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Angy Fernández: “Con el odio que recibió Chanel, me planteé si mi cabeza iba a estar preparada para las críticas en el Benidorm Fest”

Superó los insultos hacia su físico en Forocoches y la presión de ser un ídolo adolescente en televisión. En ‘Sé quién soy’, con la que opta a representar a España en Eurovisión, conecta con la audiencia cantando a sus miedos y a su forma de sobrevivir a la toxicidad y la depresión

La cantante Angy Fernández interpreta "Sé quién soy" durante su actuación en la primera semifinal del Benidorm Fest, celebrada este martes en la localidad alicantina.Foto: MORELL (EFE) | Vídeo: EPV
Héctor Llanos Martínez

Dos sombras abrazan sobre el escenario a Angy Fernández (Palma de Mallorca, 33 años) después de enviar su voz a la estratosfera en los segundos previos al estribillo final de Sé quién soy. La actriz y cantante integra con naturalidad sus miedos en la canción con la que el martes por la noche regresó de forma oficial al mundo de la música. Hace años, cuando entendió que no tenía en su mente un proyecto sonoro claro ni la estabilidad emocional necesaria, decidió centrarse en la interpretación. Pidió de forma voluntaria rescindir su contrato con Sony. La discográfica le acompaña de nuevo en su relanzamiento en el Benidorm Fest, en cuya primera semifinal ha arrasado entre la audiencia junto al Zorra de Nebulossa.

Su propuesta para representar a España en Eurovisión viene avalada por un doble ganador del certamen: Thomas Gustafsson, autor de las dos victorias de Loreen (Euphoria y Tattoo). Es uno de los compositores que le ha ayudado a dar forma al tema a partir de la íntima letra que ella misma ha escrito. El sueco es quien más se beneficia de la colaboración entre ambos. Son las capacidades en vivo de Angy las que dan lustre a la canción y no a la inversa. En sus versos describe sin rodeos su pánico escénico y la presión que siente por destacar como artista, a pesar de que no hay registro en los 16 años que lleva en televisión de una interpretación suya en directo que no haya sido excelente. Comenzó hace cinco años a compartir sus problemas de salud mental, cuando no estaba de moda hablar de ello. Y desde entonces no ha tenido reparo en hablar de depresión, suicidio, romance tóxico, sentimiento de culpa y la forma con la que trabajar el amor propio.

Para buena parte de los asistentes al Palau d’Esports l’Illa de Benidorm, ella es un referente generacional como una de las protagonistas de la serie juvenil Física o química. Fue quien hizo que la juventud española quisiera ser emo. El público conoce su historia y, mientras se emitía su vídeo de presentación en la gala de TVE del martes, arropó a la mallorquina apenas un segundo después de que pisara el escenario.

Pregunta. Fue emocionante comprobar la conexión que el público sentía con usted antes incluso de empezar a cantar.

Respuesta. Noté mucho cariño. Venía emocionada ya de antes. Soy una montaña rusa y estaba animada, pero también sentía mucha presión porque quería que saliera todo bien. He cantado y competido muchas veces en televisión, pero estaba especialmente nerviosa. La canción me toca mucho. El momento del abrazo me deja al borde del llanto; tengo que contenerme para el golpe final de la canción. Espero pulir un par de cosas a nivel vocal para la final del sábado.

P. Desde fuera es muy fácil ver las cosas, pero resulta increíble que pueda tener tanta inseguridad sobre sus capacidades en un escenario.

R. Más que inseguridad, hablaría de exigencia. Como la gente me conoce desde hace mucho tiempo y leía que tenía tantas expectativas puestas en mí, necesitaba hacerlo bien, quedarme a gusto con lo que saliera en el escenario.

P. Sé quien soy es una propuesta personal, pero a la vez muy profesional, muy enfocada para encajar en Eurovisión.

R. Tony Sánchez-Ohlsson me propuso presentarme este año [es compositor eurovisivo, asesor del Benidorm Fest y quien invitó a Chanel a participar en la primera edición]. Preparé una propuesta y pude contar con gente del nivel de Thomas… que es un lujo pero también otra presión más. Lo bueno, es que además de hacer cosas de alguien tan grande como Loreen, viene del heavy-metal, así que le gustó la idea de que quisiera meter guitarras en el tema.

P. Cada artista que se presenta al Benidorm Fest se financia su puesta en escena, aunque puede pedir ayuda en algunos aspectos técnicos a RTVE. En su caso, prefirió no grabar un vídeo musical para invertirlo todo en la escenografía de esta semana.

R. No solo fue una forma de ahorrar en presupuesto, creía que en este caso debía centrarme en el directo. Quería reservarlo para ese momento. Tenía claro lo que quería contar, tenía que hacerlo en el escenario.

P. Ganó el primer Tu cara me suena. El programa ha mostrado a grandes artistas en directo, como Jorge González y María Peláe (ambos también en Benidorm Fest 2024), que no logran consolidar una carrera discográfica. ¿Falta repertorio en la industria española?

R. Es que somos muchísimos… Y, en la música, tienes que tener muy clara cuál es tu personalidad y trabajar mucho para definirla. Yo por eso lo dejé de lado. No tenía clara mi identidad y mi inseguridad me hacía compararme mucho.

P. En 2019, comentó en redes sociales sus problemas de salud mental. En ese momento no había muchos rostros públicos que lo hicieran e intentamos charlar sobre ello casi de inmediato, pero ya no quiso.

R. Me abrumé. Me empezó a llamar todo el mundo. No fue una cosa de márketing. Mi representante me dijo que podía haber avisado para comunicarlo de otra forma. Estaba mejor conmigo misma y solo quería hablar de esos demonios con los que llevaba tiempo luchando, y que todos tenemos.

P. Lo hizo entonces desde una posición positiva.

R. Sí. En ese momento había dejado una relación más inmadura y tóxica que me llenaba de cuernos por una estable y sana. Estaba bien en el teatro, estaba mi familia… me dio por contar que estaba mejor. Las redes me han mantenido conectada a la gente a pesar de no haber estado cantando estos años. He notado que me daban las gracias por hablar abiertamente de mis cosas. He pensado que era una buena forma de trasladarlo ahora a la música.

P. Ha comentado que, en su momento de mayor popularidad, con la serie de televisión, es cuando más miedos tenía. Se comparaba con sus compañeras de reparto.

R. Sí. Son unos pivones y me afectaba. No por ellas, que eran mis amigas. Eran los comentarios externos. Yo he vivido muchas cosas con Úrsula [Corberó] y siempre ha sido esa chica empoderada. Por eso es una estrella mundial. Y la admiro. Cuando estábamos en pijama en casa, me mostraba sus inseguridades, pero decidía que no era lo que quería mostrar al mundo. Y así de lejos ha llegado.

P. Y eso que no había redes sociales…

R. Pero ya estaba Forocoches. No tenía ni 20 años y me llamaban de todo. Orco, enana, sincuello. Y todavía era peor cuando decían: “Es fea, pero me la follaba”. Antes de eso, cuando estaba en Mallorca y empezaba a salir con DNI falso con mis amigas, nunca tuve ningún complejo físico. Yo iba con mi look emo y ligaba por pura actitud. No me comparaba con nadie.

P. ¿La pandemia ayudó a esos problemas de salud mental?

R. A pesar de la gran tragedia que fue para el mundo, el hecho de encerrarme en una burbuja me ayudó. No tenía que estar demostrando ni haciendo cástings. Me quité esas presiones.

P. Y luego está la culpabilidad de sentirse deprimido cuando objetivamente vive una situación privilegiada.

R. Me sigue pasando. A veces me cuesta disfrutar. Afortunadamente, el algoritmo ha cambiado, pero hasta hace poco todo era el estar bien y demostrarlo, aunque te hubieras levantado como el culo y solo quisieras llorar. Los psiquiatras ayudan mucho, pero hay que combinarlo con terapia psicológica, porque las pastillas solo tapan el problema y no lo solucionan.

P. También ha hablado de haber tenido ideación suicida.

R. Por eso también te sientes culpable. Cuando tu cabeza te dice que no puede más y, a pesar de todas las herramientas que he tenido a mi alcance (porque he podido gastarme mucho dinero en terapia que me ha ayudado mucho), pensar que otra vez te chocas con el muro…. Pensaba: ¿Va a ser toda la vida así? ¿Voy a estar triste toda la vida?.

P. ¿Ya no lo piensa?

R. Tengo claro que jamás lo haría por la gente que me quiere, pero cuando veo que alguien lo ha hecho me da tanta pena, empatizo tanto… y hasta la comprendo. Si se pide ayuda, siempre hay salida. A mí me gustaría poder compartir mis experiencia en charlas, no solo en entrevistas. Para apoyar a toda esa gente joven que está pasando por el proceso de encontrar su propia identidad.

P. ¿Se pensó dos veces venir a Benidorm después de todo el odio inicial que recibió Chanel?

R. Sí que me planteé si iba a estar preparada para las críticas. Pero quienes me rodean me decían que la gente me respeta y me quiere mucho. Y así lo he sentido. Que luego, por lo que sea, la propuesta no es la elegida, pues es lo de menos.

[El Ministerio de Sanidad promueve la Línea telefónica 024 de atención a la conducta suicida].

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Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.
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