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Elecciones Andaluzas
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El sainete del adelanto

Si un presidente reconoce que su Gobierno es inestable, su obligación es disolverlo

Hace unos días, la presidenta de la Junta decía que no quería que en Andalucía se reprodujera un sainete como el representado en Cataluña entre Mas y Junqueras. Lleva toda la razón. Pero si no lo remedia pronto, vamos camino de ello.

Susana Díaz ha afirmado en dos ocasiones que en su Gobierno no hay estabilidad. Un hecho gravísimo. Porque un país, una comunidad, no pueden ser gobernados por un ejecutivo inestable. Si un presidente reconoce que su Gobierno es inestable, su obligación es disolverlo.

Escribo estas líneas cuando la presidenta aún meditaba si adelantaba o no las elecciones autonómicas. La impresión generalizada es que ese adelanto era inevitable. Porque, aunque Díaz dejó un resquicio abierto cuando afirmó el lunes que “espero que todos recapacitemos y sepamos lo que es estar en un Gobierno de nueve millones de personas”, el reconocimiento de estar al frente de un gabinete sin estabilidad no le deja otra salida que la convocatoria electoral. Que hablen los andaluces, como ella mismo ha dicho en repetidas ocasiones.

Aunque IU, su socio en el Gobierno, haga ahora todo lo posible por evitar la ruptura, suavizando los puntos más conflictivos que los han separado recientemente: la amenaza de un referéndum para evaluar si siguen o no en el Gobierno y el viaje del vicepresidente Valderas al Sáhara. Pero haría falta un milagro para que se recomponga la confianza entre los dos socios que forman el Gobierno de la Junta. Una pena.

Durante buena parte de los 16 meses que Díaz ha estado al frente del Ejecutivo nos han bombardeado con los beneficios de un gobierno de izquierdas, que demostraba con hechos que otra forma de gobernar, distinta a la que practica la derecha, era posible.

Las políticas sociales, la sanidad, la educación, la dependencia, han estado más protegidas en Andalucía que en cualquier otra comunidad. Aquí se aprobó la primera ley de transparencia. Esta misma semana, el Consejo de Gobierno daba el visto bueno a dos importantes leyes de marcado acento político, la de memoria democrática y la que defenderá a los ciudadanos de los abusos de la banca. Había otros proyectos legislativos de gran calado, como una banca pública o una renta básica (exigencia de IU).

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Pero todo se ha ido al garete, posiblemente por los cálculos electorales de uno y otro. La sombra de Podemos es alargada y amenaza con taparlos en las urnas. Algunos medios especulaban con otra razón que habría tenido Díaz para tensar la cuerda hasta la ruptura: su deseo de concurrir a las primarias del PSOE contra Pedro Sánchez, para ser candidata a la presidencia del gobierno central.

Si ello fuera así, entonces sí que estaríamos ante un verdadero sainete, en la novena acepción del DRAE: una situación grotesca y ridícula.

@JRomanOrozco

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