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Pepa Bueno: “Una mala praxis contamina toda la profesión”

La directora de EL PAÍS defiende la transparencia como mecanismo para recuperar la credibilidad del periodismo en un coloquio con otros periodistas organizado por Hay Forum Festival Sevilla

Pepa Bueno
De izquierda a derecha, los periodistas Teodoro León Gross, Pepa Bueno, Rafael Latorre y Carlos Franganillo, este sábado en Sevilla.Alejandro Ruesga
Eva Saiz

Recuperar la credibilidad del periodismo para que pueda volver a ser percibido como sostén de la democracia y devolver el valor social de la información veraz y rigurosa deben ser de los principales afanes de la profesión. Más todavía en tiempos en los que las redes sociales y el apetito por la inmediatez han agitado el veneno de las noticias falsas y la posverdad. Sobre cómo abordar esa tarea y los obstáculos para llevarla a cabo han charlado este sábado en Sevilla la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno; el director de informativos de Telecinco, Carlos Franganillo; y el conductor de La brújula de Onda Cero, Rafael Latorre. El coloquio, moderado por el periodista Teodoro León Gross, se ha enmarcado en el Hay Forum Festival que estos días se celebra en Sevilla.

Partiendo de la premisa de que la aparición de Internet y la crisis de 2008 alteraron el statu quo de los medios de comunicación obligándolos a adaptarse a un nuevo modelo de negocio con nuevos actores y otras formas de financiación que pudieran compensar el descenso de ingresos publicitarios, Bueno ha lanzado una advertencia: “La ciudadanía nos percibe como parte de algo que no es transparente, estamos percibidos como parte del problema y no como una herramienta imprescindible para que tenga los datos de la una realidad siempre compleja y sinuosa, para hacer posible que yo como ciudadana me forme una opinión, y eso es peligroso”. Una línea argumental que ha compartido Franganillo: “Todavía no hemos asimilado bien el cambio tecnológico que, en nuestro caso, ha desmontado el modelo económico, pero también la primacía que teníamos en el discurso”, ha señalado.

En esa transformación digital, los medios de comunicación han perdido el control del relato sobre lo que pasa, dónde pasa y cuándo pasa, pero, como ha resaltado Bueno, aún queda “la exclusividad” sobre las otras dos grandes preguntas en las que se basa el periodismo: el cómo y el porqué. Responderlas “es caro”, ha recalcado la directora de EL PAÍS, porque el periodismo de calidad requiere de recursos y tiempo. Pero la falta de medios, unida a la presión que marca el ritmo de la actualidad, hace que desentrañar esa verdad sea cada vez más difícil y abone el caldo de cultivo para la desinformación.

Franganillo ha terciado: “El ritmo de la actualidad, las exigencias de la audiencia sobre cuándo quiere la información y cómo se consume nos ha quitado herramientas. Un periodista honesto trata de componer las piezas, de contrastar la información y eso lleva muchísimo tiempo, mientras que un relato mentiroso y tóxico te da un relato cerrado y siempre te puedes refugiar en él”.

“Existen buenos periodistas, pero una mala praxis contamina toda la profesión y nadie está a salvo de esa contaminación”, ha señalado Bueno. Mientras, Delatorre ha apuntado: “No siempre podemos pedir a un relato que sea coherente, porque ocurre que los hechos relevantes a veces no tienen sentido. El lector ha de desconfiar cuando le damos un relato perfecto que encaja en un macrocosmos, porque entonces es cuando empezamos a convertirnos en esa prolongación de las máquinas del poder”.

De Turmp al Brexit

En este contexto es inevitable que el ciudadano se vea abocado a la confusión. “Algunos periodistas se comportan en las redes sociales como tabernarios y eso ha extendido enormemente el descrédito de los periodistas, lo que genera una confusión enorme entre lo que es comunicación y lo que es periodismo”, ha señalado la directora de EL PAÍS. Franganillo ha añadido: “Abrir tantas ventanas lleva a que mucha gente no tenga por qué diferenciar quién es un periodista y quién no lo es, pero dentro de la actividad periodística se han infiltrado activistas y en ese totum revolutum se nos mete a todos y se demonizan los medios de comunicación”.

La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, durante su intervención en el coloquio 'Periodismo ¿estado de crisis?', organizado por el Hay Forum Festival Sevilla.
La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, durante su intervención en el coloquio 'Periodismo ¿estado de crisis?', organizado por el Hay Forum Festival Sevilla.Alejandro Ruesga

Todos han coincidido también en señalar a Donald Trump y su campaña a las presidenciales de 2016 como el catalizador que “aceleró” la crisis de “desinformación y manipulación periodística” que luego se consolidó con el Brexit o la llegada al poder en Brasil de Jair Bolsonaro o el Procés, tal y como ha señalado León Gross. “El poder siempre tuvo una relación conflictiva con la vedad. Nixon mentía, pero Trump desprecia la verdad”, ha destacado Delatorre, que ha llamado la atención sobre cómo el expresidente estadounidense siempre prescindió de intermediarios: “Hemos aceptado que la relación de los políticos con la fiscalización de la prensa sea a través de Twitter [actual X]”. Bueno, por su parte, también ha señalado a la “enorme dejación de funciones” que hizo el periodismo entonces. “Servimos de forma acrítica como plataforma a mensajes que van contra la democracia, contra la pluralidad”, ha recalcado, como otro ejemplo que ahonda en la pérdida de la confianza en los medios de comunicación.

Pese a esta aparente sensación de derrotismo, los ponentes se han mostrado optimistas sobre el futuro. El buen periodismo siempre se podrá hacer en cualquier formato y, paradójicamente, es el escrutinio en redes sociales al que se ven sometidos ahora los periodistas el que también les impele a que no se baje el pedal de la calidad, han coincidido Franganillo y Delatorre. Para Bueno, la clave para recuperar esa credibilidad reside en “la inteligencia de nuestros lectores” y “en la transparencia”. La directora de EL PAÍS ha sido muy clara y ha demandado “transparencia económica y financiera”, para que se conozca quiénes son los dueños de los medios, con qué fondos se sostienen y “quién financia los medios que aparecen de la noche a la mañana”; auditorías de los suscriptores y del tráfico que generan y un “control interno editorial y de admisión de errores”.

Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.
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