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‘Los colonos’, un crudo y violento ‘western’ que enfrenta a Chile con los pecados del colonialismo

La ópera prima del director Felipe Gálvez, que relata el genocidio del pueblo Selk’nam en Tierra del Fuego, se estrena en Latinoamérica tras obtener el premio de la crítica en el pasado Festival de Cannes

Película Los Colonos
Mark Stanley, Camilio Arinicibia y Sam Spruell en un fotograma de la película chilena 'Los Colonos' (dir. Gálvez Haberle, 2023).Sideral Cinema (Sensacine)
Andrés Rodríguez

Doce años germinó la idea en su cabeza Felipe Gálvez. Trató de pensar en opciones, pero ninguna le apasionaba tanto como esa. Era una película de época, su ópera prima y pensada para ser filmada en Tierra del Fuego. Se enteró sobre el suceso en un diario independiente y le pareció llamativo que este hecho nunca lo estudió en el colegio ni tampoco formaba parte de la historia oficial. Tuvo una especie de deja vú, ya que sintió que era como un reflejo de otros momentos históricos que Chile “trata de no hablar de eso” y “evita revisitarlos”. “Me pareció llamativo que el genocidio de los Selk’nam estuviera tan oculto”, afirma el director de 41 años originario de Santiago de Chile.

A partir de esa idea y curiosidad nació Los colonos, la primera película de Felipe Gálvez que, antes de estrenarse comercialmente en Chile, realizó un amplio recorrido por festivales, entre los que se incluye la prestigiosa cita de Cannes, donde obtuvo el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica a mejor película en su pasada edición. El filme se sitúa a fines del siglo XIX, cuando las estancias ovejeras cubren cada vez más territorio en la Patagonia chilena. En 1893, Segundo, un mestizo chileno; Maclenan, un militar inglés y Bill, un mercenario estadounidense, emprenden una expedición a caballo para delimitar y reclamar las tierras que el Estado le ha otorgado a José Menéndez. Lo que parece ser una expedición administrativa, se transforma en una violenta cacería de onas —también conocidos como Selk’nam—, los nativos del archipiélago de Tierra del Fuego.

Camilio Arinicibia, Sam Spruell y Mark Stanley,  en los roles de Segundo Molina, Colonel Martin y Alexander MacLennan.
Camilio Arinicibia, Sam Spruell y Mark Stanley, en los roles de Segundo Molina, Colonel Martin y Alexander MacLennan.Sideral Cinema (Sensacine)

“Me pareció interesante ir a un momento de la historia desconocido, donde también hay mucha violencia para hacer una reflexión del presente. Voy al genocidio Selk’nam desde el punto de vista blanco, desde el punto de vista de quienes ejercen la violencia y los crímenes para reflexionar sobre cosas que, para mí, están pasando en el presente. Es una reflexión sobre cosas del presente y de la historia de mi país hace 100 años, hace 50 y lo que puede pasar con cualquier historia que no se escribía”, explica el director a través de una videollamada desde su residencia en Francia.

Gálvez cuenta que el guion le tómo alrededor de cuatro años en finalizarlo. Mucha de la información que tomó para contar la historia son documentos e investigaciones que comenzaron a surgir apenas hace entre 15 y 20 años, sobre lo que sucedió promediando el año 1800, que es cuando comienza el poceso de invasión y colonización. La película se basó en información etnográfica de viajes, en estudios y documentos que hablan cómo eran los Selk’nam, cómo vivieron como pueblo, pero principalmente en unos expedientes del primer juez que mandó Chile a investigar los crímenes cometidos en Tierra del Fuego. La investigación de este emisario del Estado, que permaneció en la casa de José Menéndez, un empresario español considerado como El Rey de la Patagonia, ya que gestó una de las fortunas más grandes de la región y controló grandes extensiones de tierra en Chile y Argentina —interpretado en la cinta por Alfredo Castro—, resultó en la publicación del Sumario sobre vejámenes inferidos a indíjenas de Tierra del Fuego.

De este documento se desprendieron entrevistas a estancieros, jefes de policía y capataces que dan testimonio de lo sucedido. “En toda América hay un José Menéndez, hay un capataz, hay mestizos, personajes en los cuales uno se basa en la historia de nuestro continente para construir esta historia que funciona de forma independiente si uno conoce o no conoce la historia de Chile. Yo creo que los que han sido colonizados y los países que han sido colonizadores logran reconocerse en la película, que no busca ser un documento histórico. Mi búsqueda es hacer una reflexión a través del cine y una película universal sobre, como bien dice el título, los colonos, los colonizadores y cuando se provocan los procesos de colonización”, explica el director.

Un fotograma de la película, ganadora del premio de la crítica en el Festival de Cannes.
Un fotograma de la película, ganadora del premio de la crítica en el Festival de Cannes.Sideral Cinema (Sensacine)

La intención y experiencia cinematográfica que Gálvez pensó para la película fue una “visceral”, en la que el espectador pueda sentir que realiza el viaje junto a estos personajes y se vuelva cómplice de lo que sucede. Por este motivo, los grandes parajes, el sonido ambiente y atmosférico, así como la fotografía, fueron concebidos, según explica, para ser experimentados en el cine. Dentro de esta lógica, el también coguionista junto con Antonia Girardi, pensó en la película a través de módulos o capítulos. La primera parte fue concebida como un western con toques de aventura, a caballo, y con violencia explícita. Y la segunda, con toques de drama y thriller político, que sucede en interiores, pero donde lo que se dice es “sumamente violento”.

“Las dos estructuras de la película pasan por distintas capas y tipos de violencia. Una está al aire libre y se ejecuta físicamente. La otra, en el interior, en un sillón donde se ejecuta silenciosamente y en palabras. Para mí la película es extremadamente cinéfila y a medida que se va transformando y atrapando al espectador, te va permitiendo entender cuáles son las técnicas del cine para manipular, porque la película lo que también busca es hacer una reflexión del cine como esta máquina que es parte de la reescritura de la historia del siglo XX”, precisa.

Alexander MacLennan apunta una pistola al Colonel Martin, en un cuadro de la cinta.
Alexander MacLennan apunta una pistola al Colonel Martin, en un cuadro de la cinta.Sideral Cinema (Sensacine)

Sobre el mismo tema y relacionado al género western con el que se presenta Los colonos, dice que este es una herramienta e invención propia del cine, del continente americano, para mostrar que era un continente civilizado. Afirma que este género habla de crímenes, matanzas y que transforma al vaquero, al hombre blanco, en héroe; mientras que pone al indígena en el pasado, como no civilizado. Por esto mismo sustenta que parte de la frase que acuño George Orwell en 1944, “La historia la escriben los vencedores”, también aplica al cine. “La película trata de reflexionar sobre quiénes son esos ganadores que han escrito la historia. Qué es lo que ocultan, cuál es el contraplano de la historia y por qué los vencedores no quieren ver lo que hay detrás de eso”, agrega.

Los colonos se estrena en Chile el 18 de enero, mientras que en México, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, la fecha establecida es el 25 de enero. En Argentina y Uruguay estará disponible desde el 1 de febrero y finalmente el 8 de febrero en Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua. Gálvez siente expectativa por el estreno de la película en territorio chileno y cómo será recibida, no por una “provocación burda” o para alterar, sino más bien para generar una conversación desde otro punto de vista.

“Creo que la reacción va a ser ser interesante, porque primero que nada, cuando uno hace cine muchas veces trata de poner en la agenda un tema que no es parte de la misma. Va a haber gente que comparta la visión, gente que no lo hará. A mí lo que me interesa es provocar una conversación, como mover un poco el agua, que se genere una onda que logre un poco de movimiento. La película no es una propaganda, es una ficción que, por sobre todo, tiene ideas de cine y que ojalá que dejen pensar al espectador en muchas otras cosas”, concluye.

Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México
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