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La CUP abre una reflexión tras perder cerca de 50.000 votos

Los anticapitalistas quedan fuera de Barcelona, Lleida, L'Hospitalet y Terrassa

La regidora del ayuntamiento de Barcelona Eulàlia Reguant comparece junto a otros miembros de la CUP, tras el escrutinio de las elecciones municipales.
La regidora del ayuntamiento de Barcelona Eulàlia Reguant comparece junto a otros miembros de la CUP, tras el escrutinio de las elecciones municipales.G.C.

“Es un día triste, hemos perdido el proyecto rupturista del ayuntamiento de Barcelona”. Con estas palabras calificó la cabeza de lista de la CUP en la capital, Anna Saliente, los resultados durante la noche electoral. Los anticapitalistas han abierto un proceso de reflexión para buscar las causas de su pérdida de apoyos. En marzo decidieron no concurrir a las elecciones generales precisamente para centrarse en las municipales, el terreno de juego preferido históricamente por la CUP. Pero de poco ha servido reservar fuerzas. El domingo el proyecto municipalista, cuna de la CUP y por el que la formación había reservado todos sus efectivos, perdió cerca de 50.000 votos, pasando de 234.438 a 177.330. La principal fuga de votos de los anticapitalistas se ha dado en el área metropolitana de Barcelona.

Hace cuatro años, la CUP celebraba los mejores resultados de su historia, con 372 regidores, representación en las cuatro capitales de provincia y con el triple de concejales de las anteriores municipales. Era un momento de euforia para los anticapitalistas que cuatro meses más tarde pasaron de tres a diez escaños en el Parlament. Los resultados del pasado domingo certificaron la clara tendencia a la baja de la formación anticapitalista. A los más de 100.000 votos que habían perdido en las autonómicas de 2017, respecto a las de 2015, le sucedieron la merma de 45 regidores y la desaparición en ayuntamientos como Lleida y Barcelona tras las elecciones municipales.

Además de estas dos capitales de provincia, la CUP tampoco tendrá presencia en los consistorios de ciudades como L'Hospitalet de Llobregat, donde se dejaron la mitad de los votos y se han visto superados por VOX. En Terrassa han perdido el único concejal que tenían, y Mataró han perdido dos regidores. En Reus han pasado de seis concejales y de ser segunda fuerza detrás de CiU, a quedar quinto con tres representantes, el mismo descenso sufrido en Sant Cugat del Vallès.

En todos estos casos, a la pérdida de votos, hay que sumar la recuperación de PSC y ERC como factor para explicar la pérdida de peso de los anticapitalistas. Por ejemplo en el caso de Sant Cugat, aunque solo pierden 700 votos y un concejal, quedarán relegados como la fuerza menos votada del pleno por el auge de socialistas y republicanos.

A falta de una valoración oficial que los anticapitalistas harán durante esta semana, Saliente explicaba horas después de conocer los resultados que en la capital les había perjudicado la polarización entre Maragall-Colau y el cariz “personalista” que había tomado los comicios. Mientra que en el resto de Cataluña, Saliente culpaba a la “asunción del relato que habla de la negociación con el Estado que es incompatible con la posición rupturista de la CUP”, y que explicaría el ascenso de ERC y PSC.

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