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Columna
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C. Tangana arma el belén

Para el arzobispo de Toledo, el vídeo ‘Ateo’ es una blasfemia porque incluye un baile refrotón con Nathy Peluso en suelo sagrado. A mí, en cambio, me suena a poesía del siglo de oro

Nathy Peluso y C. Tangana, en el vídeo de 'Ateo'.
Nathy Peluso y C. Tangana, en el vídeo de 'Ateo'.
Sergio del Molino

Parecemos muy europeos, soltamos muchos anglicismos y nos creemos líquidos, posmodernos y autoirónicos, pero a poco que nos rascan la capita de barniz cosmopolita se nos ven las vetas cañíes. C. Tangana —él más que nadie— sabe que basta un gesto para convertir la actualidad en un guion de Rafael Azcona. El último carnaval que ha montado incluye a un deán, un arzobispo y un montón de figurantes entre los que destacan Cayetana Guillén Cuervo, Pedrerol y Elizabeth Duval. Ni el Berlanga de Todos a la cárcel lo supera.

Desde el punto de vista beato, el vídeo Ateo, filmado en la catedral de Toledo, es una blasfemia porque incluye un baile refrotón con Nathy Peluso en suelo sagrado. A mí, en cambio, me suena a poesía del siglo de oro. La canción dice: “Yo era ateo, pero ahora creo, porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo”. Esto es pura mística española, mucho menos lúbrica que el Cántico espiritual de Juan de la Cruz, con esa esposa que reprocha al marido que la deje con gemido.

Tiene todo el sentido que el baile suceda bajo unas pinturas murales que representan al demonio reteniendo a una mujer para evitar su salvación. En el Prado se hacen diálogos artísticos de ese tipo constantemente: ¿por qué no en una catedral? Es un templo, pero también es un patrimonio histórico que pertenece a creyentes y no creyentes. Esto no va de ofendidos y ofensores, sino de derechos de propiedad y del estatus de la Iglesia. Guste o no, C. Tangana es una de las figuras culturales más relevantes de hoy, por eso el deán entendió que su presencia en la catedral, lejos de profanarla, la honraba. Luego vino el arzobispo y armó el belén de las dos Españas, y en ello volvemos a estar.

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Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

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