgar, y menos en el caso de jugadores que ya habían demostrado su compromiso. Me ha pasado que algún jugador que en un momento dado ha renunciado, luego me ha dicho: “No te puedes imaginar cuánto me he arrepentido”. Pero es una familia que no excluye. Aquí no se cierran puertas. Evidentemente, se generan ciertos derechos de prioridad de cara al futuro, porque eso es ley de vida.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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