La 'contracumbre' acusa a los Gobiernos de estar lejos del sufrimiento de sus pueblos

La cumbre de los pueblos o Foro Social Trasatlántico cerró ayer sus carpas, presentó sus conclusiones y salió a la calle a manifestarse después de una intensa semana de debates, talleres y charlas en los que sindicalistas, ecologistas, defensores de derechos humanos y activistas en general de una y otra orilla trataron de 'mostrar la América Latina que no se ve' en respuesta a la cumbre de jefes de Estado de UE-América Latina.

La contracumbre concluye que 'la UE no ha sido capaz de presentar una alternativa justa de relaciones económicas y comerciales con América Latina' y que los gobernantes 'desconocen su realidad e ignoran el sufrimiento social', al tiempo que 'ofrecen falsas soluciones' y 'compiten con Estados Unidos por la dominación de los mercados de oferta (servicios públicos, agua y energía) y demanda (automóviles y comunicaciones)'. Denuncian 'la destrucción irreversible' del patrimonio ecológico latinoamericano y su 'privatización vía patentes', y defienden las nuevas formas de organización social, como por ejemplo el trueque, para 'hacer frente a la barbarie cotidiana de la civilización capitalista'. Para luchar contra la globalización, a la que no consideran un fenómeno inevitable, proponen la defensa de valores como 'la democracia, la justicia y la equidad' .

Las más de 70 organizaciones que se han pasado nueve meses preparando este encuentro se marcaron el triple objetivo de reforzar y articular las redes sociales, dar una respuesta a los Gobiernos y a las multinacionales que operan en América Latina y elaborar propuestas alternativas. A su juicio esos objetivos se han alcanzado, a pesar de 'lo duras que han sido las negociaciones con la Delegación de Gobierno para preparar la reunión y la histórica dificultad de coordinación de los movimientos sociales en Madrid', asegura Pepe Mejía, miembro del Foro.

Las dos grandes carpas instaladas en la Universidad Complutense han sido estos días un ir y venir de gente de diversa edad y color que, rodeados de carteles, trípticos y fotocopias que llaman a la resistencia contra la globalización, arremeten contra las multinacionales y anuncian las actividades del foro, han explicado a los activistas españoles cómo es su realidad y cuál ha sido su trayectoria de 'lucha'. Campesinos del Movimiento Sin Tierra de Brasil, profesores de universidad, sindicalistas colombianos amenazados, madres de desaparecidos, economistas e indígenas, entre otros, han relatado sus historias de vida. Unas 200 personas han participado en la contracumbre, entre ellos la escritora Naomi Klein, el columnista José Vidal Beneyto, el sociólogo Eric Toussant y la activista de los derechos humanos en México, Rosario Ibarra.

La contracumbre de Madrid, concebida como un encuentro que no pretendía ser multitudinario ni hacer sombra a las dos grandes citas del movimiento antiglobalización durante la presidencia española de la UE, Barcelona y Sevilla, se clausura mañana con un gran concierto de cantautores. Y el lunes comienzan los preparativos de la cumbre de junio en la capital andaluza.