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Una jornada contra la abstención

Los partidos llamaron a la participación ante el temor de que la brecha con la ciudadanía crezca Rajoy: “Las europeas afectan a su vida diaria”

El nombre del vencedor no era la única gran incertidumbre de estas elecciones. Había otra: el dato de participación. El alejamiento progresivo de los ciudadanos de sus representantes, que las encuestas han estado confirmando mes a mes durante tres años, tenía en esta cita electoral su piedra de toque. Una abstención aún mayor que la ya altísima de 2009 encendería todas las luces rojas y alimentaría la tesis de que la crisis ha provocado una profunda fractura social. En un momento, además, de ascenso de los populismos en buena parte de Europa.

Por eso, desde primera hora de la mañana, candidatos, dirigentes y cargos públicos de todos los partidos —grandes, medianos y pequeños— se afanaron en llamar al voto. Como lo han hecho siempre, en todas las convocatorias electorales durante años, pero esta vez con un poso de especial preocupación. Finalmente, los augurios no se confirmaron: la participación fue similar a la de hace cinco años. Bajísima, pero similar.

“Sería bueno para todos que la inmensa mayoría de los españoles votase”, dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras votar —entre aplausos de simpatizantes del PP— en un colegio de Moncloa-Aravaca, en Madrid. “Estas elecciones europeas son muy importantes. Ya las decisiones que se toman en Europa cada vez afectan más al día a día de los españoles, a su vida diaria”, afirmó.

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Su candidato, Miguel Arias Cañete, había sido el primer cabeza de lista en acudir a las urnas: lo hizo pocos minutos después de las nueve de la mañana en Jerez de la Frontera (Cádiz). Y trasladó el mismo mensaje, confiando en que “España esté a la cabeza de la participación de la Unión Europea en estas elecciones”. “Los españoles siempre hemos tenido un sentimiento muy europeísta”, subrayó el exministro y futuro eurodiputado.

La cabeza de lista del PSOE, Elena Valenciano, votó en un centro de servicios sociales de Madrid. “Hoy es un día clave para España. Os animo a votar para cambiar Europa”, escribió en Twitter. A las puertas del centro social, tras depositar su papeleta, insistió en la importancia de estas elecciones, especialmente para el sur de Europa. Toda la campaña del PSOE se ha apoyado en la idea de que en los próximos meses la UE tomará decisiones fundamentales para confirmar o cambiar su política económica, decisiones que podrían hacer revivir a los países más endeudados del sur —España entre ellos— o hundirlos definitivamente en la depresión post-rescates.

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El secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, que votó en un colegio de Majadahonda (Madrid), señaló: “De lo que pase hoy depende la salida de la crisis”.

“Votar es un arma pacífica cargada de futuro”, dijo el coordinador federal de IU, Cayo Lara, parafraseando al poeta Gabriel Celaya. Lara, que votaba por primera vez en Madrid, insistió en la importancia de expresarse en las urnas, aunque añadió: “Hay poderes que no se presentan a las elecciones y gran parte de las decisiones de la vida cotidiana dependen de ellos”. “Hoy se juega parte de nuestro futuro en Europa”, concluyó.

Willy Meyer, cabeza de lista de IU, votó en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), recordando que Europa atraviesa “la peor crisis social desde los años 30” y pidiendo a los ciudadanos que fueran a votar “con mucha decisión”. “Nos jugamos mucho. Cuanto más voto, cuanta más decisión de la gente, podemos iniciar un nuevo rumbo”, dijo.

A la “responsabilidad” de los ciudadanos apeló también Francisco Sosa Wagner, candidato de UPyD, antes de señalar que estas elecciones se producen en “un momento histórico para la construcción de Europa”.

Los partidos nacionalistas catalanes aprovecharon su llamamiento a la participación para alimentar la idea de que la Cataluña soberanista no quiere quedarse fuera de la UE. El cabeza de lista de CiU, Ramon Tremosa, que votó en Barcelona, expresó su deseo de que Cataluña sea “uno de los países de Europa que más participe”. Eso, afirmó, enviaría “una señal”: “Que no abandonamos el proyecto europeo a la indiferencia o la abstención, ni lo regalamos a antieuropeístas y euroescépticos”. “Europa es la que tiene la última palabra”, dijo el candidato de ERC, Josep Maria Terricabras.

También los partidos minoritarios subrayaron la importancia de estas elecciones. En el Parlamento Europeo se aprueba “prácticamente el 70% u 80% de las normativas que debemos respetar”, apuntó el cabeza de lista de Primavera Europea, Jordi Sebastià. “El Parlamento Europeo dejará cada vez de ser un poco menos nuestro si la gente no participa y no se lo cree”, advirtió.

La jornada transcurrió sin incidentes relevantes. Algunos partidos pequeños denunciaron la escasez de papeletas de sus candidaturas en ciertos colegios electorales. En Madrid, IU presentó una denuncia ante la Junta Electoral asegurando que, en un colegio, la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea estuvo repartiendo a los votantes un escrito con “orientaciones para el voto”.

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