Sharon anuncia un plan para frenar la violencia y 'devolver la seguridad a los israelíes'
Human Rights Watch denuncia masivas violaciones de los derechos humanos en Hebrón
Sharon asegura disponer de 'un plan muy claro, que se aplicará y devolverá la seguridad a los israelíes'. El primer ministro cree, no obstante, que la solución llevará tiempo. 'Es necesario que los ciudadanos israelíes resistan y tengan paciencia porque se trata de una operación compleja y difícil'. Sharon no ofreció detalles.
Las declaraciones del primer ministro tuvieron lugar tras su visita a la base de Nájal Oz, situada en territorio israelí y fronteriza con la franja de Gaza. Sharon se hizo acompañar del ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben-Eliézer, y del jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Shaúl Mofaz, como prueba de que su Gobierno ha optado por una solución militar.
Cerca de allí se halla el kibutz de Nájal Oz, contra el que los palestinos dispararon en los últimos días numerosas granadas ayudados de morteros.
Casi coincidiendo con la visita de Sharon, su Ejército bombardeó con misiles tierra-tierra dos puestos policiales palestinos al sur y norte de la franja de Gaza.El primero, contra un cuartel de la policía y de los servicios secretos militares de los palestinos en la localidad de Dir el-Bálaj. Poco después, el Ejército israelí disparó otros dos misiles contra una base de la fuerza naval palestina en la localidad de Sudaníe -en la costa mediterránea y cerca del asentamiento judío de Duguit-, donde murió el médico militar.
El portavoz del Ejército de Israel calificó la acción como 'respuesta al disparo de granadas de mortero contra localidades israelíes, lo que ya se ha convertido en una especie de rutina', y aseguró que volverán a actuar igual.
Abdel-Razek al-Majaydeh, el jefe de la seguridad palestina en Gaza, afirmó que el ataque israelí era 'una declaración de guerra sin límites ni tabúes, que tiene en el punto de mira a todos los palestinos'. En protesta, los representantes de Arafat -presidente de la Autoridad Palestina (AP)- y altos responsables de seguridad palestina decidieron no acudir a la reunión con su contraparte israelí, prevista anoche, y en la que iban a tratar la posibilidad de poner fin a la violencia y explorar las vías para insuflar vida al moribundo proceso negociador.
Por otra parte, Human Rights Watch ha hecho público un informe en el que denuncia la grave situación que se vive en Hebrón. En 82 páginas, esta ONG dedicada a la defensa de los derechos humanos en el mundo acusa a Israel de practicar ejecuciones extrajudiciales; a los palestinos, de atacar a civiles israelíes, y al Ejército de Israel, de emplear una violencia desproporcionada. Human Rights Watch también critica los bloqueos, que suponen un castigo colectivo.
'Hebrón es un microcosmos del impacto devastador que está teniendo el conflicto en la población civil (...). Hay violaciones masivas de derechos humanos que no pueden ser ignoradas en aras de futuras negociaciones'.
El informe también critica la actitud de los colonos judíos en Hebrón, acusados de llevar a cabo ataques contra civiles palestinos.
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