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Bruguera no seguirá como capitán de la Copa Davis

La federación confirma la salida del último técnico, que compatibilizaba el cargo con el banquillo del alemán Zverev, y negocia con David Ferrer para sustituirlo

Bruguera anima a Carreño durante las Finales de la Copa Davis, el mes pasado en Málaga.
Bruguera anima a Carreño durante las Finales de la Copa Davis, el mes pasado en Málaga.THOMAS COEX (AFP)
Alejandro Ciriza

Sergi Bruguera, capitán del equipo español de la Copa Davis durante los cuatro últimos años, no continuará en el banquillo tras haber alcanzado un acuerdo con la federación (RFET) para la finalización del vínculo que nació en octubre de 2017, cuando asumió el mando en sustitución de Conchita Martínez. El técnico barcelonés, que desde marzo simultaneaba su cargo con la asesoría al alemán Alexander Zverev, tenía la voluntad de continuar, pero la directiva presidida por Miguel Díaz Román ha decidido prescindir de él “por la incompatibilidad de los dos puestos”, según precisan a este periódico fuentes del organismo. Ahora, el principal candidato para sucederle es David Ferrer, retirado desde 2019.

La federación emitió este lunes un comunicado para confirmar la salida de Bruguera, de 51 años y que hace solo tres semanas manifestó su intención de seguir llevando las riendas del equipo después de que España cayera en los cuartos de la Copa Davis, ante Croacia en Málaga. “Si los jugadores quieren, sí; si es así, yo encantando y si no, también”, expresó el catalán, doble ganador de Roland Garros (1993 y 1994) y medallista en los Juegos de Sídney (1996). Sin embargo, al grueso del vestuario no le convence la idea de que el entrenador compagine la dirección nacional con la de Zverev, actualmente 12º del mundo. Bruguera, por su parte, no quiere renunciar al nexo con el alemán.

El último capitán cierra su etapa tras haber ganado 11 de las 15 series en las que ha intervenido, de más a menos. Su irrupción vino acompañada de un gran éxito, al obtener España su sexta Ensaladera de la Davis, en el contexto del nuevo formato inaugurado en 2019; después, el rendimiento de su proyecto en la competición de selecciones mermó, y a la suspensión de 2020 por la pandemia le sucedieron las eliminaciones del curso pasado (fase de grupos) y esta última (cuartos) en el Martín Carpena. Su incorporación fue avalada por el núcleo duro de los jugadores, pero la preferencia de otros miembros ha consolidado el giro.

A finales de mayo, los integrantes del equipo se reunieron en Roland Garros para abordar el tema, después de que la federación determinase a principios de ese mes –durante el Masters de Madrid– que el preparador no podía mantener el pluriempleo. El encuentro transcurrió bajo una “cierta tensión”, dado que algunos miembros de la vieja guardia defendían que el relevo debía hacerse de forma suavizada y no en plena temporada, como proponían otros. Finalmente, la sustitución se aplazó. Conforme Rafael Nadal ha ido perdiendo presencia –no compite en la Davis desde el logro de 2019– y sus viejos compañeros de viaje han sido relegados, o bien ha menguado su protagonismo, la generación intermedia y Carlos Alcaraz han ido ganando poder de decisión.

Una opción de consenso

El eje del Levante se ha hecho fuerte en el tenis español, cuyos dirigentes articulan el futuro en torno al actual número uno. El murciano (de 19 años) será la piedra angular, acompañado por Pablo Carreño –de 31, y que también se ejercita en la academia de Juan Carlos Ferrero, en Villena (Alicante)– y otros jugadores de la zona como los valencianos Pedro Martínez (25) o Bernabé Zapata (25), así como el malagueño Alejandro Davidovich (23). Se cuenta con la ascensión del madrileño Martín Landaluce (16), con la experiencia de pretorianos como Roberto Bautista (34) o Albert Ramos (34) y, por supuesto, con Nadal (36). El mallorquín, en cualquier caso, vive deportivamente al día y aunque desea reengancharse para despedirse de la Davis, depende por completo de su físico. A todos ellos les agrada la opción de Ferrer, reconocido y de buen talante.

De este modo, la federación trabaja ahora en la contratación de un nuevo capitán, aunque condicionada por las estrecheces económicas. “Somos una federación pobre, no somos Estados Unidos, ni Australia ni Francia”, esgrimen desde la RFET. Y en estos momentos negocia con un hombre “de perfil caro”, el alicantino Ferru, que ofrece una experiencia dilatada en las filas del equipo y genera consenso entre los tenistas. El valenciano debutó en 2006 y disputó 20 series, dejando un bagaje individual de 28 victorias y cinco derrotas. Colgó la raqueta en mayo de 2019, precisamente tras caer en la Caja Mágica contra Zverev, con el que colaboró de forma fugaz.

Con un currículo potente (27 títulos) y muy respetado en el circuito de la ATP, el de Xàbia (40 años) ha sido uno de los pilares de la generación dorada del tenis español y participó en las Ensaladeras logradas en 2008, 2009 y 2011. Desde 2019 ha ejercido de director del Godó y este último año también ha organizado la Copa Davis, al ser fichado por el Grupo Kosmos. Su intención ahora es asumir el nuevo reto, aunque aún no ha llegado a concretarse nada. En el caso de que no cristalizara el acuerdo, la RFET abriría una segunda vía que podría representar Feliciano López, de 41 años, director del Mutua Madrid Open y todavía en activo. El toledano ocupa el 830º puesto de la lista mundial.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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