El eterno hasta siempre de Mbuyi Kabunda
Era el hermano mayor del africanismo. El profesor en mayúsculas. El punto y seguido, que nunca final, de la investigación académica. El libro abierto. O la enciclopedia. La fuente de sabiduría, de humildad
El pasado 3 de noviembre, Mbuyi Kabunda falleció, envuelto por el calor de sus seres queridos. Dos meses después, recibió el eterno hasta siempre. El pasado 25 de enero, el Grupo de Estudios Africanos (GEA) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) reunió a familiares, compañeros de academia, alumnos y seguidores. Pero aquel no fue un acto de tristeza, sino de alegría. Al puro estilo africano.
Mbuyi Kabunda Mayi (1955-2022) fue profesor de Estudios Internacionales en la Universidad de Lubumbashi, en la República Democrática del Congo (RDC). Cautivó las aulas en su ciudad natal. No satisfecho con ello —los que le conocen cuentan que pocas veces aceptaba un no como respuesta—, Kabunda repartió todas sus píldoras de sabiduría en Madrid, Basilea, Deusto, Venecia y decenas de rincones de Latinoamérica, entre otros. Kabunda fue el altavoz de los estudios africanos, la integración regional y los derechos humanos durante 15 generaciones en el Máster en Cooperación Internacional de la UAM. Utilizó la razón como un arma de síntesis y de crítica. Era pura proxemia.
Kabunda señaló las responsabilidades de la situación del África de hoy sobre los actores colonizadores del ayer
Entre risas y sonrisas, Kabunda abrazó la ceremonia de una de sus casas, la académica. El acto en La Casa Encendida, moderado por la coordinadora del GEA y profesora de Relaciones Internacionales, Itziar Ruiz-Giménez, homenajeó su vida y obra. “Mbuyi logró transformar las mentalidades y los imaginarios enormemente racistas sobre el continente africano y el África negra”, apuntó la académica. “Yo aconsejo que lo releamos. Detrás de sus escritos siempre hay un mensaje”, añadió.
Kabunda fue el cimiento del discurso anticolonial en el mundo hispano. Una viga de carga. Presidente de la Asociación Española de Africanistas desde 2015 y expresidente de la ONG Solidaridad para el Desarrollo y la Paz, puso a África en el mapa del sistema internacional. Con una especial mirada sobre el papel del continente africano en la cooperación Sur-Sur, en las migraciones y en la construcción de la paz, Kabunda publicó más de cien artículos en revistas especializadas y se explayó en sus libros. Le quedó pequeña la literatura.
Utilizó la razón como un arma de síntesis y de crítica
El discurso de Kabunda transformó el panorama político y social. Con las injerencias extranjeras y las intervenciones militares a la orden del día, Kabunda señaló —a medias— las responsabilidades de la situación del África de hoy sobre los actores colonizadores del ayer. Aun así, el autor siempre habló de una responsabilidad compartida. Con la de los dirigentes africanos, que, cubiertos por la corrupción, olvidaron al pueblo.
Hablar sobre una persona que ya no está sin caer en el abismo de la tristeza es difícil. Con cariño, es sencillo. Con eterna admiración, es un privilegio. ¡Qué suerte, Mbuyi!
Su muerte no deja huérfano a nadie porque algo de él se quedó en nosotros. Hasta en los que nunca tuvimos el placer de conocerle.
Tuonane milele, Mbuyi.
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