_
_
_
_
_

Del ‘vamos Rafa’ al ‘vamos Charly’: Madrid lleva en volandas a Alcaraz

El murciano se gana el apoyo de la Caja Mágica como solo antes había hecho Nadal: “Sin el público no hubiese sido posible ganar el torneo”

Carlos Alcaraz devuelve una pelota contra Jan-Lennard Struff, en Madrid.Foto: INMA FLORES | Vídeo: EPV
Víctor Delgado
Masters 1000 Madrid - final -
Carlos Alcaraz
636
Jan-Lennard Struff
463

En el Día de la Madre, una calurosa tarde de mayo a la orilla del río Manzanares, las nubes dan de vez en cuando un pequeño respiro al público de la Caja Mágica, que se ayuda de sombreros y abanicos para combatir el sol. Muchos apuran hasta el último momento para ocupar sus asientos, con los bares del interior del recinto a rebosar y un tentador olor a gofre en el ambiente. Entre los más rezagados está Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, que llega a su asiento con el partido ya empezado. La Caja Mágica, abarrotada por cerca de 12.500 personas, recibe a Carlos Alcaraz en la final del Mutua Madrid Open con Eye of the Tiger, la banda sonora de Rocky.

Como siempre, autoridades y celebridades de todo pelaje se agolpan sin dejar ni un solo hueco en los palcos. Feliciano López, director del Masters de Madrid, recibe las bolas del partido de manos de un paracaidista y empieza el verdadero show, en el que Alcaraz, no exento de sufrimiento supera a Struff para llevarse su segundo ATP de Madrid consecutivo.

El murciano sabe que tiene al público en el bolsillo: su complicidad con Madrid es máxima y lo utiliza a su favor continuamente, sobre todo cuando vienen mal dadas, como en algunos momentos de la final ante un correoso Struff. No es un partido fácil y en muchos momentos el murciano mira a su equipo como pidiendo soluciones. En la grada lo ven más claro. “Ahora tírale un obús que no lo coge”, le imploran después de varios restos ganadores del alemán. Tras perder el segundo set, el murciano se atreve a espolear al público, que se pone en pie como si de una Copa Davis se tratara. Y con el break que abre la victoria en la tercera manga directamente se corea su nombre. “Grande, Struff”, responde resignado un orgulloso aficionado alemán en minoría.

Ya con el ATP de Madrid en el bolsillo, Carlos Alcaraz destaca la dificultad del encuentro, donde solo pudo disfrutar “a ratos” ante Struff. “He sufrido, pero en el tenis toca vivir estas situaciones. Los nervios entran en juego y a veces las piernas pesan más de lo normal. Jan es un jugador muy agresivo y estaba preparado para recibir bombas. Toca adaptarse al rival y remar. Pero creo que lo he hecho bien en los momentos clave y he sido yo mismo”, ha declarado el murciano, que antes de recibir el trofeo de manos del alcalde Martínez Almeida, se ha animado con la frase de moda de David Bisbal: “Lo primero de todo, ¿cómo están los máquinas?”.

Bromas aparte, Alcaraz se ha querido acordar de un equipo que para él “es una familia” y ha señalado que hay golpes que no hace en los entrenamientos, pero que en la Pista Manolo Santana le han salido del corazón: “Siempre he dicho que intento hacer magia”.

El murciano también ha agradecido el apoyo recibido. “El público ha estado increíble y ha vuelto a hacer de éste el torneo más especial para mí. He tenido dificultades en el primer partido y en la final y tengo que reconocer que sin la afición de mi lado no hubiese sido posible ganar el torneo. Me han ayudado mucho”, ha declarado.

Struff también se ha llevado el reconocimiento de la hinchada tras felicitar a Alcaraz: “Espectacular victoria, Carlitos. Todo lo mejor para el futuro. Después de ser un lucky loser estoy agradecido por tener esta segunda oportunidad y han sido dos semanas espectaculares para mí con un apoyo increíble”. El alemán se ha disculpado por no pronunciar ninguna palabra en español.

En Madrid no se había visto una grada tan volcada desde Rafa Nadal, que ganó cinco veces el Mutua (cuatro en la Caja Mágica) y puso el torneo en el mapa del tenis mundial. Con el balear lesionado, ahora es Alcaraz el que recoge su testigo como ídolo local. Del icónico “vamos Rafa” al “vamos Charly” antes de los saques. Aunque a él le gusta más que le llamen Carlitos. La alcarazmanía ya causó furor en Barcelona y sigue arrasando en España, territorio talismán donde el número 2 del mundo acumula 21 duelos sin perder. Ahora, esperan Roma y París, un reto será aún más grande para la nueva ilusión del tenis español.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_