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Misión: Salvar la Casa del Labrador

Patrimonio Nacional pone en marcha un plan de emergencia de más de siete millones de euros para recuperar la residencia de la familia real en Aranjuez y proteger su valiosa decoración interior

En vídeo, el plan de Patrimonio Nacional para salvar la Casa del Labrador en Aranjuez (Madrid). Vídeo: SAÚL RUIZ

Patrimonio Nacional ha puesto en marcha un plan de emergencia para reformar la que fuera residencia de recreo de Carlos IV en Aranjuez (Madrid), conocida como Casa del Labrador y obra de Juan de Villanueva, arquitecto a cargo del Museo del Prado. Las reformas, a las que se destinarán más de siete millones de euros y se prolongarán durante al menos tres años, se iniciarán con el refuerzo de la estructura inferior del edificio, la reparación de la instalación eléctrica, y la reposición de elementos de aseos y fontanería.

La inestabilidad del terreno en el que se construyó el palacete neoclásico, unido a un error en la construcción original, está amenazando la estructura del inmueble, provocando grietas en la fachada exterior. Pero como explica Luis Pérez de Prada, jefe del Departamento de Arquitectura y Jardines de Patrimonio Nacional, lo peor estaba ocurriendo en su interior: “Durante los últimos meses, hemos estado viendo que la degradación se estaba notando, ya no solo en la arquitectura sino en los propios elementos de decoración. Eso nos obligó a tomar medidas urgentes”, explica.

Precisamente, en la ornamentación de la planta superior de la casa real reside gran parte del inmenso valor del edificio. Entre las obras de arte se encuentran las monumentales lámparas francesas, que los operarios han descolgado para la reforma, relojes como el de la Sala de Billar (de caoba, que mantiene la mesa original) o el de la columna trajana de la galería de Estatuas, decorada con bustos de la Antigua Grecia, y las telas originales que se personalizaron para cada una de las estancias, tejidas en las manufacturas de la época en Lyon (Francia) y que, según la conservadora Lourdes de Luis Sierra, son ejemplares únicos en el mundo.

Durante la construcción de la Casa del Labrador, que llevó más de 10 años, se contrató a los mejores artistas de la época: el ebanista José López, el maestro ensamblador Manuel de Monjas, el dorador José Cherou, el broncista Domingo de Urquiza o pintores como Luis Japelli. También participaron en el proceso de ornamentación artistas procedentes de París, como el decorador francés Jean-Démosthène Dugourc y las Reales Fábricas y Talleres.

Cuando la nieve del temporal Filomena cubría y paralizaba la Comunidad de Madrid el pasado enero, lo que más preocupaba a los encargados del mantenimiento era lo que transcurría debajo del manto blanco. Las temperaturas extraordinariamente frías que trajo consigo la borrasca provocaron un aumento importante en los daños de la fachada: no había tiempo que perder. En el interior de la residencia, se encuentran varias obras de arte y decorativas. Algunas, como las telas que cubren las paredes de las estancias, son piezas únicas en el mundo e imposibles de reemplazar. En el vídeo que acompaña a esta noticia se puede ver cómo se pone en marcha un plan para salvar un edificio histórico de gran valor, así como los tesoros que acoge dentro.

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