El PP de Madrid plantea considerar al “concebido no nacido” como miembro de la familia
La candidata regional propone que se tenga en cuenta para solicitar plaza escolar o tramitar el título de familia numerosa
El discurso del Partido Popular sobre la familia volvió ayer al centro de la polémica por boca de la candidata de la formación para la Comunidad de Madrid. Durante un desayuno informativo de Europa Press, Isabel Díaz Ayuso propuso “considerar al concebido no nacido como un miembro más de la unidad familiar de forma que se tenga en cuenta para expedir el título de familia numerosa o solicitar plaza escolar”.
Díaz Ayuso anunció también la intención del PP de que las familias numerosas de categoría especial (a partir del cuarto hijo) puedan mantenerla hasta que el último de ellos “salga de casa y se emancipe”, algo que ya reconoció el Tribunal Supremo en marzo. Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, dijo después: “No he leído la propuesta. Pero lo que se intenta es apoyar a la familia”. La candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de Madrid, Begoña Villacís, aseguró que tiene “dudas jurídicas”.
Iniciativa similar fue aprobada por el PP en la Comunidad Valenciana en 2009, cuando gobernaba Francisco Camps con Juan Cotino como vicepresidente. Con aquel texto, que respondía a la reforma de la ley del aborto de Zapatero, los fetos pasaron a contar tanto como los hijos a la hora de conseguir plaza en guarderías, colegios e institutos financiados con fondos públicos, así como para la calificación de familia numerosa. En 2016, el Tribunal Constitucional avaló la norma. Sin embargo, el pleno de las Cortes Valencianas la derogó en 2017 al considerar que constituye “una discriminación y una tutorización” de las mujeres.
El ordenamiento jurídico español tiene por nacido, para todos los efectos que le fueran favorables, al alumbrado con vida y que se haya desprendido del seno materno 24 horas, según los artículos 29 y 30 del Código Civil. Cuando se preguntó a Díaz Ayuso qué sucedería en caso de que el embarazo no llegase a término, no pudo aclararlo: “No lo he pensado (...) No lo tengo claro, creo que no. A la hora de solicitar una plaza evidentemente no, pero a la hora de expedir el título lo sopesaré. La idea sería que una vez que una mujer está embarazada, su hijo disfrute de todas las ayudas y ventajas fiscales que se pueda tener para las familias numerosas y de especial categoría”.
“Lo que llevan dentro”
Esta no es la primera controversia en el seno del PP al tratar asuntos relacionados con la familia y el feto. En febrero, el líder del PP, Pablo Casado, dejó caer que “es bueno” que las mujeres embarazadas “sepan lo que llevan dentro”; aseguró que en España hay “barra libre para abortar”; y pronunció en la misma frase “aborto” e “invierno demográfico”. Dijo que tiene una idea “progresista” a favor de la vida por la que habría que derogar la actual ley del aborto y volver a la de supuestos de 1985. Añadió que, para financiar las pensiones y la salud, habría que pensar “en cómo tener más niños y no en cómo abortarlos”. Y habló de “blindar” a las inmigrantes sin papeles que estuvieran embarazas en tanto ofrecieran a sus hijos en adopción.
Cuando el PP ya había apagado el debate del aborto, el número dos del PP por Madrid, Adolfo Suárez Illana, lo llevó de nuevo a la palestra con bombo y platillos. El pasado 28 de marzo contó en Onda Cero que en Nueva York hay una ley que permite abortar después del nacimiento, explicó que el feto no es un tumor y que “las neandertales también abortaban: esperaban que naciera su prole y les cortaban la cabeza”. La polémica le obligó a rectificar horas después.
El PP ha desistido de llevar en su programa electoral una reforma de la ley del aborto, que ya le costó la dimisión a Alberto Ruiz Gallardón en 2014.
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