Las corbetas para Arabia Saudí se empezarán a construir en enero
El contrato con Navantia ha entrado en vigor esta semana y el primer buque se entregará a finales de 2021
La primera de las cinco corbetas encargadas por Arabia Saudí a Navantia por 1.800 millones de euros se empezará a construir en enero en la bahía de Cádiz y se entregará en noviembre de 2021 según las estimaciones del presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Vicente Fernández Guerrero. Los cuatro buques restantes se entregarían a partir de esa fecha con una periodicidad de cuatro meses según las previsiones del responsable de la SEPI en la comisión de Industria, Comercio y Turismo.
El contrato estuvo en duda a raíz de la crisis diplomática después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuestionara la venta de 400 bombas inteligentes a Riad por su posible empleo en la guerra de Yemen. El asesinato el mes pasado del periodista saudí Jamal Khashoggi, crítico con el régimen wahabí, en el consulado de su país en Estambul (Turquía) acrecentó las voces partidarias de sumarse al embargo de la venta de armas al Reino del Desierto promovido por Alemania. Finalmente, el presidente del Gobierno apeló en el Congreso al “interés de España” para justificar la venta del armamento y el cumplimiento de los contratos. Fernández Guerrero ha apuntado que "no se han tenido que ofrecer garantías suplementarias para la entrada en vigor" del contrato de las corbetas.
Fernández Guerrero ha explicado en su comparecencia que el contrato ha entrado en vigor esta semana después de que Riad haya formalizado la carta de crédito. También se ha suscrito la creación de la sociedad conjunta entre Navantia y la empresa estatal saudí SAMI (Saudi Arabian Military Industries), que podría facilitar la apertura de mercados en Asia y América Latina. El "mayor contrato de exportación de toda la historia de Navantia", según ha recordado la presidenta de la empresa pública, Susana de Sarriá, supondrá 6.000 empleos anuales durante su construcción, concentrados en la bahía de Cádiz pero que también tendrán un impacto en Ferrol (A Coruña) y Cartagena (Murcia). "Los trabajadores de Navantia son los que han conseguido que tengamos una industria publica de la que nos podemos enorgullecer", ha afirmado el presidente de la SEPI, que considera a Navantia una empresa "nuclear". "Tiene una importancia trascendental, no es cualquier empresa, cualquier país de la Tierra la querría tener", ha aseverado.
La presidenta de Navantia ha señalado por su parte que el contrato de las corbetas incluye un paquete de apoyo logístico integrado, adiestramiento a las tripulaciones, apoyo al ciclo de vida de los barcos durante cinco años con otros cinco adicionales, un centro de adiestramiento para el sistema de combate, el suministro de simuladores y equipamientos para el mantenimiento de los buques. Las corbetas encargadas, ha señalado De Sarriá, son buques polivalentes especialmente diseñados para misiones de vigilancia y control del tráfico marítimo y con una importante capacidad para la defensa de activos estratégicos.
La portavoz de Unidos Podemos, Yolanda Díaz, ha cuestionado que no se opte por la construcción de grandes petroleros y otro tipo de buques civiles. "¿Solo vamos a depender de la construcción militar?", ha planteado. Una de las apuestas para la diversificación de Navantia pasa por la construcción de plataformas eólicas off shore como las que se están impulsando en el Mar del Norte y el Báltico. La presidenta de Navantia ha reconocido que es un mercado al alza que contribuiría a "complementar los ciclos de baja actividad en el mercado militar".
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