Juan José Otegui, un gran actor con eco y multimedia
El veterano intérprete, que se hizo popular en ‘Estudio 1’ y frecuente en los montajes del Centro Dramático Nacional, ha muerto a los 85 años
“A Juan José Otegui lo conocí mucho en aquellas noches del Madrid de los años setenta”, me cuenta el actor José María Pou, que compartió charlas apasionadas con Otegui, fallecido este martes en Madrid a los 85 años: era otro gran tertuliano teatral. Pou y Otegui trabajaron juntos en cientos de funciones, como aquel programa doble de Valle (Las galas del difunto y La hija del capitán) que dirigía Manolo Collado. O programa triple, Martes de carnaval, dirigido por Mario Gas en el María Guerrero. “Fue la primera vez que vino a España”, sigue Pou, “un enorme escenógrafo argentino, Claudio Segovia, trabajamos en muchas sesiones juntos”.
Pou y Otegui también se foguearon en la mejor televisión. Arrancaron desde abajo, sigue José María Pou: “Yo lo conocí cuando él era un actor muy habitual, presente en todos los repartos”. Empezaron con teatro y mucha televisión: fue frecuente su presencia en el programa Estudio 1, aquellas famosas representaciones teatrales televisadas, que le dieron gran popularidad. “Era de la cuerda de Paco Merino y de Nicolás Dueñas. Un estilo de actores muy buenos que formaban el grueso de la profesión. Otegui, Merino y Dueñas fueron lo que daba en llamarse cabeceras de cartel, primeros actores de reparto. Él era un actor que hablaba estupendamente, muy marcado por un físico de señor muy reposado. Nunca solía hacer comedias locas en escena, crear tipos excesivos, participar en espectáculos o cantar, bailar, saltar, hacer y decir extravagancias. Aparecía y hablaba maravillosamente, y te lo creías muy bien y en el acto”.
Otegui tuvo siempre el reconocimiento de la profesión, pero donde llegó mucho más lejos fue siendo un actor ya mayor, en la parte final de su carrera, en vísperas de su retirada, “y cogió un peso importante con papeles de primer actor”, sigue Pou.
Se retiró, me dijeron, a un pueblo de Asturias, donde estuvo mucho tiempo sin trabajar. Tenía varios hijos actores, pero recuerdo sobre todo a uno fenomenal, que se llamaba Sergio Otegui. También se retiró, a mi juicio demasiado pronto.
Juan José Otegui recibió un premio Max, dos Ercilla y dos de la Unión de Actores. El 5 de junio de 2010 se subió por última vez a un escenario en el teatro Campoamor de Oviedo: para su despedida eligió La marquesa de O, dirigido por Magüi Mira. Trabajó con innumerables directores de teatro, entre ellos Lluís Pasqual, Mario Gas, Adolfo Marsillach, José Luis Gómez y Miguel Narros. Fue habitual en el Centro Dramático Nacional, donde participó en obras como Madre Coraje y sus hijos (1986); Julio César (1988), Eslavos (1997), San Juan (1998), La Fundación (1999) o La visita de la vieja dama (2000). También en la Compañía Nacional de Teatro Clásico: Fuenteovejuna (1993), La vida es sueño (1996), Don Juan Tenorio (2000) y El burlador de Sevilla (2003). El Max se lo dieron en 2005 por El precio, uno de sus trabajos más recordados, además de Visitando al señor Green (2006).
Intervino también en películas de Fernando Fernán Gómez (Fuera de juego), Pedro Almodóvar (Tacones lejanos), Vicente Aranda (Tiempo de silencio) y José Luis García Sánchez (La noche más larga), entre otras.
