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La gran revisión científica sobre la crisis climática: “La ventana para asegurar un futuro habitable se cierra”

El IPCC concluye que el calentamiento ha causado ya impactos y daños “generalizados” e irreversibles. Los expertos urgen a acometer reducciones de las emisiones profundas y rápidas

Un hombre camina a orillas del lago Montbel, casi sin agua, al pie de los Pirineos franceses.
Un hombre camina a orillas del lago Montbel, casi sin agua, al pie de los Pirineos franceses.SARAH MEYSSONNIER (REUTERS)
Manuel Planelles

El cambio climático es “una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta” y la “ventana de oportunidad” que la humanidad tiene para asegurarse “un futuro habitable y sostenible para todos” se “cierra rápidamente”. Es el aviso, con regusto a ultimátum, que contiene el informe de síntesis aprobado este fin de semana tras muchas horas de negociación en el seno del IPCC, el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático. La ventana se está cerrando ante nuestros ojos, porque esta década, el decenio considerado clave en la lucha climática, no transita por el camino que traza la ciencia para que el calentamiento se quede dentro de los límites de seguridad que se establecieron en el Acuerdo de París, de 2015. Aunque ha habido algunos avances, las emisiones de efecto invernadero —procedentes principalmente de los combustibles fósiles— no se están reduciendo de la forma rápida y profunda que se requiere. Perder esa oportunidad será responsabilidad de esta generación, pero las consecuencias no solo las verán nuestros ojos: “Las acciones implementadas en esta década tendrán impactos ahora y durante miles de años”. Y ya se sabe que esta crisis “ha causado impactos adversos generalizados y pérdidas y daños” en los seres humanos y la naturaleza.

El informe de resumen presentado este lunes cuenta con 37 páginas y ha sido acordado en la ciudad suiza de Interlaken entre los científicos del IPCC y los representantes de las casi 200 naciones que participan en las negociaciones sobre cambio climático que se desarrollan en el seno de la ONU desde hace más de tres décadas. También desde hace más de 30 años, el IPCC se ha encargado de sentar las bases sobre el conocimiento científico respecto al calentamiento global. Los avisos de este panel de expertos han ido creciendo en intensidad a medida que el cambio climático y sus impactos se hacen más evidentes y duros... Hasta llegar a este sexto informe de evaluación, en el que los científicos concluyen que muchos de los cambios asociados a esta crisis —como la subida del nivel del mar o el deshielo— serán “irreversibles” durante cientos de años e incluso milenios.

Pero el futuro no está escrito por completo y todavía está en manos del ser humano determinar cómo de graves serán los impactos próximos de esta emergencia. “Las reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero conducirían a una desaceleración perceptible del calentamiento global en unas dos décadas”, añaden dotando de algo de optimismo a esta sombría radiografía.

Cada año se publican en el mundo miles de artículos sobre el que está considerado como uno de los grandes desafíos de la humanidad de este siglo: la crisis climática. El IPCC periódicamente hace un trabajo de revisión de todo el conocimiento científico para poder orientar a los gobernantes en la toma de decisiones. El documento que se ha presentado este lunes cierra el sexto ciclo de revisión. El primero fue en 1990; y el último hasta ahora databa de 2014 y sirvió para cerrar el Acuerdo de París de lucha contra el calentamiento en la cumbre celebrada en 2015 en la capital francesa. Esta sexta revisión —con el documento de síntesis que se nutre de seis informes que el IPCC ha ido publicando desde 2018— tiene que servir para que los países evalúen los progresos en la aplicación del tratado contra el calentamiento global en la cumbre de la ONU que se celebrará a finales de año en Dubái. Y las noticias no son buenas, porque las emisiones de efecto invernadero mundiales siguen sin caer de la forma urgente y drástica que se requiere. “La urgencia por recortar nuestras emisiones crece cada mes que nuestras emisiones siguen subiendo, en un momento en el que ya deberían estar disminuyendo rápidamente”, resume Pep Canadell, director ejecutivo de Global Carbon Project y uno de los científicos del IPCC.

El Acuerdo de París estableció que los países del mundo debían reducir sus emisiones para lograr que el incremento de la temperatura se quede a finales de siglo por debajo de los 2 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales y, en la medida de lo posible, por debajo de los 1,5. Pero el planeta ya está en un calentamiento de 1,1 grados y los científicos explican que es muy probable que en las próximas dos décadas se superen los 1,5 debido a las emisiones acumuladas, aunque luego podrían caer por debajo de esa barrera si se da un giro de 180 grados. Que ocurra eso depende de lo rápido que se recorten los gases hasta llevarlos a prácticamente cero a partir de 2050. El IPCC advierte de que se requieren “acciones de mitigación y adaptación urgentes, efectivas y equitativas”. “Debemos pasar de la procrastinación climática a la activación climática”, ha pedido Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (Pnuma).

Hoja de ruta

Tras la revisión que concluye ahora del IPCC, la ruta está clara: para conseguir el cada vez más complicado objetivo de que el calentamiento se quede a finales de siglo por debajo de los 1,5 grados, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deberán haber caído en 2030 un 43% respecto a los niveles de 2019 (que son prácticamente los actuales), un 60% en 2035 y un 84% en 2050. La senda para los 2 grados es algo menos empinada: en 2030 la reducción de emisiones deberá ser del 21%, del 35% en 2035, y del 64% en 2050. Pero hasta esta segunda meta se pone cada vez más cuesta arriba porque las emisiones mundiales no están cayendo (de hecho, en 2022 crecieron alrededor del 1%). En el informe se advierte de que los actuales planes de los gobiernos presentados en el marco del Acuerdo de París llevarán a un incremento de la temperatura de 2,8 grados. Cada décima de aumento cuenta porque multiplica los efectos negativos de esta crisis. “Sin acciones de mitigación y adaptación urgentes, efectivas y equitativas, el cambio climático amenaza cada vez más los ecosistemas, la biodiversidad y los medios de vida, la salud y el bienestar de las generaciones actuales y futuras”, expone el informe.

Pero, quizás, lo mejor sea empezar por el principio. Esta sexta revisión del IPCC despeja cualquier duda. El cambio climático existe y ha sido “causado inequívocamente” por solo una de las especies que habita el planeta: el ser humano. La temperatura de la superficie del planeta es de media 1,1 grados Celsius más cálida que antes de la revolución industrial (1850) y el calentamiento se está acelerando. Si se toma como referencia el aumento de la temperatura desde 1970 hasta la actualidad, nunca en al menos los últimos 2000 años se ha producido un calentamiento tan rápido en un periodo de 50 años, indica el IPCC. ¿La causa? Los gases de efecto invernadero —principalmente dióxido de carbono, metano y óxido nitroso— que generan las actividades del ser humano. En estos momentos, las concentraciones en la atmósfera del dióxido de carbono (el principal de estos gases) son las más altas en al menos dos millones de años y las de metano y óxido nitroso son las más elevadas en al menos 800.000 años.

Impactos desiguales

El nivel de calentamiento alcanzado ya debido a los gases emitidos, que permanecen durante décadas o siglos en la atmósfera, ha producido “cambios generalizados y rápidos” en el planeta. No solo se trata de un aumento medio de la temperatura: “el cambio climático causado por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo”, señala el IPCC. Los científicos tienen cada vez más clara la relación directa entre el calentamiento y el incremento de eventos “como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales”.

Esta crisis climática es también una historia de desigualdad en los responsables y en las víctimas. “Las comunidades vulnerables que históricamente han contribuido menos al cambio climático actual se ven afectadas de manera desproporcionada”, resume el estudio. Un dato: “Entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático”. Esa vulnerabilidad no solo depende del área geográfica, sino de la situación socioeconómica que convierte a las poblaciones con menos recursos en más frágiles frente a los extremos. “El aumento de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos ha expuesto a millones de personas a una situación de inseguridad alimentaria aguda y ha reducido la seguridad hídrica”, añade el estudio presentado este lunes. Otro dato más: “Entre 2010 y 2020, la mortalidad humana por inundaciones, sequías y tormentas fue 15 veces mayor en regiones altamente vulnerables, en comparación con regiones con vulnerabilidad muy baja”. “La justicia climática es crucial porque aquellos que han contribuido menos al cambio climático se ven afectados de manera desproporcionada”, ha remachado Aditi Mukherji, una de los autores del informe.

Sindh Pakistan
Inundaciones en Pakistán en septiembre del pasado año.Fareed Khan (AP)

La previsión es que el escenario empeore: “Todas las regiones del mundo se enfrentan a nuevos aumentos de los peligros climáticos”. Por ejemplo, se espera que “a corto plazo” aumenten “la mortalidad y morbilidad humana relacionadas con el calor”, las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores, los problemas de salud mental, las inundaciones en ciudades y regiones costeras, la pérdida de biodiversidad, la disminución de la producción de alimentos en algunas regiones... Además, el pronóstico apunta a que cada vez se darán más impactos combinados al mismo tiempo, como olas de calor y sequías. Los científicos añaden una advertencia más: “Los riesgos y los impactos adversos proyectados y las pérdidas y los daños relacionados con el cambio climático aumentan con cada incremento del calentamiento global”. Por ello, es fundamental reducir las emisiones.

Soluciones

Si se habla de gases de efecto invernadero es imprescindible mirar a cómo el ser humano produce la energía. El IPCC detalla que, en estos momentos, “aproximadamente el 79% de las emisiones globales” proceden de la industria, el transporte y la edificación o, dicho de otra forma, de los combustibles fósiles —el petróleo, el gas y el carbón—. La desigualdad respecto a los responsables del problema también es elocuente: “Las personas con un nivel socioeconómico alto contribuyen de manera desproporcionada a las emisiones y tienen el mayor potencial de reducción de emisiones”.

El informe de síntesis del IPCC también lanza un mensaje con cierta esperanza al resaltar que “ya se encuentran disponibles opciones factibles, efectivas y de bajo costo” para disminuir los gases que expulsa la economía mundial. “Hay muchas opciones disponibles para reducir el consumo intensivo en emisiones mientras se mejora el bienestar social”, insiste el estudio. Por ejemplo, una de las más repetidas por el IPCC es el uso de energías renovables para sustituir a los combustibles fósiles. “Entre 2010 y 2019, se han producido disminuciones sostenidas en los costos unitarios de la energía solar (85%), la energía eólica (55%) y las baterías de iones de litio (85%)”, se pone como ejemplo.

A las renovables se les unen como solución la electrificación de los sistemas urbanos, las infraestructuras verdes urbanas, la eficiencia energética, la reducción del desperdicio... Acciones que, según resalta el IPCC, “se están volviendo cada vez más rentables y generalmente cuentan con el apoyo del público”. Canadell resalta también del informe la cuantificación de los beneficios de la lucha climática, que son incluso más altos que el coste requerido para desengancharse de los combustibles fósiles. “Es un win-win para nosotros y el planeta”, dice Canadell. O dicho de otra forma: “El precio de la inacción es igual o más alto que los beneficios de la descarbonización total de la economía”. Hacia el mismo lugar ha apuntado este lunes el presidente del IPCC, Hoesung Lee, al destacar que “la incorporación de una acción climática efectiva y equitativa no solo reducirá las pérdidas y los daños para la naturaleza y las personas, sino que también brindará beneficios más amplios”.

Planta de carbón en Weisweiler, Alemania.
Planta de carbón en Weisweiler, Alemania.WOLFGANG RATTAY (REUTERS)

Pero, para completar la transformación que en algunos lugares del planeta ya se ha iniciado, “se necesitan transiciones rápidas y de gran alcance en todos los sectores” si se quiere “asegurar un futuro habitable y sostenible para todos”. Y el cambio sistémico requerido no tiene precedentes en términos de escala, e incluye no solo cambios tecnológicos, sino también socioeconómicos para alejarse de los combustibles fósiles.

“Una guía de supervivencia para la humanidad”

António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas (ONU), ha definido el informe del IPCC como una “guía de supervivencia para la humanidad” y para desactivar la “bomba de relojería” que supone la crisis climática. Además, se ha mostrado esperanzado al considerar que “el límite de 1,5 grados es alcanzable” todavía. Aunque ha reconocido que “se necesitará un salto cuántico en la acción” que lleve a “acelerar masivamente los esfuerzos climáticos de todos los países y todos los sectores”.

Más allá de las palabras, Guterres ha aprovechado la publicación del informe para lanzar una propuesta, con medidas concretas, para mantener vivo el objetivo de los 1,5 grados. Estas son algunas de las acciones:

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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