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LaLiga Santander jornada 33
R. Sociedad
R. Sociedad
Take Kubo 46'Barrenetxea 85'
2 0
Finalizado
Real Madrid
Real Madrid

La Real despide al Madrid

El campeón, al que ya solo le queda ‘ir de Copas’, se lleva otro chasco y sucumbe en Donostia ante un rival vivificante que se acerca a la Champions conducido por el ilustrado Silva

Take Kubo después de marcar el primer gol del partido entre la Real Sociedad y el Real Madrid, en Anoeta este martes.
Take Kubo después de marcar el primer gol del partido entre la Real Sociedad y el Real Madrid, en Anoeta este martes.Juan Herrero (EFE)
José Sámano

A 14 puntos del Barça y solo 15 en disputa, el Real Madrid certificó en San Sebastián lo que estaba cantado: solo le queda irse de Copas. En la Liga una Real con fragancia europea le hizo dimitir. Con Silva orquestal, un patinazo de Militão y una estupenda maniobra del eléctrico Barrenetxea mandaron al Madrid a la húmeda lona de Anoeta.

RSOR. Sociedad
R. Sociedad
2
Remiro, Gorosabel (Elustondo, min. 62), Zubeldia (Jon Pacheco , min. 64), Le Normand, Aihen Muñoz, David Silva (Illarramendi, min. 88), Oyarzabal, Martín Zubimendi, Merino, Take Kubo (Barrenetxea, min. 73) y Sörloth (Carlos Fernández, min. 73)
RMA Real Madrid
0
Real Madrid
Courtois, Nacho, Dani Carvajal, Rüdiger, Eder Militao, Kroos (Lucas Vázquez, min. 63), Dani Ceballos, Aurelien Tchouameni, Rodrygo, Marco Asensio (Sergio Arribas, min. 82) y Mariano (Álvaro Rodríguez, min. 58)
Goles 1-0 min. 46: Take Kubo. 2-0 min. 85: Barrenetxea.
Árbitro Juan Luis Pulido Santana
Tarjetas amarillas Gorosabel (min. 22), Dani Carvajal (min. 52), Ancelotti (min. 71), Dani Ceballos (min. 79), Nacho (min. 87) y Rodrygo (min. 91)

Un Madrid chato, desteñido por las ausencias, definitivamente se fue a la cuneta con la expulsión de Carvajal a la hora. Un chasco liguero más de los madridistas frente a una Real Sociedad expansiva en vuelo hacia la próxima edición de la Copa de Europa. Un equipo con cuajo al que no le falta cesto y que se ha movido con soltura en la zona alta durante todo el campeonato, incluso cuando tuvo algún que otro apagón.

De entrada, sin la caraja de Girona, el Madrid se plantó en Anoeta con otro poso, por más que al consorcio blanco le faltaran Vinicius, Benzema, Camavinga y Modric, titularísimos todos. Afeitado el campeón, era una noche para mandíbulas de acero frente a una Real vivificante. Un equipo mosquetero en el que nadie se escaquea. Un grupo, el de Imanol Alguacil, que juega en combustión, adiestrado para encapsular al adversario en su campo y sin remilgos en el propio. No le faltan solistas, pero el Madrid poco a poco ajustó los arrestos. Por ejemplo, el de Nacho a Kubo, revoltoso al principio, fuera de onda después hasta su agradecimiento a Militão en el 1-0. En la otra orilla apenas hubo pisadas de Oyarzabal, rebajado como extremo, posición para la que se requiere el desborde y la chispa que aún no ha recuperado el vasco tras su tortuosa lesión.

A la Real Sociedad le va mejor el fútbol entre líneas, donde prevalecen el observatorio de Silva, la pujanza de Merino y el corpachón de Sorloth. Y en ese embudo operó bien el Madrid en el primer acto, firme Tchouameni con los auxilios de Kroos y Ceballos. Al Real le faltaba remo ofensivo, limitado a Rodrygo, en la plaza de Vinicius, una lata para Gorosabel, y a los cabezazos de Militão. Por allí andaba Mariano, recurso de emergencia, extraviado tal que un forastero.

Un remate seco de Tchouameni puso en alerta a Remiro poco antes de que Zubimendi se estrellara con el larguero tras un córner lanzado por Kubo. Y llegó el turno de Courtois, salvador con el pie izquierdo de un disparo de Silva. Animado el partido, Oyarzabal reclamó un penalti de Militão, que pareció anudarle. Nada quiso saber el pelotón arbitral.

Momento en el que Pulido Santana expulsa a Dani Carvajal.
Momento en el que Pulido Santana expulsa a Dani Carvajal.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

Con el tiempo, el encuentro perdió algo de gracia hasta el intermedio. Mucha intendencia y poca púrpura. Unos y otros atornillados al intentar canalizar el juego, suerte que hace tiempo remite a los porteros. Lo mismo da que no tengan pies del Bolshoi. Hoy es una profanación largar un pelotazo, por mucho que acogote el rival. Tuvo problemas Courtois, y alguno Remiro, máxime con el césped de Anoeta como una pista de patinaje. Y así llegó la coladura de Militão justo tras el descanso. El brasileño, forzado por Sorloth, que no es Haaland pero tiene carrocería noruega, resbaló e hizo una pirueta para pasarle el marrón a Courtois. Su pase emborronado lo agradeció Kubo, pillo y avispado.

Intervino Ancelotti para dar carrete a Álvaro por el intrascendente Mariano, un turista en Donosti. Por entonces, Carvajal ya estaba pulgoso con el árbitro, un juez demasiado severo para condenarle con la primera tarjeta por una protesta sin más y con la roja por un asalto ganador con Aihen Muñoz. Un colegiado de gatillo fácil con las cartulinas. Todo un trastoque para el Madrid, que se quedó en los huesos. La Real Sociedad, a los pies del sinfónico Silva, que todavía juega con el aire de un cadete. Un ilustrado, sabio y facundo con la pelota.

Imanol refrescó el ataque con Carlos Fernández y Barrenetxea. El devenir del partido estaba para el cierre local. Lo tuvo Barrenetxea con una falta en el balcón del área, pero Courtois fue Courtois. Sonajero para los suyos, Barrenetxea se ganó el 2-0 tras un compás de Silva. El extremo vasco se sacudió a Lucas, relevo de Carvajal, y clavó el segundo tanto blanquiazul. Ya no había respuesta del Madrid, al que la Liga hace tiempo que se le hizo himalayesca. Mientras, en Donosti huele a Champions.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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