La declaración de Madrid aboga por la cooperación antiterrorista y económica

Combatir conjuntamente el terrorismo y el narcotráfico y fomentar las relaciones económicas y el libre comercio entre la UE y los países latinoamericanos. Estos son los principales objetivos de la Declaración de Madrid, el texto resultante de la II Cumbre entre la Unión Europea y América Latina.

Así lo ha destacado el presidente del Gobierno y de turno de la UE, José María Aznar, en la rueda de prensa de clausura de la Cumbre, en la que también se ha constatado la apuesta unánime de los participantes en favor del libre comercio y la apertura comercial entre Europa, Latinoamérica y el Caribe.

Aznar ha estado acompañado por los presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y México, Vicente Fox; el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi; y el alto representante de Política exterior de la UE, Javier Solana. Aznar ha hecho hincapié en los dos temas fundamentales que han vertebrado la Cumbre. Por un lado el compromiso común para combatir el terrorismo, "en todas sus manifestaciones y con todos los medios" y su relación con el narcotráfico, "verdadera plaga de muchas sociedades".

Por otro, la apuesta común de la Cumbre por el libre comercio y, en consecuencia, por eliminar proteccionismos. En este sentido, Cardoso ha advertido de que "no debe haber media apertura [de los mercados]", aunque ha advertido contra el peligro de que "un cambio del día a la noche dañe a determinadas economías".

Tanto Aznar como el resto de figuras que le han acompañado en la clausura han destacado los avances logrados en esta Cumbre en las relaciones entre ambos lados del Atlántico. Prodi ha subrayado que esta cumbre marca un "cambio de rumbo" en las relaciones entre la UE y América Latina y refleja un "gran esfuerzo de unidad" que permite a ambas regiones hacer "frente común" contra las "tentaciones proteccionistas".

Compromisos

El fin de la cumbre es "desarrollar una asociación estratégica birregional", a favor de la cual asumen una serie de compromisos que pasan por incrementar los intercambios multilaterales entre ambas regiones, reforzar las instituciones democráticas y el estado de derecho, fomentar y proteger los derechos humanos (erradicando el racismo, la desigualdad y la pobreza), y hacer efectivo el funcionamiento del Tribunal Penal Internacional (TPI).

Asimismo, se comprometen a combatir el terrorismo en todas sus formas, para lo que reforzarán sus mecanismos de cooperación política, jurídica y operativa. En este sentido, se expresan claramente en contra del "flagelo" que supone el narcotráfico y su relación con el terrorismo.

Respecto a cuestiones fundamentalmente económicas, los asistentes acuerdan "intensificar los esfuerzos en cooperación, crecimiento económico y lucha contra la pobreza", para lo que piden iniciativas a la Comisión Europea, al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Asimismo, se comprometen a "fomentar los flujos comerciales y de inversión, mediante un entorno jurídico y empresarial más abierto, seguro, transparente y no discriminatorio".

Destaca en este punto las negociaciones entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y la intención de que las relaciones comerciales y las inversiones pongan las condiciones necesarias para que se produzcan tratados de libre comercio antes del fin de 2004.

También se incluye una referencia a la crisis argentina, con el compromiso de ayudar a este país a cumplir las indicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El texto se refiere especialmente a la situación en Colombia, respecto a la cual rechaza las reiteradas violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional cometidos por grupos al margen de la ley, al tiempo que condenan los ataques terroristas y secuestros que se cometen en el país y abogan por una solución negociada al conflicto.

La declaración también hace referencia a la protección del medio ambiente y a la intención de obtener la ratificación universal y la pronta entrada en vigor del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático.

Por último, los firmantes citan el problema de las migraciones entre ambas regiones, poniendo el énfasis en el análisis del fenómeno y en la garantía de los derechos fundamentales de los migrantes.

La Cumbre tendrá una continuación en el segundo semestre de este año, al tiempo que aceptan que sea México el organizador de la III Cumbre UE-América Latina y Caribe en 2004.