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¿Con qué datos reales cuenta África ante el coronavirus?

Si uno de cada dos niños nacidos no consta en el padrón y, según la OMS, el 86% de los casos de covid-19 nunca se detectó, ¿qué información estadística real existe sobre el continente y sus necesidades sanitarias o educativas? La Fundación Mo Ibrahim intenta dar respuesta elaborando desde 2007 la más importante clasificación de gobernanza y bienestar de sus 54 países. Hoy presenta el último sobre el impacto de la pandemia

Africa
Una persona sostiene un cartel en una manifestación en la que se exigía acceso a las vacunas contra la covid-19, en Pretoria, Sudáfrica, en junio.SIPHIWE SIBEKO (Reuters)
Noor Mahtani

Aunque África alberga a 2 de cada 10 habitantes del mundo, tan solo ha recibido el 7% de las vacunas contra el coronavirus. Mientras que 241 millones de personas del hemisferio norte han recibido ya la tercera dosis, el 93% del continente no ha sido siquiera citado para la primera. La vacunación es el primer paso hacia la restauración de un continente que ya enfrentaba un sinfín de retos y obstáculos antes del fatídico 2020. “Sin inmunidad, es muy improbable que mejoren los aspectos sociales, económicos y sanitarios”, aseguró mediante una videollamada Camila Rocca, directora del informe titulado Covid-19: un camino complejo hacia la recuperación, publicado este lunes por la Fundación Mo Ibrahim, responsable de un consolidado termómetro de la realidad y la calidad de la política africana y de sus gobernantes.

La filosofía de este prestigioso medidor, que desde este año emitirá resultados bienales y no anuales, es que la obtención de datos es clave para impulsar cualquier cambio. Y los publicados este año no son muy alentadores, empezando por los propios registros: uno de cada dos niños nacidos en el continente no consta en ningún padrón. Esto implica ser invisible para el Gobierno y no tener acceso a la sanidad, la educación y ningún otro derecho. Según las estimaciones de la entidad, solo se notificaron el 10% de las defunciones. Este problema, que provoca políticas “insuficientes e inabarcables”, también se notó en los datos durante la pandemia. La Organización Mundial de la Salud incide en que el 86% de los casos de contagio en África, nunca se detectaron.

Los resultados del estudio del año pasado mostraban la primera grieta en gobernanza política africana de la última década. El descenso del 0,2 se notó principalmente en tres de los cuatro indicadores del índice de la fundación (IIAG, por sus siglas en inglés): derechos e inclusión, seguridad, justicia y desarrollo humano y participación ciudadana. Este último baremo ponía sobre la mesa un creciente descontento popular hacia los dirigentes políticos, que comenzó a ser más notorio en 2015.

África será la región con mayor número de mano de obra en 2040. Si se les brinda educación, podría dar lugar a una nueva era

Este año, aunque el informe se centra en la pandemia, esta ha afectado de forma transversal a los avances y los retrocesos de las tres categorías analizadas (economía, sociedad y salud) teniendo en cuenta 237 variables de 40 bases de datos diferentes en 54 países del continente. La gran evidencia: la sanidad se ha deteriorado. En 2020 el acceso a este servicio era menos accesible que en 2019 y más caro que en 2015. La media de este indicador en los países africanos es de 45,5 sobre 100, siendo 30 el número de naciones que han visto deteriorada esta categoría.

Sanidad universal en el mundo.
Sanidad universal en el mundo.Fundación Mo Ibrahim

El fundador de la prestigiosa entidad centrada en el desarrollo, el sudanés Mo Ibrahim, defensor de que “las crisis también son una oportunidad”, insistió en la presentación del informe en que las entidades hagan uso de los datos obtenidos: “El impacto de la covid-19 ha puesto de relieve un espectro de complejos desafíos de gobernanza que enfrentan las naciones africanas. Espero que este estudio, basado en una década de cifras, sirva como un recurso esencial para los responsables de la formulación de políticas, el sector privado y la sociedad civil en su trabajo para que África vuelva a encaminarse hacia la recuperación”.

Gambia, la cara del progreso

Gambia, ubicada en África Occidental, es el país que más ha mejorado en cuanto a gobernanza en la última década, principalmente en la categoría de participación, derechos humanos e inclusión (+19,5) y seguridad y estado de derecho (+14,2). También ha presentado mejoras en el área de oportunidades económicas (+4,7). Sin embargo, en la otra cara de la moneda está Libia, que en 2010 ocupaba el noveno puesto de la clasificación en cuanto a desarrollo humano y hoy aparece en el número 35. Es el qué más ha empeorado. Baja 25,3 puntos en protección social, 15,3 en educación y 12,7 en medio ambiente. “Pero muy curioso es que se trata de los 10 países con mejor puntuación en la subcategoría de salud (con 72,9). Está entre el top 10″, explica Rocca.

Mapa que indica la duración del cierre de escuelas en África.
Mapa que indica la duración del cierre de escuelas en África.Fundación Mo Ibrahim

La calidad educativa, otro de los pilares de investigación, ha sido el séptimo (de los 79) medidores más azotados. Somalia, que hasta el año pasado ni siquiera tenía un plan de estudios propio para secundaria, es el último en la fila, que no recibió ni un solo punto, al igual que Eritrea, Níger, Sudán del Sur y la República Centroafricana. Para la generación de estudiantes africanos el cierre de las escuelas se tradujo en el fin del aprendizaje. Rocca lamenta que la formación en remoto “prácticamente no existiera” dado que el 94% de los pequeños no tenían acceso a internet u ordenadores. Y la mitad de los jóvenes ni siquiera contaba con una radio o televisión (desde donde se impartieron muchas de las clases).

Las niñas y las mujeres fueron, de nuevo, las más afectadas con el cierre. Las más pequeñas porque fueron las primeras en dejar permanentemente las aulas y las adultas porque son las más vinculadas al trabajo informal (92%). “La pandemia revirtió muchos de los avances en la erradicación de la violencia de género, educación y, sobre todo, en la lucha contra las tasas de mortalidad materna, que aumentaron entre febrero y julio de 2020, en comparación a los del ejercicio anterior. Otro de los derechos que más sacudidos se han visto han sido el del espacio cívico y las libertades de los medios de comunicación en todo el continente. 44 países africanos restringieron al menos una práctica democrática como parte de su respuesta a la covid-19 en 2020. La libertad de prensa fue la más violada”.

Casi 600 millones de africanos no tienen acceso a la electricidad, un equivalente al doble de la población norteamericana

Para los expertos, hablar de recuperación en el continente pasa por mover varias piezas clave además de la vacunación. Entre las prioritarias: garantizar el acceso a la conectividad. Aunque el acceso al mundo virtual ha mejorado en las 54 naciones evaluadas, sigue siendo el segundo indicador más bajo. La clasificación indica que casi 600 millones de africanos no tienen acceso a la electricidad, un equivalente al doble de la población norteamericana.

Esperanza en el continente de las oportunidades

Pero no todo son malas noticias en el informe. Existen porcentajes que han mejorado la tendencia en la última década en áreas como las regulaciones sanitarias. Para la directora del estudio, el liderazgo de la Unión Africana en los últimos años y la Zona de Libre Comercio Africana han sido vitales en el refuerzo de capacidades del continente: “Son muchos los retos por delante, pero África sigue siendo el continente de las oportunidades. Y es aquí donde estará la mayor masa de mano de obra del mundo para 2040; es una riqueza enorme. Si se les brinda las oportunidades de formación y educación, podría ser una inyección no solo para la recuperación, sino que podría dar lugar a una nueva era”. Y cuantos más datos se tengan, mejor.

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