Cuidado con los vídeos de reformas en TikTok

La vivienda es una de las principales preocupaciones de los españoles, según una encuesta reciente del CIS. El coste de comprar una casa no deja de aumentar: el INE publicó hace unas semanas que los precios subieron de media un 4% en 2023. En ese año, comprar una casa costó prácticamente lo mismo que en 2007 y 2008, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Tampoco parece que arrendar suponga una buena opción: teniendo en cuenta el nuevo índice de precios de alquiler, el 85% de los contratos en vigor supera el tope marcado por este indicador.

Los problemas de acceso a una vivienda digna los sufren, sobre todo, las familias con todos sus miembros en paro, las personas con trabajos precarios y los más jóvenes. El año pasado, el salario mediano neto de los menores de 29 años subió hasta los 12.062,59 euros anuales, cantidad que no deja capacidad de ahorro para comprar una casa y que tampoco da para alquilar si tenemos en cuenta la recomendación del Banco de España de no dedicar más del 35% de los ingresos a la vivienda. También resulta muy complicado si el sueldo es el doble o se cuenta con dos salarios de esa cuantía: la oferta de pisos de alquiler por menos de 703 euros en el portal Idealista en ciudades como Barcelona o Madrid se reduce a prácticamente una decena de apartamentos minúsculos y de calidades dudosas.

Ante esta situación, algunos deciden adquirir la vivienda que les cuadra por ubicación y con un precio bajo, pero que precisa de una reforma integral para ser habitada. E incluso se han puesto manos a la obra haciendo los cambios pertinentes ellos mismos —con conocimiento de causa, claro—. Es el caso de la usuaria @ro_meiry, quien decidió contar en su cuenta de TikTok que había comprado una casa prácticamente en ruinas en un pueblo de Galicia y que emprendió la reforma junto a su pareja. Resolvieron relatar el día a día de los trabajos, la elección de los materiales, las dificultades que se encontraban, la frustración y el estrés que les supuso la obra, etcétera, pero no tiraron la toalla, ni con la obra ni con el relato, y esta semana han publicado la vigesimotercera entrega de su reforma.

No son los únicos en hacer esto. Si algo abunda en redes sociales como TikTok son los vídeos de usuarios contando cómo avanzan las reformas de sus viviendas. De hecho, hay quienes han creado cuentas exclusivamente para relatar las obras de su casa, como @andoreformando_, que publica contenidos tanto en Instagram como en TikTok, o @reforma_villamierda, el perfil de otra pareja que, con mucho humor e ironía, decidió exponer el proceso de limpieza y reforma de un chalet que había estado okupado durante 12 años al que llamaron Villamierda, como habrán adivinado al leer el nombre de la cuenta.

En cuanto el algoritmo de Meta o TikTok detecta que uno ha visto dos o tres vídeos de reformas, empiezan a aparecer recomendaciones de material similar, pero también anuncios de empresas que promocionan sus servicios a través de estas plataformas. Lo que puede venir de lujo a adictos a ese tipo de contenidos, aquellos que disfrutan viendo cómo un piso oscuro y lleno de paredes se transforma en una casa de espacios abiertos y luminosa o las diferentes distribuciones, sobre plano, de un hogar.

A la vez, hay que ver este tipo de contenido como puro entretenimiento y no como ejemplo: es posible que haya gente se lance a la compra de una vivienda en mal estado porque sea más asequible, decida reformarla por su cuenta y riesgo porque lo han visto en TikTok y tenga que afrontar problemas que pueden ir desde ser incapaz de asumir los gastos hasta causar un daño estructural en la edificación.

Para no incurrir en estos peligros, siempre nos quedarán los vídeos de animalitos: animan a cualquiera.