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Codificar el ADN de las aves de la Amazonia peruana para salvaguardar el arca de la vida

Un museo peruano utiliza su impresionante colección de aves para estudios genéticos de última generación que permitirán proteger la biodiversidad del segundo país con mayor variedad de especies de pájaros ante los peligros de extinción

Letty Salinas, bióloga y jefa del Departamento de Ornitología del museo peruano, posa con parte de la colección de aves.
Letty Salinas, bióloga y jefa del Departamento de Ornitología del museo peruano, posa con parte de la colección de aves.Alex Bryce

Un pequeño y centenario museo de Lima custodia la colección de aves más importante de América del Sur, después de la del Ciencias Naturales de Buenos Aires. Un total de 241.200 muestras de 1.790 especies de aves —desde el cóndor andino soberano de las alturas hasta 126 especies de colibrí— están almacenadas en largos y estrechos cajones en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú. Cada ejemplar lleva una etiqueta adherida cuidadosamente con la fecha y el lugar donde se capturó y el nombre del colector. Uno de los ejemplares más antiguos corresponde a un chihuanco (Turdus fuscatur) de 28 centímetros de alto, recogido por el naturalista italiano Antonio Raimondi en 1862. Una anotación con letra pulcra y redonda, explica: “Ojos pardos, Huancayo”.

Colección ornitológica de la colección científica de aves más importante de América del Sur.
Colección ornitológica de la colección científica de aves más importante de América del Sur.Alex Bryce

La colección se ha ido ampliando con los años gracias a las expediciones de Raimondi, K. Jeslki, J. Stolzmann, O. T. Baron, la Universidad de Harvard, Javier Ortiz de la Puente o María Koepcke. Ahora, esta institución estatal con escasos recursos da un enorme salto hacia adelante con la instalación de laboratorio molecular ornitológico.

El objetivo último es que todas las especies del mundo sean conocidas y alojadas en un repositorio disponible y gratuito para cualquier investigación científica
Letty Salinas, jefa del Departamento de Ornitología del museo peruano

¿Qué ocurrirá en este laboratorio molecular? Se podrá codificar el ADN y mejorar los registros de secuencias genéticas de las bases de datos públicas para documentar y también proteger la gran diversidad biológica del Perú, el segundo país con mayor variedad de aves por detrás de Colombia, según BirdLife, ya que cuenta con 1.860 especies, de las cuales 138 son endémicas, es decir, solo se han avistado en territorio peruano, un récord mundial.

Este nuevo paso es posible gracias a la financiación y al convenio firmado con la Alianza de Vida Silvestre del Zoológico de San Diego (Estados Unidos), que se han traducido en equipos nuevos, de alta tecnología. En Estados Unidos, la Alianza de Vida Silvestre del Zoológico de San Diego ha logrado desde hace tres décadas salvar al cóndor de California de una extinción certera, aunque aún no se puede cantar victoria, ya que solamente hay 500 ejemplares sobrevolando nuevamente las Montañas Rocosas. A través del manejo genético de la población, los científicos facilitan el emparejamiento y reproducción de la especie, una discreta operación cuyos efectos suelen ser a largo plazo, pues tienden a ser monógamas. El repositorio de material genético del Zoológico de San Diego es el más grande del mundo, aunque se centra sobre todo en mamíferos. Por ello, este nuevo convenio es gran aliento para las ciencias naturales peruanas.

El objetivo último es que “todas las especies del mundo sean conocidas y alojadas en un repositorio disponible y gratuito para cualquier investigación científica. ¿Qué moléculas, qué proteínas, explican el color y las estructuras específicas del organismo? Esa es la información molecular que debe ser descubierta”, explica la bióloga Letty Salinas, jefa del Departamento de Ornitología del museo peruano.

Un arca de la vida frente a la extinción

La aventura de los biólogos peruanos comenzó a inicios de la década pasada, cuando el Museo de Historia Natural de Perú se incorporó al Consorcio Internacional de Código de Barras de la Vida (iBOL), una alianza de instituciones de investigación de 30 naciones que en 2015 anunció que había obtenido los códigos de barras genéticos de medio millón de especies vivas de todo el mundo y una primera gran biblioteca de referencia. En 2019 se pusieron manos a la obra para lograr su segunda meta: conseguir 20 millones de códigos de barras genéticos de 2,5 millones de especies, un proyecto liderado por el científico Paul Hebert, director del Centro de la Genómica de la Biodiversidad (CBG) de la Universidad de Guelph, en Canadá.

Alrededor del 40% de las especies de aves amazónicas peruanas no cuenta con información sobre los marcadores moleculares más representativos.
Letty Salinas, jefa del Departamento de Ornitología del museo peruano

“Se trata de proyectos planetarios, equivalentes a la construcción del acelerador de partículas, destinado en este caso a asegurar el arca de la vida ante la sexta extinción masiva de especies naturales”, puntualiza Salinas. La experta se apoya en datos para hablar de este declive: en este momento en la Tierra revolotean aproximadamente 11.000 especies de aves, pero cerca de la mitad han disminuido en número debido a la pérdida de su hábitat como consecuencia de la urbanización incesante, el uso de pesticidas y el cambio climático, según el último informe global de BirdLife, publicado en septiembre de 2022, que apunta que una de cada ocho variedades está en vías de extinción.

El laboratorio molecular de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú.
El laboratorio molecular de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú.

Con este acuerdo se desea completar la información molecular de las aves y mamíferos de la Amazonia peruana, cuya superficie es el doble que la de Alemania, una tarea de grandes proporciones. “Alrededor del 40% de las especies de aves amazónicas peruanas no cuenta con información sobre los marcadores moleculares más representativos”, precisa Salinas. “Completar este vacío permitiría usar herramientas moleculares para el monitoreo de la diversidad de aves, desvelar la historia evolutiva de las aves amazónicas e incluso luchar contra el tráfico ilegal de especies silvestres”, agrega. El análisis molecular permite identificar especies comercializadas y distinguir un animal de otro en el mercado negro. Además, los científicos emplearán el material genético que los organismos dejan en el ambiente para unos estudios revolucionarios de ADN ambiental, “una técnica emergente que aumenta la capacidad de documentar y cuantificar la biodiversidad”, según Salinas.

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