Zapatero califica de 'neoimperial' el tono del Gobierno español hacia Latinoamérica
Felipe González y Vargas Llosa debaten sobre el verdadero liberalismo
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, arremetió ayer contra la globalización, 'bajo el amparo de una ideología neoliberal', y dio la razón a los que califican de 'neoimperial' el tono del Gobierno español hacia Latinoamérica. La intervención de Zapatero abrió el coloquio Diálogo en la misma lengua. América Latina y España: Encuentros para el futuro. El ex presidente Felipe González y el escritor peruano Mario Vargas Llosa debatieron sobre la esencia del liberalismo, los pros y contras de la globalización y la validez del modelo español para Latinoamérica.
Zapatero expresó en su discurso inaugural el deseo de 'fundar nuestras relaciones con América Latina en los mejores valores que inspiran la construcción europea'. A continuación atacó la política del Gobierno de España, que, dijo, 'ha confiado mucho más -en lo que a nuestras relaciones con América Latina se refiere- en las fuerzas económicas, en las empresas y en los mercados que en la política. En lugar de gobernar la globalización, hemos sido gobernados por ella. En cada encrucijada, el Gobierno ha dejado la decisión al caballo'.
Para Zapatero, 'si hay una globalización intolerable es la que se produce bajo el amparo de la ideología neoliberal. Una ideología que ha convertido la vida social en algo más que una metáfora de la selección natural. La supuesta competición en igualdad de oportunidades, de las personas y los países es una farsa'.
El dirigente del PSOE criticó la actuación del Gobierno español en América Latina: 'El tono de nuestro Gobierno ha sido calificado por voces autorizadas de neoimperial. Y lo cierto es que no les falta razón. En pocos años se ha desandado una buena parte de lo que hicieron los Gobiernos socialistas'. Zapatero añadió: 'El panorama de los resultados de la acción del actual Gobierno es desalentador. Nuestro papel y nuestro prestigio no han ido a la par de nuestras inversiones, porque el Gobierno ha esperado que el mercao hiciera su trabajo y, como hemos podido constatar, los mercados no hacen el trabajo de los Gobiernos'.
Más neutral ante la globalización se mostró Felipe González, que dijo en una de sus intervenciones que es un hecho como el tiempo que hace. Se refirió González al autoritarismo en América Latina, que puede venir 'de las botas o de los votos', y añadio: 'A veces ganan las elecciones gentes con pulsiones autoritarias muy serias'. Expuso González el escaso peso de América Latina en la globalización, con un 4% del produnto interior bruto mundial (PIB) frente al 25% de Estados Unidos y un porcentaje similar de la Unión Europea.
A esto añadió González la pérdida de relevancia de América Latina tras el 11 de septiembre. 'No somos una amenaza y no se le presta atención. Ni una amenaza, ni una ayuda'. Como argumento en apoyo de su tesis expuso González que en el discurso sobre el estado de la nación del presidente de Estados Unidos, George Bush, 'no aparece ni una mención a la OTAN o a Europa'. Para González, lo único relevante desde un punto de vista global en América Latina es la creación cultural, no la producción. A este respecto citó González al consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, cuando dijo en Buenos Aires: 'El 95% de los tangos que se escuchan en el mundo los produce Japón'.
Vargas Llosa defendió la globalización y dijo que América Latina 'no necesita menos globalización, sino más, y que se abran los mercados y poder exportar a los países donde tiene ventajas competitivas'.
El escritor peruano se pronunció por un liberalismo auténtico, y aportó el ejemplo comparativo entre dos modelos -el de Argentina y Chile- con resultados opuestos. Según Vargas Llosa, 'en Argentina el señor Menem privatizó masivamente, para catapultar la corrupción a niveles vertiginosos. ¿Qué mérito puede tener la privatización cuando se transfieren monopolios públicos a privados?'.
Denunció el escritor a los Gobiernos democráticos que pusieron al Perú de 'la dictadura del señor Fujimori' y lo pusieron como ejemplo de liberalización: 'Al amparo de la privatización se cocinaron tráficos absolutamente espantosos de los que muchas empersas españolas fueron cómplices'. Sin mencionar de forma expresa al BBVA, Vargas Llosa se refirió a 'un gran banco español que pagó más de 200 millones de dólares al señor Fujimori y al señor Montesinos para asegurarse la concesión del Banco Continental, que se privatizó. ¿Es eso neolibealismo? Yo no conozco a ningún neoliberal o liberal a secas que ampare semejante porquería'.
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