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Columna
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Sale Carlos Franganillo, entra Rocío Carrasco

Quién nos iba a decir que llegaría un día en el que sería Telecinco la que buscase el rigor

El periodista Carlos Franganillo, en 2019 en Madrid
El periodista Carlos Franganillo, en 2019 en MadridSANTI BURGOS
Sergio del Molino

La casualidad es más elocuente que los argumentos, y para explicar cómo está el percal en la tele patria basta con poner en la misma frase dos noticas que han sucedido a la vez: el fichaje de Carlos Franganillo por Telecinco y el de Rocío Carrasco por Televisión Española. Los caminos del talento no son inescrutables, pero sí retorcidos. Quién nos iba a decir que llegaría un día en el que sería Telecinco la que buscase el rigor y la elegancia, y que TVE regatearía por los escombros de Sálvame. A ver si ahora quien se mira en el espejo de la BBC va a ser Mediaset. Este final sí que no lo vimos venir.

Se marcha Franganillo a Fuencarral, y yo me lo imagino caminando desde Torrespaña con esos andares que lo han hecho célebre, esa cadencia de gentleman, ese aplomo de quien persigue la verdad y domina las claves. Qué maravilla de periodismo peripatético ha cultivado Franganillo. Cuando llegó al Telediario, ya sabíamos que los presentadores tenían piernas, pero tuvo que venir él a descubrirnos que sabían usarlas así de bien y que podían hacer de su propia locomoción una puesta en escena de lo creíble y una marca de seriedad y compromiso. A Franganillo se le queda pequeño el plató y necesita contar el mundo desde el mundo mismo, como decía Unamuno que había que ejercer el patriotismo, con las suelas.

Se lleva ahora toda su percha a Mediaset, y TVE se queda con Rocío Carrasco, lo que significa que España entera pierde: es como si nos privatizasen un cachito de patrimonio nacional. Creían en el ente que Carlos Franganillo siempre regresaría a Torrespaña tras el directo, pero esta vez se ha ido y no ha vuelto. Quizá lo dieron por seguro, no pensaron que sus paseos le llevarían tan lejos. Le van a echar mucho de menos.

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Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).
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