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El ‘fenómeno Alcaraz’ sacude el Godó

El murciano, defensor del título en Barcelona, llena la pista en su estreno (6-3 y 6-1 a Borges) y reafirma su tirón: “Esto no lo habíamos vivido ni con Nadal ni con nadie”

Carlos Alcaraz
Alcaraz firma autógrafos en las instalaciones del Real Club de Tenis Barcelona, en una imagen cedida por el torneo.

Sucedió hace un año y la escena se repite: llegó Alcaraz, llegó el estruendo. A sus 19 años y al más puro estilo Beatle, el murciano sacude y agita el barrio de Pedralbes, donde los aficionados asisten entusiasmados al desfile del último fenómeno, que defiende el título ganado el curso pasado y sigue a lo suyo; de entrada, 6-3 y 6-1 al portugués Nuno Borges, superado en 63 minutos. Deslumbrante una vez más, el número dos del mundo no dio opción al 79º. Resolvió por la vía directa su estreno y dispondrá de una jornada de transición para afrontar los octavos del jueves, en los que se medirá con Roberto Bautista (doble 6-2 a Bernabé Zapata). Mientras tanto, ruido y emociones, más y más autógrafos.

“Jugar aquí, con toda la gente animándome, es diferente. Tengo la suerte de que allá por donde voy hay mucha gente detrás de mí, pero aquí el sentimiento es especial”, afirma a pie de pista, que abandona entre aplausos, reclamos y “buenas sensaciones” después de haber jugado “a un gran nivel”.

Es martes laborable y hay un lleno hasta la bandera. Y en los días previos, en las pistas de entrenamiento del Reial Club de Tenis Barcelona (RCTB), mientras se ejercitan a la misma hora Tsitsipas, Sinner o Kachanov predominan los gritos de Alcaraz al golpear, igual de intensos que cuando compite. El sonido llama la atención de los aficionados, que se agolpan en el acceso a la zona de jugadores, a escasos metros de las canchas de entrenamiento. “Llevamos una hora esperando a que salga, pero vamos a esperar lo que haga falta”, asegura una chica que aguarda a la aparición del tenista. La posibilidad de verle de cerca aumenta en un club tan cercano como el de Pedralbes.

Cuando Alcaraz se acerca a la muchedumbre empiezan los gritos, empujones e incluso los lloros. Todos quieren una imagen para el recuerdo con el presente y futuro del tenis español. Cada vez que asoma se forma una nube de móviles, pelotas gigantes de tenis, libretas y gorras. Durante el alboroto y las súplicas aparece en escena su amigo y rival, Jannik Sinner. Ambos se dan la mano, hablan y sonríen. El italiano, no tan cercano como el murciano, firma un par de gorras y desaparece, mientras que el español se queda hasta que todos los presentes consiguen su preciado regalo. La mayoría de ellos son jóvenes, niños y niñas, que ven en él un espejo en el que reflejarse.

Alcaraz golpea durante el partido contra Borges.
Alcaraz golpea durante el partido contra Borges.JOSEP LAGO (AFP)

El actual campeón del Godó lleva ya cuatro días en las instalaciones del torneo y desde que puso un pie en el club la expectación en torno a él ha sido similar a la de una estrella. Al de un icono que traspasa las fronteras del deporte. “Lo que estamos viviendo este año con Alcaraz, de tener a niñas llorando, nunca lo hemos vivido ni con Rafa [Nadal] ni con nadie”, confirman desde el propio club barcelonés.

“Es muy bonito ver a tanta gente emocionada con mi presencia, que estén ahí tanto tiempo para que yo les pueda firmar o hacerse una foto conmigo. Me lo tomo con muchísima naturalidad, pero es algo mágico; a la vez me siento supercontento”, afirma el de El Palmar, campeón este año en Buenos Aires e Indian Wells, y aspirante ahora a reeditar el doblete logrado el curso pasado, Barcelona-Madrid. “Me he sentido cómodo”, corrobora, dejando atrás las molestias que le impidieron jugar la semana previa en Montecarlo. “Conozco mi cuerpo y mis capacidades. La temporada es muy larga y hay que saber controlarlas, porque van saliendo, pero juego cada partido a tope; no puedo salir a la pista con el freno de mano”, agrega.

Él es el gran foco de atención en el Godó, donde este martes desfiló por última vez Feliciano López. El toledano, de 41 años y con 22 participaciones a las espaldas, cifra récord, cedió contra David Goffin por 7-6(3), 6-7(4) y 6-0; el mismo rumbo siguió Fernando Verdasco (doble 6-1 para Francesco Passaro) y en sentido inverso maniobró Alejandro Davidovich, superior a Tomás Etcheverry (doble 6-3), En la jornada del miércoles intervendrán figuras como Tsitsipas o Sinner.

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