El Madrid tiene más hambre que el Barça
El conjunto blanco, comandado por un imperial Tavares, desmonta a un rival empeñado en el recurso de los triples y con Mirotic desaparecido (66-78), y buscará ante el Olympiacos su undécima Copa de Europa
Con bajas o sin ellas, de favorito o de tapado, en Belgrado o en Kaunas, el Madrid siempre es el Madrid, un conjunto con una eterna fe en la victoria. Escapó de los cuartos ante el Partizán cuando tenía la soga al cuello y ahora vuelve a la final de la Euroliga después de comerse al Barcelona. El banquete lo sirvió Tavares con 20 puntos, 15 rebotes y cuatro tapones. Enfrente, un desaparecido Mirotic (tres puntos y siete triples fallados) y otro bofetón al proyecto de un Jasikevicius con su futuro en el aire. El Madrid buscará este domingo (19.00) ante el Olympiacos su undécima Copa de Europa, la primera desde 2018. El Barça vuelve a la silla de pensar.
De arranque, un par de movimientos de ajedrez. En el tablero de los técnicos, Ndiaye se colocó como cuatro para escudar a Tavares y Sanli de cinco para buscar las cosquillas al gigante con su juego de pies. El primer envite lo ganó Chus Mateo porque no había manera de contener a la muralla de Cabo Verde, poderoso en el rebote y en el cuerpo a cuerpo. Jasikevicius tuvo que dar marcha atrás y recuperar la opción natural de Vesely. El Madrid mordía en el interior como de costumbre y en el Barça apenas había señales de un fallón Mirotic (0-6). Todos los caminos blancos pasaban por el faro de Tavares, ya fuera para anotar o para asistir, sin antídoto alguno. A los azulgrana les levantaron los triples. Eso sí, uno tras otro, como una gota incesante. Los 18 puntos del Barça en ese primer cuarto llegaron desde el perímetro: tres aciertos de Abrines, dos de Kalinic y uno de Satoransky. Tan clara estaba una receta como la otra: en el Madrid, 10 de los 18 puntos los firmó Tavares.
La noticia para el Barça llegó casi a los 12 minutos de partido: primera canasta de dos, de Jokubaitis. Por entonces Hezonja y Randolph eran la improvisada pareja interior de los blancos. El Barça probaba en la zona con Nnaji pero tampoco se olvidaba de la bendición de los triples: Kuric se unía a la fiesta del tiro exterior (30-25) con la respuesta de Sergio Rodríguez.
Los azulgrana comenzaban a exhibir músculo ofensivo y amplitud de repertorio pese a que la estrella de Mirotic seguía apagada (ni una canasta ni un rebote en los 12 minutos que estuvo en pista en la primera mitad del duelo). También Laprovittola tardó en arrancar, inédito en el casillero hasta casi el descanso. El Madrid atravesó un periodo de trabajos forzados, más alejado del aro y sin la diana clara desde el abanico exterior: dos triples de Rudy y uno de Hezonja hicieron agua. Satoransky comandó el último arreón barcelonista antes de la pausa y el bingo exterior de Llull a falta de un segundo rebajó el golpe para los blancos: 42-36. Todo estaba por jugarse en Kaunas.
Mirotic retomó la faena en el mismo punto ciego donde la dejó. Erró un triple desde la frontal y en la jugada siguiente Hezonja se elevó ante él para estampar el acierto. Frustrado, el ala-pívot azulgrana erró de nuevo a distancia. Abrines cargó con la cuarta falta y ocupó asiento con los suplentes. Le acompañó Sanli con la tercera.
Cada orquesta tocaba la partitura que mejor le sonaba. El Barça seguía probando suerte desde la distancia (volvía a fallar Mirotic por quinta ocasión) y el Madrid se entregaba a los interminables brazos de Tavares (47-43) para jugarse el uno contra uno dentro de la cueva. Una antideportiva de Hanga a Vesely subió la temperatura en un Zalgirio Arena con mayor apoyo para los muchachos de Jasikevicius. El encuentro se movía en distancias muy cortas, pequeños acelerones. Los barcelonistas corrían apresurados para picar desde fuera y sin echar el lazo a Tavares pese a las bajas interiores de los blancos.
The BLOCK that defined the game from Tavares🔥👇@waltertavares22 #7DAYSMagicMoment I #F4GLORY pic.twitter.com/WIdgWHjFsI
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) May 19, 2023
El conjunto de Chus Mateo ganó solidez frente a su red y con un par de veloces ataques recobró el volante de la semifinal y alcanzó un buen colchón con un acierto lejano de Williams-Goss (47-54). El bando barcelonista se había quedado tieso, nublados hasta en los tiros libres, sin buenas posiciones para elevar su producción ofensiva (solo cinco puntos en siete minutos) y blandos en el rebote. El conjunto de Mateo estiró el parcial a su favor hasta un 0-15 y únicamente dos fogonazos de Kuric y Laprovittola, otra vez desde el sobado recurso del triple, evitaron un destrozo mayor para los culés (55-58 al final del tercer cuarto).
El Barça era eso, el tiro exterior o la nada, sin disimulo, con todo el riesgo que eso suponía. Chus Mateo convocó a la vieja guardia que tumbó al Partizán: Sergio Rodríguez, Llull y Rudy al galope. Fue el Chacho quien sacó una antideportiva a Laprovittola para encadenar los tiros libres, dos penetraciones y un triple: 60-67 con nueve puntos seguidos del base canario. Tavares regresó a su versión de gran dominador de Europa. Provocó la eliminación de Sanli, barrió un balón de Laprovittola, taponó a Satoransky, Vesely y Abrines y cazó cualquier rebote que pasara por su radar. El rey. A falta de cuatro minutos, Mirotic debutaba con un puntito. Para entonces el Barça se había quedado sin tiempo y sin soluciones, a los pies de Tavares, condenado por su empeño en anotar de una única forma (tiró 39 veces de tres por 30 de dos) y lastrado por la fatalidad de su estrella. “Ha sido el peor día de mi carrera”, asumió Mirotic. El clásico europeo volvía a ser para el Madrid. Este domingo ante el Olympiacos, una nueva final se asoma para un equipo eterno.
BARCELONA, 66; REAL MADRID, 78
Barcelona: Satoransky (7), Laprovittola (12), Abrines (16), Mirotic (3), Sanli (0) —equipo inicial—; Vesely (4), Sergi Martínez (0), Kalinic (6), Kuric (11), Jokubaitis (6), Nnaji (1).
Real Madrid: Williams-Goss (10), Hanga (0), Musa (7), Ndiaye (2), Tavares (20) —equipo inicial—; Causeur (0), Randolph (6), Rudy Fernández (2), Hezonja (14), Sergio Rodríguez (12), Llull (5).
Parciales: 18-18, 24-18, 13-22, 11-20.
Árbitros: Pukl, Mogulkoc y Difallah. Eliminaron por faltas personales a Sanli.
Zalgirio Arena: 11.411 espectadores.
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