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Ancelotti reclama más pico y pala en defensa

El entrenador del Madrid, cuyo porcentaje de porterías a cero se ha reducido notablemente, acumula varios avisos al vestuario para jugar más compactos y mejorar atrás

Lorenzo Calonge
Courtois detiene el gran remate de cabeza de Sergio León, el viernes en Valladolid.
Courtois detiene el gran remate de cabeza de Sergio León, el viernes en Valladolid.CESAR MANSO (AFP)

En la medianoche del viernes, en los intestinos del José Zorrilla, Hazard consultaba el móvil apoyado en una pared, Asensio preguntaba a los miembros de la expedición cuándo se iban de allí, a Vinicius todos les pedían fotos y, mientras los directivos abandonaban el estadio, Carlo Ancelotti charlaba con Ronaldo Nazario, el propietario del Valladolid. Hacía unos minutos, el técnico italiano, pese a la apurada victoria (0-2), había vuelto a lamentar las grietas del sistema defensivo del Madrid. “El equipo no ha estado compacto”, avisó en su breve comparecencia.

Antes y después del Mundial, con la racha inicial de 16 partidos invicto y tras las primeras curvas de resultados, el entrenador blanco no ha dejado de alertar sobre los problemas del escudo de protección del equipo. Casi siempre, por iniciativa propia, sin necesidad de que nadie le apretara y usando argumentos muy parecidos. “La llave del éxito de la pasada campaña fue la defensa. En los últimos tiempos, hemos perdido algunos duelos y el equipo no siempre está compacto”, advirtió en octubre, cuando aún no había perdido. “Nos faltó la contundencia del rival y concentración en duelos individuales”, se quejó con el rapapolvo de Vallecas (3-2), en los días previos a que 13 de sus jugadores se marcharan a Qatar. “Hemos marcado muchos goles y hemos defendido menos bien que la temporada anterior. En la segunda parte [del curso] hay que hacerlo mejor”, reclamó Carletto ya en su primera rueda de prensa post Doha, antes de viajar a Pucela. Un día después, con el triunfo asegurado, insistió en la pega.

“Equilibrio” ha sido siempre una de sus palabras clave para explicar su visión del fútbol, el equilibrio que le faltaba -según su análisis- al primer Barça de Xavi y que él trató de castigar, y el equilibrio que ahora exige a su vestuario tras un primer tramo de algunos desajustes. Más allá de recuperar las mejores prestaciones de Benzema y un punto más de Courtois, decisivos en Valladolid, el tajo de todos en defensa es el margen de mejora de un conjunto al que le ha costado ofrecer un rendimiento rematado, de principio a fin. En esa tarea hacia atrás, ya no cuenta con el factor corrector de Casemiro y en ocasiones también echa en falta más repliegue de los hombres de arriba.

El balance de goles a favor y en contra en los 22 primeros compromisos (52-20) no presenta grandes alteraciones respecto al año pasado a estas alturas (51-18). Sin embargo, el termómetro de las porterías a cero sí ofrece un descuadre: 39% la temporada anterior (en 22 de 56 partidos) frente al 27% de la actual (solo en seis no ha encajado). En Liga, el porcentaje es todavía peor: 20%.

La primera preocupación de Carletto

El desplazamiento a Valladolid fue uno de los tres únicos encuentros en el torneo que el Madrid terminó con la puerta cerrada (Getafe y Elche fuera, los otros), y no se debió precisamente al buen funcionamiento general, como alertó Ancelotti, sino a las estiradas del mejor Courtois. Tal vez, el más decisivo de esta campaña. Las cifras y las sensaciones del meta belga cuando se marchó al Mundial no era las mejores. Su porcentaje de paradas (68,4%) era el 13º del campeonato, muy lejos de Ter Stegen (84,4%), Rulli (82%) y de su versión de la pasada campaña en Liga (75,2% hasta que alzó el título). Castigado en octubre por el nervio ciático, el de Zorrilla fue su primer encuentro en el torneo sin recibir.

El sistema defensivo ya fue la primera preocupación de Ancelotti en su regreso al Bernabéu en el verano de 2021. Durante los dos primeros meses de competición, no paró de demandar un mejor despliegue. En esos inicios, trató de elevar la línea de zagueros para presionar arriba, sin embargo, el problema lo resolvió al revés: con el denominado bloque bajo para adaptarse a las condiciones de un centro del campo que ya no movió (Casemiro, Kroos y Modric). Hasta que se produjo ese ajuste, el porcentaje de porterías a cero era del 30%; después, del 41%.

Ahora las soluciones no pueden ser idénticas porque el Madrid cambió un pivote posicional (Casemiro) por otro más móvil (Tchouameni), y el condicionante del Mundial le ha obligado y le va a obligar a más rotaciones, al menos en estos dos primeros meses de 2023, con un calendario muy condensado y jugadores en distintos estados de forma física. Un escenario inédito, como ha alertado varias veces Ancelotti, en el que el italiano buscará reajustar el escudo defensivo.

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