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Djokovic no tiembla ante los temblores

El serbio se sobrepone a la fatiga, rinde a Medvedev tras un crudo duelo de 3h 11m (6-3, 6-7(5) y 7-6(2) y se medirá en semifinales con Fritz. Ruud-Rublev, el otro cruce

Djokovic, fatigado durante el partido contra Medvedev en el Pala Alpitour de Turín.
Djokovic, fatigado durante el partido contra Medvedev en el Pala Alpitour de Turín.GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Clava el derechazo Novak Djokovic, sentencia (6-3, 6-7(5) y 7-6(2) y explota el volcán: brazos en cruz, festeja y ruge como si hubiera engarzado ya ese sexto cetro que lo elevaría en el territorio maestro a la altura de Roger Federer. Pero no. En realidad, él y Daniil Medvedev no se jugaban aparentemente nada, decidido ya el pase de uno y la eliminación del otro. Sin embargo, al serbio le hierve la sangre. Rebobina Nole hacia septiembre del año pasado y recuerda, privado entonces de un grande de valor incalculable porque de haber ganado, el balcánico hubiera superado por primera vez a Nadal y Federer. No solo no lo hizo, sino que el ruso lo desnudó. Y él no olvida, claro.

Antes de la rúbrica, sufre un tembleque en el brazo, jadea, se refresca. Se marcha previamente al vestuario para cambiarse las lentillas y el duelo va poco a poco retorciéndose hasta que se levanta y lo destraba. Lo hace a su manera, magnífico guerrillero. Justo de fuerzas, tira de orgullo y firma el pleno: tres de tres en la fase de grupos y a solo dos pasos del récord maestro. Pese a que el pulso de las semifinales con Taylor Fritz esté a la vuelta de la esquina –este sábado, a las 14.00; Movistar–, el serbio no ahorra un gramo de esfuerzo. No ante Medvedev, el hombre que el curso pasado le privó de convertirse en el tercer tenista de la historia en ganar los cuatro majors en un mismo año.

Desde aquel episodio, tres triunfos contra el ruso, que con la derrota cierra una temporada en la que inicialmente rozó el cielo –dos sets arriba en la final de Australia contra Nadal, en enero– y que ahora termina sin ninguna huella reseñable por su parte. Dos discretos títulos (Los Cabos y Viena), sin peso en los grandes escenarios y un decepcionante paso por la Copa de Maestros; campeón del torneo hace dos años y finalista el pasado, vuelve a marcharse de vacío, como ya le sucediera en 2019. Esta vez duele mucho. Sirvió para vencer a Tsitsipas el miércoles y también ha dispuesto del saque para ganarle otra vez a Djokovic, pero derrapa otra vez. ¿Cómo se explica?

“Muy fácil: he apestado, así que… Es un desastre”, se castiga, aunque dice que se imagina remontando y dándole le vuelta a la situación, haciendo algo “grande” en el futuro. Entretanto, Nole sigue exprimiendo este último trimestre –24 victorias y solo dos tropiezos de junio aquí– y compite con todo para coronarse otra vez, la primera en el Pala Alpitour de Turín. “Era solo fatiga; quiero decir, no estoy enfermo”, apunta el de Belgrado, que no logra hincarle el diente al torneo desde 2015. ¿Y de dónde vienen esos temblores? Responde a los periodistas: “No voy a entrar en detalles porque simplemente no siento que este sea el lugar adecuado para compartirlo. ¿Por qué debería hacerlo? No quiero revelar lo que me pasa a mis rivales“.

Ha acabado exhausto después de 3h 11m, de guantazo en guantazo, y mira ahora con decisión al cruce con Fritz porque está a dos peldaños de transformar un año de pesadilla en uno de ensueño para cualquier otro jugador. Son hasta hoy cuatro premios y de todos los colores: tierra, hierba, cemento: Roma, Wimbledon, Tel Aviv y Astaná.

“Los límites no existen, solo están en tu cabeza. Se trata de tener siempre la mente abierta, los ojos abiertos, los oídos abiertos. Aprender de cada experiencia. Todos somos diferentes. Algunos emplean ejercicios mentales, otros un pensamiento, otros se apoyan en una persona... En el tenis pasa todo muy rápido y es muy desafiante, por eso es tan hermoso”, resume en clave filosófica cuando le plantean por qué él y otros gigantes son capaces de sobreponerse a situaciones tan adversas. En enero, todo era oscuridad para él, que hoy intimida. Irreductible Djokovic donde los haya.

ASÍ VA LA COPA DE MAESTROS

A. C. | Turín

Formato.
Dos grupos con cuatro integrantes cada uno. Los dos mejores accederán en las semifinales, en las que se medirán el primero del Grupo Verde contra el segundo del Rojo y viceversa.

Resultados y programa.
Viernes 18: Djokovic, 6-3, 6-7(5) y 7-6-(2). Rublev, 3-6-6-3 y 6-2 a Tsitsipas. Sábado 19: Djokovic-Fritz (14.00, Movistar). Ruud-Rublev (21.00).

Grupos.
Verde: 1.- Ruud (2 triunfos y 1 derrota; 4 sets a favor y 3 en contra). 2.- Fritz (2-1 y 5-3). Aliassime (1-2 y 3-4). Nadal (1-2 y 2-4).
Rojo: 1.- Djokovic (3-0 y 6-1). 2.- Rublev (2-1 y 4-4). 3.- Tsitsipas (1-2 y 3-5). 4.- Medvedev (0-3 y 3-6).

Calendario.
Final: el domingo 20, a las 19.00.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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