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EL LIBRO DE LA SEMANA | 'REVANCHA'

Venga, ¿quién va primero?

‘Revancha’ es un sobrecogedor retablo de la Barcelona de los noventa que nos deja una lacerante y admirable impresión de verdad, tan nutrida de vida como de literatura

Miembros de los Boixos Nois saludan con bengalas a los jugadores del Barça,  en enero de 1991.
Miembros de los Boixos Nois saludan con bengalas a los jugadores del Barça, en enero de 1991.Emilio Pérez de Rozas (EL PAÍS)

Revancha no es otra novela más de Barcelona. Es una novela excepcional de otra Barcelona: la de la periferia o el extrarradio —de La Mina y Sant Adrià a las poblaciones del Baix Llobregat—, donde se alojan y recluyen los expulsados de BAR-CEL-ONA, la millor botiga del món. Incluye expresamente estos dos eslóganes usados para promocionar la marca Barcelona y convertir la ciudad en objeto de deseo y multitudinario destino turístico porque, mientras todo eso sucedía —década de los noventa— y engrosaba los anales, en la ciudad también sucedían otras cosas, y por sus calles se movían bastante a sus anchas grupos de jóvenes neonazis, singularmente los vinculados al batallón ultra del Barça, los Boixos Nois.

Kiko Amat construye Revancha en torno a dos personajes protagónicos —Amador y César—, cuyas vidas acabarán cruzándose. De ambos se recogen experiencias clave de la infancia y la adolescencia, incluida la minuciosa radiografía del núcleo familiar, más una sustanciosa selección de hechos y experiencias que iluminan la posterior deriva y que explican el presente o punto de llegada. Ambas historias van alternándose en capítulos que combinan el contrapunto temporal, o por el contrario se anclan en un único episodio, bien sea para cubrir el pasado, o bien sea para avanzar a partir de la acción y la escena representada en el arranque de la novela, la cual precipita la intriga y desencadena el conflicto central de Revancha. En esta escena inicial, Kiko Amat nos somete a un centrifugado de 1.200 revoluciones por minuto, del que salimos tan sacudidos y estrujados como salen las prendas del tambor de la lavadora. No sólo por meternos de cabeza en una intensa y culminante situación de cuyos antecedentes nada sabemos, sino también por estar narrada en segunda persona y protagonizada por personajes que hablan en su particular jerga (en la que no obstante conseguiremos adentrarnos).

Revancha, de Kiko Amat.

Es otro rasgo destacable de Revancha: la sólida factura narrativa, apreciable en la capacidad del autor para armar y mezclar entre sí piezas de muy distinta naturaleza. También en la equilibrada alternancia entre la acción (tan veloz como feroz) o el desarrollo de la intriga y esos flashbacks que en gran medida escenifican un momento decisivo o bien narran un pequeño suceso cotidiano, a veces inocuo, pero que sin embargo dejará un impacto emocional: alegría, odio, aversión, tristeza, deseo, desesperación, temor, ira. En cuanto a la mencionada combinación de voces narrativas —la segunda persona para contar la historia de Amador y la tercera para la de César—, admito que progresivamente me fui reconciliando con ese tú, que sin duda funciona muy bien en tramos introspectivos, de inflexión y autoanálisis, pero que no deja de ser artificioso y difícil de sostener en tiradas largas. No importa. Lo decisivo es el poderoso lenguaje de Kiko Amat: la riqueza y pluralidad de registros, las inflexiones y modismos, el habla o la jerga de tantos personajes como los que aquí tienen cabida, y cuya articulación se traduce en una espléndida y sugestiva polifonía.

Ahora bien, quizá lo más admirable sea la forja de dos grandes personajes que desde luego no vamos a olvidar fácilmente, en parte porque no abundan figuras de tal calado en nuestra narrativa. Incluidos los femeninos: las madres o la impar Chari.

Fran Amador es el número dos de Lokos, la facción del grupo ultra que ocupaba el gol sur del Camp Nou en las pasadas décadas de los ochenta y noventa, que, sin abandonar la violencia, pasan del fanatismo deportivo a la acción criminal para obtener un lucro personal, a costa de manejar y manipular a sus “soldados” y “cachorros”. Poco queda ya de su juvenil relación sexual con Alberto, El Cid —hijo de una pareja perteneciente a la progresía culta y rica—, número uno de la organización. Del obligado ocultamiento de su condición homosexual en tal entorno y de los nuevos agravios que se suman a las heridas de la infancia (familia lumpen, abandono, hogares de acogida, calles, calles, calles…) brota el drama en el que parece ir a hundirse. César Beltrán tuvo una vida algo más amable. Prometedor jugador de rugby en su juventud, se gana ahora la vida como sicario al servicio de Fundador, quien le encarga una serie de trabajos con que vengar a las víctimas de pederastas o conductores que tras cometer un atropello se dan a la fuga. Vive en un viejo campin abandonado y sólo se relaciona con su hermana Paloma y su sobrina Lucía, a las que protege.

Alrededor de Amador y César, sobre todo de aquel, se mueve un considerable número de personajes que no son planos, ni tienen un mero papel ornamental o pintoresco, ni están enfocados desde una sociología superficial y previsible, ni —menos aún— sirven a un discurso interesado y acoplado a la demanda que convenga atender, como nos han ofrecido algunos otros escritores barceloneses de la promoción de Amat. Con todos sus personajes, Kiko Amat opera con técnicas de cirugía láser. Y les aplica una lente de alta precisión, una mirada microscópica, incluso a aquellas figuras captadas al vuelo, al entrar en un bar, o en la sala de espera de un hospital, o al circular por tantas y tantas calles. Y son docenas y docenas. Lo mismo cabe decir de los espacios y sus ambientes, representados desde un hiperrealismo cuajado de detalles y matices.

Por todo ello, Revancha me parece un sobrecogedor retablo, que nos deja una lacerante y admirable impresión de verdad, tan nutrida de vida como de literatura. Es, con diferencia, la mejor novela española que he leído en estos últimos meses.

Portada de 'Revancha', de Kiko Amat.

Revancha

Autor: Kiko Amat.


Editorial: Anagrama, 2021.


Formato: 324 páginas. 19,90 euros.


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