Álvaro Rodríguez, el hallazgo de Raúl que aprovecha Ancelotti

Hace año y medio Raúl tuvo una revelación en Valdebebas: “Viendo un partido del juvenil B, vi un centro, y vi a Álvaro rematarlo como hacía tiempo que no veía a nadie rematar en la cantera. Me lo subí una semana, o dos semanas, a entrenar con el Castilla [dos escalones de golpe], y vi que no desentonaba, y que todas esas cosas que yo me imaginaba era capaz de hacerlas. Y me quedé con él”, contó este domingo el ahora entrenador del Castilla después de la victoria contra el Linares (2-0) que colocó al equipo en cabeza de su grupo de la Primera RFEF.

Álvaro es Álvaro Rodríguez (Palamós; 18 años), un canterano que menos de 24 horas antes había salido de El Sadar feliz después de debutar en la Liga con el primer equipo. Dejó ocho minutos extraordinarios, con pausa, presencia y dos asistencias, aunque la primera la mandó al limbo el VAR. “Ha marcado diferencias”, resumió Carlo Ancelotti. El italiano ya le había echado el ojo: “Es un perfil que no tenemos. Muy alto, muy bueno de cabeza. Nos puede ayudar”, había dicho la víspera del partido contra Osasuna.

Sobre el césped, hizo precisamente eso: bajó varios balones altos, paró, ganó tiempo y devolvió a un compañero. Hasta que salió en el minuto 87 Rodrygo, nueve por la ausencia de Benzema, no había contribuido en esa faceta. Pero Álvaro tiene aún más repertorio.

Viendo el partido de este domingo en Valdebebas estaba uno de los primeros técnicos que sufrió el desconcierto de un delantero inusual. Borja Jiménez era el entrenador del Dépor cuando se enfrentaron en pretemporada al Castilla: “Me llamó la atención al verlo. Con ese cuerpo [mide 1,93m], y que fuera tan coordinado”. Luego sus centrales le dieron el diagnóstico: “Me dijeron que era un jugador incomodísimo. Con la zancada que tiene, si te gana la posición ya no puedes con él. Además, está continuamente tirando desmarques de ruptura. El central está más cómodo cuando salen un poco a tocar, pero no les gusta cuando lo pierden de vista. Como en el desmarque del gol anulado contra Osasuna. Muy incómodo”. Menos de dos minutos después de entrar, Álvaro se tiró a la banda derecha, fuera del radar de la defensa y echó a correr hacia el centro, donde lo encontró un pase de Modric. Asistió a Vini, pero el VAR encontró fuera de juego. “Tiene buena lectura de los espacios”, dice Jiménez.

Cuando terminó el partido de Pamplona, Ancelotti y Raúl hablaron: “Se decidió que jugara 60 minutos hoy, y es lo que hemos hecho”, contó el técnico del Castilla. A la vista estaba ya la convocatoria del Madrid para viajar a Liverpool para la ida de los octavos de final de la Champions. Después de su actuación en El Sadar, el italiano ya había apuntado a que no sería la última vez: “Nos va a ayudar en lo que queda. Estoy convencido de eso”. Raúl explicó que si había limitado la participación de su delantero a una hora era porque tenía muchas posibilidades que volar a Inglaterra, aunque no quiso confirmarlo. No le tocaba a él, dijo.

Raúl estaba sonriente, por la victoria, el liderato, y por ver a sus jugadores ir entrando en el primer equipo, el salto que dio él hace algo más de 28 años. “Le dije lo que les digo siempre, que disfruten. Es para estar con los ojos bien abiertos y disfrutar cada sensación, cada cosa que pase”, contó. Y casi le entró un pequeño ataque de nostalgia: “A mí me encantaría poder volver a vivirlo otra vez. Me vienen muchos recuerdos. Qué bonito era eso. Ahora de entrenador sufro mucho más”.

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